Hay oraciones que se disfrazan de reflexivas pero no lo son.
Los verbos que las constituyen se llaman pronominales, por el hecho de ir acompañados de un pronombre, aunque no tenga una función sintáctica independiente.
No pueden confundirse con las oraciones de pasiva refleja o impersonales, porque el morfema pronominal varía según la persona del Sujeto; es decir, que el pronombre concuerda, en cuanto al número y la persona, tanto con el Sujeto como con el verbo, a diferencia del morfema pasivo o impersonal invariable.
Sin embargo, parece más difícil distinguir una oración pseudorrefleja de una oración reflexiva. Principalmente, el morfema pronominal no actúa como un pronombre reflexivo con una función sintáctica propia, sea la de CD o la CI. Ahora bien, ¿hay algo más que una diferencia en la sintaxis?
Algunos de ellos (una minoría) son exclusivamente pronominales: quejarse, arrepentirse, atreverse, suicidarse, enorgullecerse, fugarse, pirarse, etc. No es casual que todos ellos tengan en común, al menos, dos rasgos:
1) El Sujeto o Arg1 corresponde al argumento experimentador, aun cuando varíe la modalidad de la experiencia, así como la presencia o no de un Arg2 (causante, estímulo, inspirador).
Me arrepiento (de aquello)
2) El Arg2, cuando aparece, es un Complemento de Régimen preposicional: te quejas de, me atrevo a, etc.
Me he quejado del maltrato
3) Si se trata de verbos de movimiento o desplazamiento, el CRég será un argumento de lugar (origen, ubicación, etc.):
Nos hemos fugado de la cárcel
La mayoría de los verbos que admiten un morfema pronominal (sin que sea un pronombre reflexivo o recíproco) podrían también no llevarlo: caer/se, comer/se, pasear/se, etc. La variedad morfosintáctica es considerable: transitivos (con un CD), intransitivos (con un CRég o sin él).
Se ha dicho que la presencia del morfema pronominal indicaría un cambio de estado en el sujeto o un cierto énfasis intensivo en el verbo (a diferencia del mismo verbo sin el pronombre). Se pueden fijar algunos rasgos comunes entre ellos con mayor precisión:
1. Si el verbo sin pronombre es transitivo:
1.1. Se cambia el CD por un CRég, para señalar el causante de una experiencia:
Han ocupado mi país
Se ocupan de mi país (= Se preocupan por mi país)
1.2. El Grupo Nominal en función de CD tiene que llevar un determinante, cuanto más definido, mejor, por similares motivos. La presencia del morfema pronominal transforma los argumentos del verbo en experimentador (Arg1) y causante, inspirador o estímulo (Arg2).
Ha leído libros
¿Comes pizza?
Se ha leído todos esos libros
Me he comido la pizza
2. Si se trata de un verbo inergativo o inacusativo:
2.1. El Sujeto agente se convierte en experimentador:
Jorge pasea todos los días
Jorge se pasea por aquí
2.2. El Sujeto experimentador implica un Arg2 inspirador o causante:
Ríe con frecuencia
¿De qué te ríes?
Se ríe de los problemas
2.3. El Sujeto paciente o afectado se convierte en experimentador más autónomo:
Duerme como un lirón
Se ha dormido, por fin
Está quieto -> Se está quieto
3. Si es un verbo de movimiento, también puede percibirse que el Sujeto adquiere mayor autonomía; es decir, se convierten en verbos "automóviles" gracias a la marca pronominal. En otros términos, el Sujeto meramente animado (TEMA) del movimiento se transforma en experimentador animado:
Va a Sevilla
Se va a Sevilla
Sale agua de la fuente
Se sale el agua
Habitualmente, las oraciones pseudorreflejas se clasifican como:
Cuando se construyen con un CD:
Me he comido todas las lentejas
Se construyen sin complementos o con un CRég:
Se cayó de la bicicleta
Nos arrepentimos por/de aquellos tiempos
Se pasean con sus hijos por esta calle.
Nos hemos dormido
El procedimiento más común consiste en intentar la sustitución del morfema pronominal por un pronombre personal átono de CD (lo/a, los/as) o CI (le, les) para comprobar que es imposible, en el caso de una oración pseudorrefleja, a diferencia de las oraciones propiamente reflexivas.
*Lo cayó de la bicicleta
*Le he comido todas las lentejas
*Los arrepentimos
Cf. Me peino yo: reflexiva directa... y luego lo peino a él: oración transitiva
¿Por qué?
Sencillamente, el morfema pronominal en cuestión no es un argumento del verbo, sino un marcador (redundante) de que el verbo ha seleccionado el argumento experimentador como Sujeto, así como, cuando es el caso, otro Arg2 con el rol semántico de causante, inspirador o estímulo.
Así y todo, hay verbos que desafían la prueba de la sustitución:
Nos hemos bañado en la playa
Me baño yo y luego lo baño a él
Primero la duermo a ella y luego me duermo yo
Pasean al perro por la mañana y ellos se pasean por las tardes
Adviértase que el significado del verbo es radicalmente distinto en sendas acepciones, sobre todo, por el rol semántico de los argumentos:
1. Dormir (Paciente), pasear (Tema móvil):
Oración intransitiva
Duermo habitualmente hasta las siete
Paseamos todos los domingos
2. Dormirse, bañarse, pasearse (Experimentador):
Oración pseudorrefleja intransitiva
Me he dormido
Me baño en esa playa todos los veranos
3. Dormir, bañar (Agente, Paciente).
Oración transitiva
La he dormido con una canción.
Ya lo he bañado
Oración reflexiva directa
Voy a bañarme yo (a mí mismo).
Ahora sí que podemos responder, incluso, a una cuestión tan difícil como esta. ¿Qué pasa con los verbos que, de por sí, tienen dos argumentos: experimentador y causante o estímulo, como sentir, ver, notar, etc.?
Obviamente, todos tienen la misma red temática:
Sentir, ver, notar (Experimentador, Causante)
¿Lo has notado?
Siento unas punzadas en el pecho
Te veo mucho mejor
No necesitan ningún marcador subsidiario para que se perciba su estructura argumental. Por tanto, cuando usen un pronombre reflexivo, el resultado será una oración reflexiva directa:
Nos hemos notado mejor en el terreno de juego.
Me siento feliz, a pesar de las dificultades.
O bien, si es un pronombre recíproco, una oración recíproca directa:
Se han visto muchas veces desde aquel día.