Lee Mateo 6:19-34. Versículo de memoria: Mateo 6:24.
Alguien ha dicho que el dinero en las manos de un cristiano es hermoso, pero el cristiano en las manos del dinero es feo. Entonces, la pregunta no es ¿Cuánto dinero tengo yo? sino ¿poseo yo mi dinero o mi dinero me posee?
Dios no quiere que seamos esclavos del dinero. El quiere librarnos del cautiverio del materialismo. Eso implica que Dios desea que disfrutemos de una libertad financiera. Uno puede sospechar que es siervo del dinero si tiene alguno de los siguientes síntomas:
1. Está siempre preocupado por el dinero.
2. Nunca es capaz de pagar sus cuentas.
3. Se depende mucho del crédito o pide mucho prestado.
4. Se acostumbra a escribir cheques antes de haber depositado el dinero en el banco. Es decir entrega cheques sin fondo.
5. Se preocupa más de lo normal de las inversiones. (Mateo 6:24-25).
6. Tiene grandes deseos de enriquecerse rápido. (Proverbios 28:20)
7. Jamás consigue empleo o cambia a cada momento de trabajo. (II Tesalonicenses 3:10)
8. Nunca se sacia con lo que tiene.
9. Se siente mal porque alguien tiene más que él o, es decir, que él tenga menos que otros.
10. Sufre una adicción al trabajar por el deseo de ganar más y más.
11. Falta de interés en ayudar la obra del Señor con sus finanzas. No ofrenda de forma adecuada. (Proverbios 3:9-10)
12. Complejos de superioridad o inferioridad por causa del dinero o cosas.
¿Cuáles son otros síntomas que tú puedes añadir?
EL PROBLEMA DE LA AVARICIA
Lo que produce la mayoría de los problemas financieros no son las circunstancias inconvenientes sino nuestras actitudes hacia el mundo material. La actitud más fea que podamos mostrar es la de la avaricia.
1. ¿Qué piensa Dios de la avaricia? Lee Colosenses 3:5-6.
2. Lee Mateo 6:19-25.
a. ¿Qué significa "no os afanéis por vuestra vida"?
b. Si uno está sirviendo a Dios no puede servir a:
c. ¿Cuál es el significado de la palabra "servir” en este texto?
3. Lee Mateo 19:16-24.
a. ¿Por qué se fue triste el joven rico?
b. ¿Cómo le había esclavizado su dinero?
c. ¿Por qué es difícil que una persona rica entre en los cielos?
4. Lee Lucas 12:13-21.
a. ¿Es posible que un hombre rico sea a la vez esclavo del dinero?
b. ¿Cómo evaluó Dios a este hombre "exitoso"?
c. Según versículo 15, ¿en qué no consiste la vida del hombre?
5. Lee I Timoteo 6:6-10 y 17-19.
a. ¿Qué podemos llevar del mundo al morir?
b. ¿Qué trajimos al mundo?
c. ¿Con qué debemos estar contentos estando aquí?
d. La Biblia dice que la raíz de todos los males es el dinero o el amor al dinero.
e. Define el amor al dinero:
f. ¿Qué peligro encontramos y qué puede pasarnos si queremos enriquecernos?
g. ¿Qué significa poner nuestra esperanza en la incertidumbre de las riquezas?
h. Las riquezas de este mundo son…
I. CUATRO PRINCIPIOS BÍBLICOS SOBRE EL DINERO Y
LA FINANZA PERSONAL
A. Los cristianos son mayordomos
En los tiempos antiguos era muy común tener un mayordomo sobre casas, fincas o negocios. El concepto de la mayordomía raramente se nombra hoy en el mundo secular. Abraham tenía un mayordomo de su casa que era Eliezer, el damasceno (Génesis 15:2). El mayordomo estaba encargado del mantenimiento de la casa y tenía que dirigir todos los asuntos cotidianos; él tenía que mantener orden y dispensar sus propiedades y provisiones.
La responsabilidad de la mayordomía es guardar y administrar las posesiones de otro y utilizarlas para el beneficio del dueño. También José fue vendido por sus hermanos en esclavitud y trabajaba por un tiempo como el mayordomo de la casa de Potifar (Génesis 39:4-6). Para aceptar esta responsabilidad uno siempre tenía que recordar que todo lo que manejaba no era propio. Adueñarse de algo sería robar. Ahora vamos a ver como Dios nos ha hecho mayordomos de sus posesiones o bienes aquí en la tierra.
