Según acabamos de comprobar, las letras son categorías inexactas, como los prototipos con que la lengua natural clasifica los animales o las plantas, a diferencia de una taxonomía científica. En buena medida, si tenemos tantos problemas para aprender ortografía es porque estamos obligados a asumir como prototipos algunos estereotipos que no se inducen racionalmente de los hechos: ¿por qué diferenciar las letras b y v, si representan el mismo fonema?
Tampoco es que los defensores de la ortografía tradicional carezcan de razones. La principal de ellas es que buena parte del léxico castellano procede de lenguas clásicas (latín, griego, árabe, etc.), ya sea por evolución desde el latín, ya sea por el contacto entre lenguas o el bilingüismo, como en el caso del amplísimo vocabulario de origen árabe, ya sea por adaptación posterior en forma de neologismos o cultismos. Algunos filólogos o gramáticos alegan que, si prescindiéramos de la ortografía tradicional, sería más difícil intuir cuál sea la etimología de muchas palabras.
Sin embargo, es fácil comprobar que la evolución o la adaptación del vocabulario genera un verdadero caos de formas entre las cuales resulta casi imposible descubrir una familiaridad léxica. En cualquier caso, siempre tendremos los diccionarios etimológicos, algunos de ellos en línea, para ayudarnos a descubrirla, por simple amor al lenguaje (filo-logía). Veamos un ejemplo: huelga, holgar, folgar, juerga, jolgorio y algunas otras, proceden del verbo latino follicare, “resoplar”, a su vez derivada del sustantivo follis, “fuelle”. ¿Cómo descubrir la relación etimológica entre ellas por medio de la ortografía?
1. ¿Qué estereotipo está actuando en el uso de la palabra “huelga” para designar un acto reivindicativo del movimiento obrero, que implica un compromiso individual y colectivo?
2. ¿Basta la etimología para descubrirlo, o hace falta algo más de sociología y psicología?
3. ¿Perjudicaría o dificultaría el conocimiento de la lengua o la autoconciencia de los hablantes que desapareciera la h- en la escritura de los derivados de follicare en español?
4. ¿Crees que deberíamos sustituir “huelga” por “paro”, como en algunos países de América Latina (cfr. cesantía, “desempleo, paro”), para recuperar el sentido propio de la palabra? ¿Qué problema provocaría en el vocabulario del español de la Península, por ambigüedad?
La Lingüística es una ciencia; la Gramática puede entenderse mejor como una técnica, un "arte" (decían los antiguos), que ha servido para generar y reproducir una lengua estándar; es decir, un modelo normativo que se aprende en la escuela con el fin de comunicarse con hablantes de español en otros países y regiones, a veces muy distantes.
Tenemos que aprender cómo funcionan los prototipos de la gramática, aunque no coincidan totalmente con el modo en que se organiza nuestra forma de hablar en la lengua oral, en beneficio del entendimiento social y del desarrollo personal.
Los 500 millones de hablantes nativos de español en todo el mundo tienen problemas para entenderse, en gran medida porque las variedades lingüísticas son múltiples. No solo es el caso del dialecto andaluz, a su vez enriquecido por las aportaciones y variantes de decenas de hablas andaluzas. Tampoco puede hablarse, propiamente, de un solo dialecto mexicano, ni siquiera murciano (cfr. panocho), a pesar de la diferente extensión geográfica entre los territorios que abarcan (México o Murica).
Los dialectos son objeto del estudio de la dialectología y de la sociología lingüística, puesto que a las variedades vinculadas a un territorio (geolectos), se suman las variantes provocadas por la posición social, la clase o el estatus (sociolectos). En realidad, las variaciones concretas en las lenguas pueden estudiarse como las curvas de nivel en un mapa geográfico: se las llama isoglosas y se las representa en un atlas lingüístico. Véanse más abajo las imágenes tomadas del Atlas Lingüístico-Etnográfico de Andalucía (ALEA) y del Atlas Lingüístico de la Península Ibérica (ALPI), así como los mapas de isoglosas relativos a las variantes aspiradas [h] de j y -s en España y en América.
