Además, hay bastantes palabras que son homófonas, es decir, suenan exactamente igual, aunque sean totalmente distintas por su significado y por su función sintáctica.
3. Se ha ido de casa.
4. Se casa.
5. Se ha ido de caza.
En los enunciados 3 y 4 ‘casa’ y ‘casa’ son homófonas y homógrafas (iguales también en la escritura: homonimia total), mientras que en el 5 solo se produce una homofonía (homonimia parcial) si los hablantes siguen la norma dialectal del andaluz o del llamado “español atlántico”.
Dos de ellas pertenecen a la misma familia léxica: ‘cas-a’ es una forma verbal emparentada con ‘casa’, aunque no deriva directamente de ella. Por el contrario, ‘cas-a-miento” sería un derivado nominal del verbo ‘casarse’. Como resultado de la formación de palabras, ‘cas-a, cas-a, cas-a-miento’ comparten una misma raíz o lexema: *cas-.
La derivación se produce por la adición al lexema de un morfema derivativo: *-miento, del cual puede ser prefijo (antes del lexema: ‘super-casa’) o sufijo (después del lexema: ‘cas-a-miento’, 'cas-ona', 'cas-oplón').
La composición reúne dos raíces o lexemas para crear una nueva palabra, aunque sean de distinto tipo: 'sobremesa', 'pasapalabra', 'porque'.
Como acabamos de comprobar, no todas las palabras homófonas, e incluso homónimas, están emparentadas morfológicamente por derivación. Sin embargo, ya hemos entendido que nuestra mente no organiza el lenguaje por medio de categorías científicas, sino por familiaridad y semejanza con los prototipos subjetivos o sociales que reconocemos.
La etimología popular o asociativa está en el origen de la mayoría de los errores ortográficos que repetimos de forma inconsciente:
tubo (sustantivo) vs. tuvo (pasado perfecto simple del verbo tener) y sus derivados mantuvo, contuvo, retuvo, obtuvo, etc..
ver (a ver si, cómo, etc.) vs. haber.
rayo, raya, rayar vs. rallar, rallador.
vaso vs. basar, rebasar, rebosar, rebalsar.
1. ¿Qué familiaridad detectas entre las siguientes palabras y expresiones de la lengua común?: pollo, poyo, empollar, ampolla, apoyar, podio o pódium, montar un pollo (¿o poyo?), repollo, polla, porra.
1.1. Comienza por establecer intuitivamente la relación entre las palabras por su forma.
1.2. Después, comprueba cuáles son realmente derivadas unas de otras, a través de los enlaces y las aplicaciones disponibles sobre relaciones morfológicas (o morfoléxicas) y etimología del español.
2. Confieso que siempre he tenido dificultades para distinguir la ortografía de los verbos rallar y rayar. ¿Qué “confiesas” tú?