Son fácilmente reconocibles por tres rasgos principales:
Verbo copulativo: ser, estar o parecer
Atributo:
Sintagma Adjetival (en concordancia con el Sujeto): Las nuevas bomberas parecen valientes
Sintagma Nominal: Su nombre es Clara
Sintagma Adverbial: Su corazón está bien
Sintagma Preposicional (para expresar procedencia o ubicación): Mis amigos son de Extremadura
Salvo el caso de los atributos locativos, todos ellos pueden sustituirse por el pronombre neutro lo.
3. Con ambos: núcleo y complemento se construye un predicado nominal, en lugar de un predicado verbal. Por su medio se atribuye una propiedad al Sintagma Nominal Sujeto.
Son semejantes a las copulativas, pero difieren en dos de los tres rasgos antes citados:
Verbos semicopulativos: aquellos que expresan el resultado o la continuidad de un hecho o un proceso. No solo evalúan un estado, como los verbos copulativos, sino que lo describen como un devenir: resultar, permanecer. En la mayoría de los casos son verbos predicativos que han adquirido una acepción resultativa: salir, terminar, ponerse, encontrarse, quedarse, volverse, hacerse, venir (con CI), etc.; o describen la continuidad de un estado: seguir, ir, mantenerse, andar, etc.
Atributo: concuerda en género y número con el Sujeto. Es un argumento imprescindible para la construcción del predicado, a diferencia de la mayoría de los complementos predicativos.
Sintagma Adjetival:
Se ha puesto enfermo
El vestido me viene estrecho
Sintagma Adverbial:
Tus hijas siguen bien
No construye un predicado nominal, puesto que el verbo añade un significado suplementario a la mera atribución de una propiedad al sujeto: la descripción de un proceso (aspecto: resultativo o durativo) o la realización de un logro (modal: posibilidad, capacidad).