1. Lee Salmo 24:1-2 y Salmo 50:7-12.
A. Según estos versículos Dios es dueño de…
B. ¿De qué tiene necesidad Jehová? (v. 12)
2. Lee Santiago 1:17 y Mateo 6:11.
A ¿De dónde viene todo lo que tenemos?
3. Lee I Corintios 6:19-20.
¿Qué significa para mí el hecho de que Dios es mi hacedor y dueño absoluto?
Cuando reconozcamos que somos mayordomos de Dios estaremos en mejores condiciones de sentir una entrañable gratitud por nuestro oficio, cargo y las cosas que Él nos permite usar. El mayordomo es libre, en cambio el dueño sufre por sus cosas y termina siendo esclavo de las mismas.
1. Lee I Corintios 4:2.
¿Cuál es la característica primordial de un buen mayordomo?
2. Lee Mateo 25:21.
¿Cuál sería el premio por haber sido fiel?
3. Lee Lucas 12:35-48 y 16:1-15.
¿Qué nos enseñan estas dos historias sobre nuestra responsabilidad de dar cuentas en el día final?
Para poder entregarnos fielmente a la mayordomía, tenemos que creer en Dios. Tenemos que creer que El nos proveerá todo lo que necesitemos. (Génesis 22:1-14, ve versículos 8 y 14).
1. Lee Mateo 6:19-34.
¿Qué ha prometido Dios que nos proveerá?
2. Lee Filipenses 4:19 y I Timoteo 6:8.
¿Qué piensas que Dios acerca de lo que Dios nos ha prometido?
3. Lee Lucas 9:23 y 14:33.
El mayordomo fiel tiene que estar dispuesto a…
4. Lee Hechos 4:32.
¿Cómo reflejaron la mayordomía en su vida cristiana los primeros discípulos?
Haz una lista en tu mente de todo lo que posees incluyendo los muebles y ropa, etc. Y ahora evalúa, como un buen mayordomo, cómo estas cosas son productivas para el Señor. Cuando hayas terminado este estudio quizás verás las cosas desde otra perspectiva porque la mayoría de nosotros jamás hemos visto nuestras posesiones de esta manera. Por favor, que no corran a venderlo todo para entregar el dinero en efectivo o cheque de gerencia a Dios. No hace falta. Dios simplemente quiere que nosotros reconozcamos que todo lo que tenemos es de Él y todavía le pertenece si lo "poseemos" como encargados pero no como dueños. Emplear el verbo "poseer" es legítimo si no nos olvidamos de nuestra mayordomía. Bien enfocada ésta relación ya podemos tomar decisiones correctas sobre cómo manejar los bienes de Dios que se encuentran en nuestras manos.
Déjame añadir que el mayordomo puede hablar de "sus" bienes, "sus" casas, "sus" posesiones para distinguir entre ellos y los de otros mayordomos sin querer adueñarse de ellos o robarle a Dios. Es decir "Mi carro es mi carro porque no es el tuyo pero ambos vehículos verdaderamente son de Dios."
B. El cristiano tiene que trabajar
Para disfrutar de la libertad financiera que Dios desea para nosotros tenemos que aceptar otro principio básico. Dios siempre ha requerido que su gente sea obreros diligentes. Muchas personas lo quieren todo, sin hacer nada, pero el éxito ser logra con ESFUERZO, VALENTÍA Y CONSTANCIA.
l. Lee Génesis 2:15 y Éxodo 34:21.
¿Cuánto exige Dios al hombre que trabaje?
2. Lee I Timoteo 5:8.
¿Qué dice Dios del hombre que no provee lo necesario para su familia?
3. Lee Proverbios 21:25-26 y 24:30-34.
a. ¿Qué piensa Dios de la flojera?
b. Describe la flojera.
4. Lee II Tesalonicenses 3:6 y 10.
a. ¿Qué castigo recomienda Dios para el que no trabaja?
b. ¿Cómo debe la iglesia y/o la familia de uno tratar a uno de sus miembros que no quiere trabajar?
