Versículo de memoria: I Juan 1:7-10
Desde el primer momento en que Adán y Eva pecaron en el huerto del Edén, el hombre ha continuado teniendo una batalla constante para vencer el pecado. Se identifica esta batalla como una lucha contra las potestades y los principados y no una lucha contra las personas y las cosas. (Ver Efesios 6:10-12). Necesitamos reconocer que el diablo tiene artimañas y que usa a las personas para tratar de conseguir a seguidores (II Corintios 2:11 y 4:4). En Gálatas 5:16-17, Pablo nos ilustra la batalla como una entre la carne y el espíritu. Imagínate a alguien agarrado de un brazo por una persona y del otro brazo por otra persona, y te darás cuenta de la batalla. Mi espíritu está siendo agarrado por el espíritu de Dios y por el espíritu del diablo. Puedo prestarle mis fuerzas y consentimiento a cualquiera de los dos y ése será el que me controla y termina ganando.
LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO
El pecado nos engaña y nunca se presenta como lo que es. Para estar motivados a enfrentarlo debidamente necesitamos estudiar sus consecuencias.
1. Romanos 6:21-23. "La paga del pecado es…
CONSIDERA LO QUE SERÍA ESTAR ETERNAMENTE SEPARADO DE DIOS.
2. Los pecadores serán eternamente castigados por Dios. Apocalipsis 21:8,27; II Tesalonicenses 1:7-9. Describe el castigo que Dios le da al pecador.
3. Lee Romanos 1:18-32.
A. Menciona todo lo que el pecado nos lleva a hacer:
B. Encuentra tres cosas a las cuales Dios los entregó.
v.24. v. 26. v. 28.
C. ¿Qué nos dice sobre la forma en que Dios responde al pecador?
4. El pecado nos hace esclavos antes de que nos demos cuenta de lo que está pasando. Lee Romanos 6:16; Juan 8:31-34. Da ejemplos de unos pecados que dominan a las personas.
LA DEFINICIÓN DEL PECADO
Debido a sus terribles consecuencias, necesitamos comprender completamente lo que es el pecado y así poder identificarlo y tratarlo.
1. Lee I Juan 3:4. El pecado es…
Describe unos pecados que representan esta definición:
2. Lee Santiago 4:17. ¿Cómo puede ser esta clase de pecado más peligroso que el de la inmoralidad?
3. ¿Qué le sucede a la consciencia cuando continuamos haciendo algo que nos parece malo? (Lee I Timoteo 4:2.)
4. Lee Mateo 15:18-20. ¿Cuál es el principio que enseña Jesús?
Nombra algunos pecados del corazón o de actitudes:
Tropezarse o esclavizarse al pecado.
A. Esclavizarse al pecado. Lee Romanos 6:16,7:14 y 17;
II Pedro 2:19. Estos versículos describen a una persona que continúa viviendo en el pecado y que permite que la carne controle su vida. Así el pecado se convierte en nuestro amo aunque otros aspectos de nuestra vida quizás no sean pecaminosos.
Lee I Juan 3:6,8-9. El que nace de Dios no…
La clave para entender este pasaje, es que los verbos usados en estos versículos están en tiempo continuo y describen una acción continua y no una sola acción.
El que ha entregado la vida a Dios no puede vivir una vida espiritual y pecaminosa a la vez. Están en conflicto. El vivirá la una o la otra. Cuando escoge seguir pecando, ha decidido servir al pecado y Dios ya no lo considera justo. Piensa en algunos ejemplos y hablen de éstos.
B. Tropezarse (cometer un solo pecado una vez). Lee I Juan 1:6-10. ¿Por dónde debemos caminar si hemos de ser limpiados constantemente de nuestro pecado?
Cuando caminamos en la luz somos purificados del pecado por medio de la sangre de Jesucristo. Si decimos que no tenemos pecado…
Esto quiere decir que cuando caminamos en la luz cometeremos pecados, pero no continuaremos en ninguno de ellos. Siempre corregiremos cualquier pecado (versículo 9) cuando se nos llama la atención. En tus propias palabras describe la diferencia entre esta actitud y la actitud descrita anteriormente:
LA NATURALEZA DEL PECADO
Si podemos entender la manera en que funciona el pecado podemos enfrentarlo mejor. Es lo mismo que luchar contra una enfermedad física. Una vez que se entiende, se puede hacer algo para corregirlo.
En cada una de las escrituras encuentra la característica del pecado y da un ejemplo.
1. Hebreos 11:25
2. Hebreos 3:12-15
3. Efesios 4:17-19,22
4. Santiago 1:14-15
Ahora menciona una breve descripción de lo que tú entiendes que es el pecado:
CORREGIR EL PECADO EN NUESTRAS VIDAS
A. Necesitamos comprender que sólo se puede corregir el pecado a través de Cristo, de mantenernos en Él, en intimidad con el Salvador, viviendo desde la adoración.
