MARÍA DE URRIZA Y LEONOR DE SARASA (1536)

«que yo era una gran parlera»: chismosa y maldiciente

Archivo General de Navarra (AGN), núm. 293599, Pamplona, 1536

Demanda interpuesta por el Fiscal y María de Urriza, costurera, vecina de Pamplona, contra Leonor de Sarasa, mujer de Miguel de Ordoqui, tintorero, vecina de Pamplona, sobre pago de 30 libras de multa por injurias y agresión.

Un día de 1536, cuando María Urriza, costurera, estaba en la puerta de su casa, en la calle de las Carnicerías viejas, pasó Leonor de Sarasa, la esposa del tintorero Miguel de Ordoqui, y le pidió la cofia que le había encargado, a lo que Urriza contestó que tendría que pagarla primero. Entonces Sarasa la amenazó con un aspa de enrollar hilo que llevaba en la mano y le dio de golpes mientras la insultaba, le rompió las tocas y la tiró al suelo. La versión de la demandada cuenta que la primera en despreciar e insultar había sido Urriza, que la había desairado llamándola parlera.

Por sentencia de la Corte de 26 de junio de 1536 condenan a Leonor de Sarasa a un destierro de un mes de la ciudad de Pamplona, a 30 libras «para las camas de los pobres de la cárcel que se han mandado hazer» y a las costas del juicio.

En su demanda, María de Urriza declara que Leonor de Sarasa «me dixo que le diese una cofia que me abía dado a hazer. E yo le respondí que me pagase, que se la daría. Y a esto la dicha acusada dixo que me daría con un aspa que llebaba en las manos una buena señal en la cara y porque yo le respondí “vos haréys menos”, començó la dicha acusada a dezir y me dixo de puta açotada, corrida linpiada». Le dio de golpes con el aspa en la cabeza con intención de señalarla y María se protegió con el brazo, que se le llenó de cardenales; le rompió las tocas de la cabeza, la tiró en el suelo y la siguió injuriando.

En su declaración una testigo cuenta que María de Urriza respondió a las injurias de Leonor de Sarasa diciendo «tan puta y más que yo soys».

Otra testigo reproduce la riña de este modo:

Leonor de Sarasa- Corrida por las calles.

María de Urriza- Yo soy la que soy.

En su defensa Leonor de Sarasa aduce que fueron María de Urriza y su madre las que la injuriaron y la maltrataron a ella; cuenta que «“la dicha María de Hurriça tomó cargo de azer huna cofia para huna creatura mía e yo le enbié a dezir e a rrogar que me enbiasse la dicha cofia. Y la dicha María de Hurriça me enbió a dezir que yo hera huna gran parlera, que ella tenía otro que azer sin azer mi cofia. E otro día, quando nos topamos, como vivimos juntos en hun varrio, veniendo sobre plática le dixe qué parlerías le abía echo yo a ella y luego me respondió palabras muy [***] y en esto luego dixo la madre de la dicha María de Hurriça, que estaba presente, que me dexase, que su hija hera tan buena como yo y a esto, porque respondí por mi honrra, la madre de la dicha María de Hurriça me dio de golpes”».

«Por la mucha flaqueza de la mujer, le es como natural el pecado de la lengua, porque, aunque todos los pecados son de flacos, el de la lengua es de flaquísimos. Así una mujer muda es un milagro, porque todas son parleras» (Juan de la Cerda, Libro intitulado vida política de todos los estados de mujeres, 1599)

© De la ilustración, Concha Pasamar

© De las transcripciones, Jesús M. Usunáriz

© De los textos, Cristina Tabernero

"Universos discursivos e identidad femenina. élites y cultura popular (1600-1850)” (HAR2017-84615-P)