Definitivamente hay muchas personas que lo quieren todo sin hacer nada, quieren bajar de peso pero no dejan de comer, quieren dejar de fumar pero no dejan de comprar cigarros. De la misma forma muchas personas desean tener dinero, pero no trabajan con diligencia ni administran sus ingresos con sabiduría. Recordemos que cualquier meta que queramos conquistar es posible con la ayuda de Dios pero debemos hacer nuestra parte, estar a cargo de nuestras vidas; como ya sabemos, en Josué 1:9 se encuentra la clave del éxito en cualquier empresa o conquista: ESFUERZO, VALENTÍA Y CONSTANCIA. Fue lo que Dios le recomendó al pueblo de Israel para conquistar la tierra prometida, y es lo que necesitaremos para conquistar cualquier meta en nuestras vidas.
Sin embargo cuando hacemos lo anterior con quejas o con amargura, nuestro trabajo no da el fruto que deseamos y hasta nos enfermamos física y mentalmente. No hay mayor rédito que trabajar con alegría y gratitud, esperando lo mejor cada día pero al mismo tiempo dando lo mejor de mí a la vida y a Dios.
C. "No debáis a nadie nada"
Lee Romanos 13:8. Este versículo se puede traducir correctamente, "no dejes pendiente ninguna deuda sino la deuda continua de amar los unos a los otros porque el que ama al prójimo ha cumplido la ley”. Este versículo enseña claramente la opinión de Dios sobre las deudas. Con el crédito moderno y fácil uno rápidamente se encuentra endeudado mucho más allá de su capacidad de cancelar. Si nos encontramos incapaces de pagar nuestras deudas y somos incumplidos en estos deberes estamos en violación de este versículo. El que acepta mercancía o servicios sin saber cómo va a pagar o dudando que puede pagar, es deshonesto y comete un robo en cámara lenta.
1. Lee Salmo 37:21. ¿Cómo clasifica Dios a los que no pagan sus deudas?
2. Lee Proverbios 22:7. ¿Cómo representa Salomón a la persona que toma prestado?
3. Platica sobre los sistemas de crédito modernos, el uso de tarjetas de crédito, etc. a la luz de Romanos 13:8.
¿Cómo puede este principio cambiar tus hábitos financieros y tus formas de compra?
4. Lee Proverbios 17:18, 11:15, 22:26. ¿Cuál es el consejo de Dios en cuanto a las fianzas?
Unos estudios bancarios han revelado que entre 50% y 80% de los fiadores terminan en pagar una parte o toda de la deuda de los "amigos" confiados.
Es importante vivir en paz con lo que tenemos, disfrutando lo que recibimos aunque podemos aspirar más, pero no desde la avaricia sino más bien desde amor y la gratitud. Como decimos popularmente “hay que arroparnos hasta donde la cobija alcance” no sólo se refiere al hecho de pedir dinero sino también objetos, que si se dañan en nuestras manos podemos terminar asumiendo una deuda que complique nuestra economía y perturbe nuestra paz.
En este sentido el vivir con sencillez nos evitará dolores de cabeza innecesarios. Hay que aceptar con paz nuestra situación económica actual, no querer aparentar lo que no somos, si no tenemos para comprar tal o cual producto es importante asumirlo. Recordar que comprar algo que no necesitamos, por muy económico que sea, es pagarlo caro. Nuestra sencillez nos permitirá ser prudentes a la hora de usar el dinero que Dios nos provee, y evitar que nuestra familia, sobretodo, nuestros hijos sufran por nuestras decisiones.
D. "Más bienaventurado es dar que recibir"
"En todo os he mostrado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir." (Hechos 20:35).
Según los versículos que hemos leído todo el mundo con sus posesiones le pertenecen a Dios y Dios no tiene ninguna necesidad material o física en la cual podamos ayudarle. Lo que El requiere de nosotros no lo beneficia, sino que sus pedidos son para nuestro propio bien. La única manera en que un cristiano puede estar feliz es ser generoso y bondadoso.