No hay ningún dialecto (cfr. la definición peyorativa en el diccionario de la RAE y la científica en Wikipedia o en Wordreference) que represente el "español puro". El andaluz es una forma de comunicarse tan válida como el castellano o como el colombiano. En cada país, la lengua oral, pero también la lengua escrita, varían considerablemente según la región, el estado, la ciudad e incluso el barrio donde se usan. Las diferencias entre países son relativamente mayores.
En muchos sentidos, el establecimiento de fronteras estrictas entre lenguas o idiomas distintos obedece a razones políticas, sobre todo cuando las lenguas en contacto pertenecen a una misma familia lingüística, como es el caso de las lenguas románicas o romances, todas ellas derivadas del latín. Por ejemplo, en Italia no se ha reconocido oficialmente el carácter de lengua o idioma diferenciado del siciliano, al que se sigue categorizando como un mero dialecto del italiano.
Así pues, ha sido demasiado frecuente que un idioma originario fuera denominado "dialecto", con una intención despreciativa y, muchas veces, racista, por el hecho de que se hubiera excluido su uso de la escuela y la administración pública, como consecuencia de la conquista y la colonización del territorio por otros pueblos, culturas o etnias. Tal fue el destino sufrido por las lenguas indígenas de América, aun después de la Independencia de las naciones americanas, hasta que los pueblos originarios reivindicaron su equivalencia con cualquier otra lengua, junto con el legado de su memoria cultural e histórica.
Imágenes extraídas de ALEA y ALPI.
Imágenes extraídas de: http://www.jotamartin.byethost33.com/alpi0.php
Extraído de Wikipedia: "Dialecto andaluz". Cfr., en sentido contrario, "Español andino".
1. ¿Crees que el andaluz es una lengua o un dialecto? ¿Por qué?
2. ¿Piensas que hay alguna diferencia de valor entre ambas etiquetas? Explica tu punto de vista.
3. ¿Qué estereotipo deforma o impide una interpretación acorde con la ciencia lingüística sobre esos términos: lengua y dialecto? Antes de contestar, piensa en cómo hablan los periodistas en las cadenas de radio y de TV en Andalucía, a diferencia de los participantes no profesionales.
4. Prueba a buscar “dialectos indígenas de América” en Google. ¿Por qué crees que remite automáticamente a otra referencia muy distinta? ¿Cuál es el prototipo aceptado por Google: el etnocéntrico (y racista) u otro más inclusivo y cercano al conocimiento científico?
5. Echa un vistazo a los mapas y consulta una entrada de la lingüista Eva Bravo, de la Universidad de Sevilla, antes de contestar: ¿Crees que existe el llamado “español atlántico? ¿Qué razones puede haber a favor o en contra, además de las puramente científicas?
Así pues, los propios hablantes y usuarios del español han inventado una norma que facilite el entendimiento, con ayuda de diccionarios, gramáticas e instituciones como las Academias de la Lengua. No hay una sola "Real Academia", sino una por cada país donde el español o "castellano" es una lengua oficial, hasta veintidós. El resultado de los esfuerzos de todos los hablantes (no solo de los académicos) por entenderse es la llamada "lengua estándar".
Lo que se enseña en las escuelas no es diferente de la lengua que se aprende en la familia, a través de la literatura y en los medios de comunicación. Las variantes del español coloquial, literario o mediático forman parte de nuestra lengua común. Los problemas surgen cuando solo aprendemos una variante y rechazamos las demás. Por ejemplo, si no practicamos la lectura o nos comunicamos la mayoría de las veces con las mismas personas, en casa o a través de redes sociales privadas.
El español estándar no es tanto una norma impuesta por la gramática, como una competencia práctica que nos hace capaces de entender y comunicar con cientos de millones de hablantes. Tiene que incluir una parte suficiente de muchas de esas variedades y, además, una norma común a todos.
