Jorge Luis Borges

Ceniza

Una pieza de hotel, igual a todas.

La hora sin metáfora, la siesta

que nos disgrega y pierde. La frescura

del agua elemental en la garganta.

La niebla tenuemente luminosa

que circunda a los ciegos, noche y día.

La dirección de quien acaso ha muerto.

La dispersión del sueño y de los sueños.

A nuestros pies un vago Rhin o Ródano.

Un malestar que ya se fue. Esas cosas

demasiado inconspicuas para el verso.