1. Lee Juan 3:16. ¿Qué nos dio Dios?
2. Lee Lucas 21:1-4. ¿Qué actitud tuvo Cristo hacia el sacrificio personal?
3. Lee II Corintios 8:7. ¿Qué debemos pensar de la ofrenda?
4. Lee Malaquías 3:8-10 y Lucas 6:48. ¿Cómo trata Dios al dador abundante y alegre?
5. Lee Efesios 4:28. ¿Cuál es uno de los propósitos buenos para trabajar?
II. PLANIFICAR SALIR DE LA DEUDA
Ya hemos visto la actitud de Dios hacia nuestras deudas. Quizás esta lección está llegando un poco tarde. Tal vez tienes muchas deudas y no sabes salir de ellas. Quizás has tenido que pedir prestado de uno para pagar las deudas que tienes con otros. Lamentablemente tu problema es demasiado común. En la revista USA TODAY un señor testificó, "Sé que debo destruir mis tarjetas de crédito pero no sé cómo viviríamos una semana sin ellas." Otro señor declaró, "No hay ninguna manera en que paguemos la deuda a menos que lo hagamos con otra tarjeta de crédito." La gran mayoría de nosotros no tenemos tarjetas de crédito, pero muchos hemos comprado ropa, pagando la mitad y firmando giros que no podemos pagar. Otros han tenido que pedir prestado de Pablo para pagarle a Pedro, y después pedirle ayuda a Juan para pagarles a ambos. Me gustaría creer que todos tienen planes de, eventualmente, salir de este ciclo vicioso, pero sospecho que haya quienes planifiquen solamente esquivarse y evitar las consecuencias de su irresponsabilidad. El cristiano sincero puede caer en una trampa financiera inconscientemente pero por ser sincero va a querer salir de ella digna y honradamente. Es el propósito de esta lección ayudarte a vivir más feliz.
A. Principios básicos
Hay algunos principios básicos que toda su familia tiene que aceptar y a los cuales tiene que someterse si quieren ser financieramente libres. Estos principios se originan con consejeros financieros de familias y no son extraídos directamente de la Biblia. Entonces pueden ser sujetos a algunos errores humanos y tener excepciones en algunos casos. Por eso, recomiendo que sean empleados con flexibilidad bajo ciertas circunstancias. A la vez, no los incluiríamos si no fueran de provecho en la mayoría de los casos. Son principios experimentalmente probados.
1. Es deseable no tener deudas a menos que sea en una propiedad que aumente en valor anualmente. También si una persona requiere herramientas, equipo profesional, transporte, etc. para ganar la vida, sería aceptable tener deudas razonables en este respecto.
Aivars Ziedus, jefe de una compañía financiera dice que él aconseja a sus clientes que paguen en efectivo todas las cosas que se pueden consumir incluso el carro y las vacaciones para la familia. El admite a la vez que muchos no pueden hacer las compras grandes en efectivo. Si uno tiene que pedir dinero prestado él le aconseja que emplee la regla de 10-20-70. Ahorrar 10% de lo que uno gana, limitar las deudas de corto plazo a 20% (es decir, lo que he pedido de familia, bancos, amigos, que tiene que pagarse en un año o menos) y 70% para todos los demás gastos incluso casa, transporte, comida y ropa.
2. Las tarjetas de crédito deben ser recibidas únicamente por personas que ya tienen un record bueno de responsabilidad financiera. Yo recomiendo que sean usadas principalmente en casos de emergencia, por ejemplo, enviajes inesperados, emergencias médicas, etc. Nunca tomes prestado más de lo que puedes pagar en un mes. Normalmente con la tarjeta uno paga 18% anualmente o más. Es muy costoso y lujoso.
3. No olvides que es un pecado hacer deudas que no podemos pagar de acuerdo con nuestros compromisos (Romanos 13:8).
4. Adopta un plan de rescate. Sé disciplinado y vive dentro de tus límites.
5. Anota por un mes todos tus egresos y compáralo con tus ingresos; podrás sorprenderte de algunos gastos importantes de los cuales no tenías consciencia, y actúa en consecuencia.
B. Cómo salir de tus deudas
Recomiendo que te imagines libre de deudas, que no debas nada a nadie y que comiences a sentir el gozo de la libertad financiera. Después ve a Dios en oración y quizás arrepentimiento buscando su liderazgo mientras comienzas el plan. Vas a necesitar su fuerza y su disciplina para desarrollar nuevos hábitos personales.
1. Haz una lista de todas tus deudas. Recomiendo que lo dividas en dos categorías — las que se pagan mensualmente y las que debes en totalidades.