B. La clave para corregir el pecado es alejarse de ello o volver la espalda.
1. I Juan 3:6,9-10. Para corregir un pecado uno no puede…
2. Hebreos 10:26-31 ¿Si continuamos pecando voluntariamente qué sucede?
3. El arrepentimiento es necesario. (lea Hechos 17:30) El arrepentimiento es una decisión de alejarse del pecado y surge de una convicción del sentimiento de responsabilidad de que he pecado. Uno necesita sentir el dolor de haber fallado para ir al arrepentimiento. La convicción del pecado debe estar seguida del remordimiento y tristeza. Debe existir un gran dolor en el corazón por haber herido a Dios. Cuando se siente este remordimiento se decide rechazar (arrepentimiento) el camino pecaminoso. El fruto del arrepentimiento (Lucas 3:8) es un cambio de vida. Explica cuál sería la diferencia entre el arrepentimiento sincero y el arrepentimiento insincero:
Algunas veces planeamos cometer un pecado pensando que podemos "arrepentimos" y pedir perdón y todo estará perdonado. Esta persona está olvidándose del verdadero significado del arrepentimiento. También se está olvidando de otro principio. Lee Gálatas 6:7-9.
4. Dios manda que confesemos nuestros pecados.
A. I Juan 1:9. "Dios nos perdona nuestros pecados si…
La insinuación en este versículo es que debemos confesar a Dios. Hay pecados de pensamiento y aun otros de acción, los cuales sólo Dios y el pecador conocen. Además, es una limpieza sicológica cuando le confesamos nuestros pecados a Dios. Lea Proverbios 28:13.
B. Lea Santiago 5:16. Aquí nos muestra que cuando pecamos, es importante también contárselo a alguien que nos pueda ayudar, no a cualquier persona, tiene que ser alguien maduro espiritualmente que pueda orientarnos adecuadamente y orar por nosotros. Es como un rendidor de cuentas porque le permitiremos a esa persona que nos haga seguimiento, que nos pregunte con frecuencia como va nuestra santidad y pueda orar en correspondencia.
La confesión "verdadera" incluye confesarnos a Dios y a cualquier persona o hermano a quien le hemos hecho daño. Nos elevamos espiritualmente y adquirimos fuerzas cuando les confesamos pecados "esclavizantes" a otros cristianos para que ellos nos puedan exhortar a superarlos. Cuando confesamos ante la congregación los pecados conocidos por el público, esto restaura la confianza que hemos perdido y hace que seamos útiles para la causa del Señor. También el confesar nuestros pecados confidencialmente entre unos hermanos, amigos estrechos, nos capacita y nos da fuerza para vencerlos. Mientras que encubro mis pecados no los puedo vencer nunca. Como la luz del sol mata a los hongos, así, cuando saco mis pecados a la luz del conocimiento de Dios y de los que me aman y me pueden exhortar, se rinde impotente la fuerza del pecado y la tentación en mi vida.
Los pecados del pasado de los cuales se ha arrepentido y que han sido perdonados, no necesitan surgir ni ser traídos a la memoria del hermano arrepentido. El necesita aceptar el perdón de Dios y disfrutar del alivio de la culpabilidad. Cargar con la culpa de un pecado perdonado es un instrumento de Satanás para desanimar a un hermano arrepentido.
El arrepentimiento es una experiencia hermosa pero difícil, la consecuencia de darle frente al pecado con un sentimiento de vergüenza es la forma en que Dios te ayuda para que derrotes tus prácticas pecaminosas. "...Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes" (Santiago 4:6).
RECOMENDACIONES PARA VENCER EL PECADO
Para poder superar a la esclavitud del pecado en nosotros, debemos darnos cuenta de nuestra incapacidad y de nuestra necesidad del poder del Señor en nuestras vidas. La lucha por superar y vencer está ejemplificada en Romanos 7:24. El versículo 7:25 de Romanos da la respuesta al dilema. ¿Cuál es?
1. Reconoce que Dios provee siempre una manera de escaparse.
I Corintios 10:13.
¿Cómo lo hace?
2. Evita que el pecado nos enrede. (Hebreos 12:1). Describe qué es lo que tú entiendes como el pecado que nos asedia…
Lee Hebreos 3:12-15 y busca la relación con Hebreos12:1.