1. ¿Cómo crees que se consigue adquirir la competencia en el español estándar, en un grado que los especialistas en enseñanza del Español como Lengua Extranjera (ELE) clasificarían como C2 (por ejemplo, el Instituto Cervantes)?
2. ¿Piensas que el Instituto Cervantes debería enseñar el español de la Península Ibérica, el español de América, el castellano, el andaluz (u otro)? ¿Por qué?
Los usos más habituales de la lengua en la literatura, en la educación y en los "manuales de estilo" (que establecen los grandes medios de comunicación: agencias, periódicos, Wikipedia, etc.) configuran el llamado registro culto o formal del español y de cualquier otra lengua. Hay que hacer un esfuerzo consciente para hablar y escribir con claridad: adoptar una actitud formal, que se aprende también en la familia, además de en la escuela.
No obstante, ¿qué ocurriría si una persona se acostumbrase a leer buenos libros del siglo XVI o solamente textos científicos y no hablase con las demás? Tendría dificultades para entender a los hablantes reales, claro, porque desconocería el registro coloquial o informal (doméstico, familiar, callejero, vulgar) de la lengua en su entorno más próximo: una multitud de contextos informales.
El español estándar está en permanente cambio, en buena medida por las aportaciones del registro coloquial. Constantemente se incorpora nuevo vocabulario, se revisan las normas de la gramática y se modifica la ortografía para facilitar el entendimiento.
Es difícil señalar límites reales a la capacidad de cada persona para cambiar de un registro a otro, de similar manera a como lo haría de una lengua distinta a otra, si tuviera una competencia bilingüe. La adquisición del registro culto de la lengua nativa permite construir el pensamiento y desarrollar la personalidad de forma autónoma en todas las dimensiones de la vida social. Lo más lógico sería pensar que las habilidades expresivas del registro más complejo enriquecerán los usos del registro más sencillo: el vocabulario y la sintaxis que organiza la lengua.
Ahora bien, el objetivo de la educación lingüística y literaria no consiste en asimilar una visión clasista o elitista del mundo contra las propias raíces. Desde luego, no lo ha sido en el caso de los grandes autores y autoras de las literaturas hispánicas; quienes, como hemos comprobado en los casos de Nebrija, Bello, García Márquez (Gabo) o Juan Ramón, propugnan una devolución de lo aprendido a sus semejantes y una revolución lingüística.
1. ¿Crees que una preocupación consciente por mejorar el desempeño de la competencia lingüística conlleva el rechazo o el abandono de las formas de la lengua popular o coloquial? ¿Por qué?
2. ¿Cómo puede enriquecerse la capacidad lingüística por medio de las prácticas del registro coloquial? Piensa en los géneros discursivos y las formas de comunicación que utilizan los jóvenes en los medios sociales… más allá de Whatsapp.
3. Recuerda lo que investigamos y aprendimos sobre la “pulsión incluyente” como marca de la modernidad en las literaturas hispánicas: el esfuerzo por conocer e incluir todas las culturas que se han expresado en español. ¿Qué efecto tendrá esa pasión sobre el aprendizaje de la propia lengua?
La Asociación de Academias de la Lengua Española (no confundir con las "academias" o centros de enseñanza del español por todo el mundo), es decir, las instituciones que se preocupan por establecer una norma común, se han puesto de acuerdo para crear un Diccionario (un compendio de todo el vocabulario o léxico del español), una Gramática (unas normas de uso) y una Ortografía (reglas de escritura: véase el índice).
Las últimas ediciones del Diccionario, la Gramática y la Ortografía son recientes: entre 2009 y 2014. Aun así, ya han sido criticadas por no atender a la realidad y a la diversidad de la lengua, como comprobamos hace unos días.
Por si fuera poco, ni la Gramática ni la Ortografía se difunden gratuitamente. Se venden caras.
1. ¿Crees que basta leer estas obras y aprendérselas de memoria para conocer el español estándar y practicar las normas comunes? ¿Qué opinas?
2. ¿Cómo organizarías el aprendizaje de una persona que no conociera el español o que necesitara mejorarlo?