2. Haz una lista de todas tus pertenencias incluso efectivo, ahorros, ropa, propiedades, etc. Haz una nota al lado de lo que todavía debes.
3. Determina si hay algo de estas pertenencias que tú puedas sabiamente vender para adquirir efectivo para pagar tus deudas.
4. Desarrolla un horario de pagos de acuerdo con un presupuesto personal. Sé realista, no te comprometas hacer cosas que no puedes.
5. Contacta a tus acreedores que sean negocios o individuos para explicarles tu situación y tu plan. Y cuando sea posible, busca su colaboración en reducir los giros. No te comprometas a hacer nada que sea imposible de cumplir. Entrégale a cada uno una copia de tu presupuesto y tu plan de pagos. Es probable que la mayoría de ellos estén tan felices de ver un plan eficaz de repago que estarán listos a colaborar.
6. Nunca te escondas de tus acreedores ni escondas de ellos la verdad. Es deshonesto y cobarde. Cuando conozcan la verdad no te van a creer más, será imposible respetarte y nadie creerá que eres un discípulo de Jesús. Pórtate varonilmente y sed fuertes (I Corintios 16:13).
7. Aplica cualquier ingreso no anticipado a pagar tu deuda. Es un error considerar un dinero recibido de sorpresa un premio para ser disfrutado. Al agarrar cualquier céntimo, paga tus deudas.
8. No seas ridículo. ¡No hagas ninguna deuda nueva!
9. Busca consejos. Habla con los líderes de tu congregación, gente sabia y los que han tenido éxito con sus deudas.
10. Aprende a estar contento de lo que tienes.
Lee Lucas 3:14.
a. ¿Qué pecado nos ayuda a evitar este versículo?
b. Lee Filipenses 4:11-12. ¿Qué nos dicen estos versículos sobre el contentamiento y el dinero?
c. Lee Hebreos 13:5-6. ¿Cómo puede uno aprender a estar contento de lo que tiene?
III. PLANIFICAR UN PRESUPUESTO
Un presupuesto es simplemente una guía para la familia para ayudarnos a gastar el dinero sabiamente y con orden. No debe ser inflexible porque a veces tiene que ser ajustado y revisado y más con el tipo de economía como venezolana con una inflación tan alta; sin embargo la vida en una economía inflacionaria es más difícil para aquellos que no se planifican, que no tienen un presupuesto. El mismo, Sirve como un instrumento para medir los gastos actuales por un plan anteriormente aceptado. Loren Geistfeld, catedrático de la Universidad de Ohio en el Departamento de Economía del Hogar, ha dicho que ningún presupuesto familiar funcionará si no están todos de acuerdo.
Larry Burkett aconseja en su libro, Your Finance and Changing Times (Tus finanzas en los tiempos de cambio) pg. 71 dice que todos los gastos deben caer en tres categorías: (1). Las necesidades. Eso incluye comida, ropa, medicina, etc. (2). Los deseos y las preferencias. Eso involucra decisiones sobre la cantidad de cosas que vamos a comprar... decisiones para comprar ropa para el trabajo o para la calle, lomito o perro caliente, un carro nuevo o un carro usado, etc. (3). Los deseos. Eso incluye todas las cosas que queremos que no sean compras egoístas sino de última escogencia, es decir, después de comprar todas las cosas primordiales para la vida y después de pagar todas nuestras obligaciones.
A. Dios nos enseña a planificar
1. Lee Proverbios 16:3 y 9. ¿Cómo puede incluir uno a Dios en su planificación personal?
2. Lee Proverbios 14:8 y 15. Describe a un hombre sabio
3. Lee Proverbios 27:23-27. ¿Qué dicen estos versículos sobre la planificación financiera?
4. IBM tiene un proverbio que dice "Si no alcanzas la verdad, la verdad te alcanzará."
5. Lee Proverbios 18:13. El sabio…
6. Lee Proverbios 15:22. Mientras que uno va planificando su presupuesto es sabio:
B. Revisa tus gastos
Hay dos cosas necesarias para desarrollar un presupuesto eficaz. Primeramente tienes que saber cuáles son tus metas y en segundo lugar, debes saber como has vivido recientemente. Por ejemplo, si hay recibos, etc. De los gastos del mes anterior, deben ser estudiados. También puedes hacer lo que se recomendó anteriormente, escribir en un cuaderno de notas tus gastos diarios por un mes, recuerda que pueden sorprenderte los resultados.