3. Francamente admitir tu pecado, a ti mismo y a otros. Hay una gran tentación de negar que tenemos un pecado que nos esclaviza. Es fácil culpar a otras personas o circunstancias o hasta tratar de esconder el pecado. Lo primero que debemos hacer es admitir nuestra responsabilidad y nuestro problema. Lee Salmo 51:1-13. Menciona lo que David admitió:
4. Eliminar los deseos desordenados del "Yo" (Romanos 6:6). El pecado no tiene poder cuando…
5. Guarda tu corazón (Proverbios 4:23). El hombre según este proverbio se porta de acuerdo con lo que piensa y, según las palabras de Jesús, nuestro comportamiento procede de lo que pensamos en el corazón. En Romanos 12:1-2 Pablo nos exhorta a no adaptar las formas de este mundo sino transformarnos por medio de la renovación de nuestra mente. Para vencer el pecado entonces tenemos que eliminarlo desde la fuente de donde brota. Es decir, que tenemos que quitar de la mente todas las imágenes y visualizaciones del pecado. Si andamos pensando en el pecado, pronto estaremos en el pecado. La mente es como una computadora. Ella reproduce únicamente lo que está introducido en ella. Hay un dicho que dice "Basura entra, basura sale." Así también es la mente. Por eso entendemos el significado de Filipenses 4:8. ¿Cómo nos quitaremos los malos pensamientos?
II Corintios 10:5. ¿Es posible controlar nuestros pensamientos y visualizaciones?
6. Decide hacer bien, no importa las circunstancias ni las consecuencias. Lee Daniel 3:8-19. ¿Creían ellos que Dios era capaz de librarlos del rey? (v.15-16)
7. No dejes que tus miembros sean instrumentos del pecado.
Lee Romanos 6:12-13; Job 31:1; ¿Cómo podemos evitar que nuestros miembros sean instrumentos de iniquidad?
8. Deja que la Escritura sea tu escudo. Salmo 119:11. ¿Cómo podemos emplear la Biblia para protegernos?
Mateo 4:1-10. ¿Cómo usó Jesús este instrumento?
9. Deja que los hermanos te exhorten. Hebreos 3:13. ¿Cómo pueden las otras personas ayudarnos o dañarnos en nuestra batalla contra el pecado?
¿Qué pasa con la persona que no acepta reprensión? Proverbios 1:30-32.
10. Cuida de tu ambiente. I Corintios 15:33. ¿Qué pasaría si la mayoría de nuestros amigos no compartieran nuestra fe, ideales y esperanzas?
¿DEBO HACERLO O NO?
Ahora que tenemos un mejor entendimiento del pecado, su función, su peligro, su engaño y cómo controlarlo y vencerlo, todavía nos hacen falta unos ejercicios prácticos para ayudarnos a decidir lo que debemos o no debemos hacer en casos específicos. Cuando consideras una acción o vas a tomar una decisión, pregúntate lo siguiente:
1. ¿Viola la voluntad de Dios? Hebreos 5:8-9.
2. ¿Me permite poner el reino de Dios y su justicia primero en mi vida? Mateo 6:33.
3. ¿Destruye mi imagen como cristiano? II Corintios 6:14, 7:1.
4. ¿Me hace esclavo a una práctica? I Corintios 6:12.
5. ¿Daña mi cuerpo? I Corintios 6:19
6. ¿Mi consciencia lo aprueba completamente? Romanos 14:23
7. ¿Es un tropiezo para otro hermano? Romanos 14:13,21; Lucas 17:1-2.
8. ¿Requiere que me reúna con las personas que no me convienen?
I Corintios 15:33; Génesis 13:12.
CONCLUSIÓN
Cuando vemos el pecado tal como es, podemos desarrollar repudio por él. Debemos reconocer que nadie acaba en su lucha contra el pecado sino cuando muere.
Cuando entendemos el pecado apreciamos más el sacrificio de Jesús y lo que pagó por nuestros pecados. Pablo vio el horror del pecado tan claramente que ofreció su alma por la salvación de sus hermanos. Mientras que analizamos esta lección y su impacto sobre nosotros, no dejemos de pensar en otros que están atrapados en el pecado y que necesitan al Señor. ¿Habrá algunos que estén perdidos y nosotros somos los únicos en la posición de ayudar, animar o enseñar y llevarlos hacia la libertad del pecado? ¿Ayudaría imaginarse a la humanidad, ocho mil millones de personas encarceladas en una jaula de pecado sentenciadas a la perdición eterna, esperando la muerte física para que su miseria se volviera en la pesadilla de pesadillas mientras que tú tienes la llave de la cárcel en la mano? ¿Qué harás?
Tomemos la posición agresiva y positiva en esta batalla contra el pecado. Repasa tus metas de la Lección Primera y evalúa honestamente tu progreso. Observa tu lista de oración y ve por quien estás orando y trata de traerlos al Señor. Repasa el procedimiento en la Lección Primera y analiza si estás haciendo todo lo que querías para lograr más madurez en Cristo. Toma unos minutos para repasar la visión que tienes de la expansión del evangelio a través de ti y de otros. ¿Estamos viendo los resultados de la multiplicación? Dios nos usará mientras que oramos y nos entregamos. ¡Que Dios te bendiga en tu aventura emocionante como ministro de Cristo!