C. Formula para un presupuesto
Uno debe establecer categorías fijas en su presupuesto. Las más comunes son:
Mi ofrenda______________________________________
Casa___________________________________________
Comida_________________________________________
Transporte______________________________________
Ropa___________________________________________
Educación_______________________________________
Ahorros________________________________________
Medicina________________________________________
Otros giros mensuales______________________________
Misceláneas______________________________________
D. Mantén un record perfecto
Cuando una persona tiene sus finanzas en orden quizás pueda gastar algo pequeño sin guardar apuntaciones de los más pequeños detalles. Pero cuando las cosas andan mal es necesario saber donde están los céntimos mejor que los cajeros del blanco. Lleva un cuaderno de bolsillo en que anotes todas las transacciones hasta los chicles.
Es difícil para un cristiano ser un ejemplo correcto o ser eficaz en compartir su fe si está amarrado y enredado con problemas financieros. Si tienes problemas, decide hoy escapar. Si no tienes problemas todavía tienes responsabilidades. Debes ser un buen mayordomo de lo que Dios te ha dado.
Recomiendo que la familia se reúna periódicamente para mantener el control y renovar su compromiso con el plan de libertad financiera.
IV. PLANIFICAR NUESTRA OFRENDA
Aunque la mayoría de los cristianos entienden que deben ofrendar, tienen dificultades en decidir la cantidad que van a dar. La clave para resolver este problema está en nuestra actitud. Pero con una actitud buena y correcta todavía es necesario determinar las cifras que vamos a poner en el cheque o la cantidad de billetes que vamos a sacar de la cartera.
A. El diezmo
La literatura egipcia de los más antiguos tiempos, enseñan a las personas a ofrendar a sus dioses un diezmo de todos sus ingresos. La información que nos viene desde el año 2.000 A. C. nos indica que los de Babilonia pagaron diezmos a los templos de sus dioses. Los griegos antiguos fueron enseñados de que cualquiera que no pagara diezmos a su dios era ateo, irreligioso y debía ser destruido.
La historia más antigua de los romanos indica que el diezmo no fue parte de su herencia. Es probable que el diezmo comenzara durante los días de Adán y desde allá se extendió a todas las razas y generaciones de la tierra.
La historia bíblica del diezmo es muy clara.
1. Lee Génesis 14:20 y Hebreos 7:2-4.
a. ¿Quién pagó un diezmo a quién?
b. Según Hebreos 7:17 Melquisedec prefigura a Jesucristo.
c. ¿Es razonable que los seguidores de Cristo le ofrendarían menos de lo que Abraham pagó a Melquisedec?
2. Lee Génesis 28:22. ¿Qué promesa hizo Jacobo a Dios?
3. Lee Levítico 27:30-33. ¿Qué fueron requeridos a ofrendar los israelitas a los levitas?
4. Lee Deuteronomio 14:22-27. Esta es una segunda…
5. Lee Deuteronomio 14:28-29. Aquí encontramos que Dios exigió un tercer…
OTRAS OFRENDAS
Además de los diezmos mencionados hubo para los judíos otras ofrendas necesarias. Por ejemplo, Levítico 19:9 les enseñó a no segar el último rincón de su tierra ni espigar la tierra segada para dejar esto para los pobres, viudas y el extranjero. En Deuteronomio 26:1-10 tenían que dar ofrendas de las primicias de sus cosechas. En Levítico 27:30 encontramos un diezmo especial para el Señor. En Deuteronomio 14:22-27 habla del diezmo de la fiesta. Deuteronomio 24:28 menciona el diezmo para los pobres. Deuteronomio 16:1-10 menciona una ofrenda voluntaria durante la fiesta de semanas. Levítico 27:9 y 28 les enseñó a sacrificar animales en pago de votos a cosas santificadas. En Deuteronomio 15:1-6 les enseñó que cada siete años tenían que pagar todas sus deudas que no podían pagar. En Levítico 22:29 tenían que pagar una ofrenda sacrificando el primogénito de los animales. Y finalmente hubo otras ofrendas de gratitud.
De estos versículos es obvio que los judíos dieron 33% de sus ingresos a Dios cada año.
Lee Mateo 23:23. ¿Qué nos enseña Jesús sobre los fariseos y el diezmo?
Aunque no hay ninguna referencia para insistir en qué los cristianos pagaran o deban pagar el diezmo, la historia del diezmo entre la gente de Dios hace difícil creer que Dios aceptaría algo menos.
B. Principios para ofrendar
1. Lee los versículos siguientes y menciona el principio que enseña.
Romanos 12:8.
II Corintios 9:6
II Corintios 8:2.
II Corintios 8:3.
II Corintios 8:5.
II Corintios 8:7.
II Corintios 8:8.
II Corintios 8:11.
II Corintios 8:12.
II Corintios 9:2.
II Corintios 9:5.
II Corintios 9:7.
Lucas 21:1-4.
2. Lee I Corintios 16:2 y contesta las siguientes preguntas sobre el ofrendar.
¿Cuándo? ¿Quién? ¿Qué? ¿Cuánto? ¿Por qué?
C. Los beneficios de ofrendar
Aunque Dios promete premiar al dador generoso, nadie debe ofrendar con motivos egoístas de recibir premios o beneficios. Debe ofrendar porque ama al Señor y le quiere agradar.
1. Lee Proverbios 3:9-10 y 11:25. ¿Qué promete Dios?
2. Lee Malaquias 3:10. ¿Como tenían que probarle a Dios los judíos?
3. Lee Lucas 6:38. "Dad y se os
4. Lee Hechos 20:35. ¿Como funciona esto?
5. Lee Mateo 19:21,26-30; Lucas 14:33. ¿Qué nos promete Jesús en estos versículos?
6. Lee II Corintios 9:6. ¿Qué tiene que ver el plantar y el cosechar con nuestra ofrenda?
Con estos principios bíblicos bien puestos en la mente revisa tus ofrendas para ver si has ofrendado como Dios quiere. Si has cometido el error mencionado en Malaquias 3:8 de robarle a Dios, arrepiéntete. Decide ahora ofrendar generosamente. Únicamente así vas a resolver tus problemas económicos. ¡Créemelo! Conozco a muchos que han intentado resolver sus problemas económicos primero y ofrendar a Dios después. Nunca alcanzan esta meta. Los judíos en los días de Hageo habían prometido construir la casa de Dios pero después de comenzar, la dejaron incompleta. Dios mandó a este profeta para decirles que los años de escasez que estaban sufriendo fueron el resultado de no ofrendar y trabajar cómo El demandaba. Favor de leer Hageo 1:1-5. Si tienes deudas con Dios y con los hombres comienza tu nuevo plan apartando por lo menos 10% de tus ingresos para Dios y te prometo que El te ayudará a pagar el resto.
CONCLUSIÓN
La esclavitud financiera es probablemente la más cruel y emocionalmente la carga más pesada que uno puede experimentar. Por eso, la libertad financiera es una de los más bellos beneficios secundarios que un hijo de Dios recibe como consecuencia de caminar en la luz.
Es un imperativo que esta lección no sea un ejercicio académico sino una experiencia práctica que cambiará tu vida. Es una lección larga, profunda y compleja. Debe ser repasada frecuentemente hasta que las reglas, consejos y escrituras sean muy familiares.
Termino con un versículo que me ha sido de gran provecho cuando todo parece andar mal. "Pues aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas falten en el aprisco, y no haya vacas en los establos; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me regocijaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como los de las ciervas, y en mis alturas me hace andar (Habacuc 3:17-19). Es decir cuando no hay comida en la nevera ni ropa en el closet y me cortan la luz y me quitan la línea de teléfono, cuando mi cuenta bancaria está vacía y no tengo dinero para transporte, cuando llueve y el tráfico es imposible con todo yo me alegraré en Jehová y me regocijaré en el Dios de mi salvación.
¿Te agregó valor esta lección?
¿Cuáles son las diferencias entre un mayordomo y un dueño?
¿Cómo ve el dinero Dios y cómo lo ve la humanidad?
¿Es importante ofrendar y por qué?
¿Cuáles son los beneficios que recibo a la hora de ofrendar?
¿Qué nuevo compromiso puedo hacer hoy según lo estudiado?