CATALINA DE TOLOSA Y MARÍA DE ROTA (1535)

«yo no soy mala vestia ni nunqua yo he andado vestido el capote de lana tras los hombres»: adúltera

Archivo General de Navarra (AGN), núm. 143342, Lesaca, 1535

Demanda interpuesta por Catalina Tolosa, mujer de Juan de Zala, vecina de Lesaca, contra María de Rota, vecina de Lesaca, sobre pago de 200 ducados por injurias.

En 1535, en Lesaca, «en lugar público donde había e hubo muchas personas honrradas y de bien», Catalina de Tolosa acudió a los tribunales para demandar a María de Rota por haber dicho de ella que, por las noches, con ropa de hombre, salía de su casa buscando la compañía de otros hombres para cometer adulterio. Todo empezó cuando Catalina estaba riñendo con otra mujer en la calle; pasó por allí María de Rota y se entrometió en la conversación ofendiéndola. Catalina se justificará diciendo que, como ella es recardera y tabernera, y debe salir de noche, se pone capote de hombre para protegerse del agua y de la nieve.

En la demanda se estima la injuria en 200 ducados de oro viejos «por los quales no quisiera haber seydo assí injuriada ni que le fueran dichas las palabras susodichas y quisiera más haber perdido aquellos de su hazienda o dexádolos de ganar que haber assí recibido la dicha injuria».

En la queja se dice que María de Rota «dixo a la dicha mi parte [Catalina Tolosa] que handaba de noches vestida con atabíos de hombres fuera de su casa y que solía yr a unas casas y otras de la dicha villa a echarse y se solía echar y había tenydo acceso y cópula carnal con muchas personas de la dicha villa y había cometido adulterio y quebrantado el [matrimonio] y fidelidad que le tenía prometida al dicho mi marido».

En su declaración un testigo afirma que Catalina estaba riñendo con la «hixa de Graxi Arguil», llamada Catalincho, mujer de Gabiaroça, cuando pasó por allí María de Rota y le dijo a Catalincho: «“tú no puedes hazer callar a esa muger” y la dicha defendiente dixo: “como en refrán, agoa arriba, agoa abaxo, tú no heres muger como ella que andas de noche con capote de lana vestido y que trae consigo el trabajo de honbres"».

Otra testigo confirma la riña y añade que también intervino en ella una sobrina de la demandante, Johana, mujer de Johanes de Irisarri, que dijo a María: «“Calla, mala vestia”», a lo que María respondió: «“yo no soy mala vestia ni nunqua yo he andado vestido el capote de lana tras los hombres”».

Según otra testigo, María le dijo a Catalincho: «'Yo no soy hija de la madre que dexa su creatura en la cuna y ba tras el exército y real y para quando buelbas que alle la creatura muerta”».

Otra testigo declara que la conversación habría discurrido de este modo:

Johana de Irisarri- [a María de Rota] [desde la ventana de su casa] Calla, tú, mala escogida.

María de Rota- Yo no soy mala escogida ni he ido nunqua vestido el capote de lana tras los hombres.

En su defensa, María de Rota declara que dijo lo que dijo «porque en la dicha villa y en otras partes muchas vezes suelen andar de noches y ahún la dicha demandante y otras mugeres, andando en sus tractos por sardinas, pescado y otras cosas, como es la dicha demandante recardera tabernera en la dicha villa y husa del dicho officio de recardera. Y así, quando van las tales y semejantes mugeres, suelen madrugar y trasnochar de noches y suelen llebar vestidos los capotes de los honbres y de sus maridos por las agoas y niebes que suele aber mucha en la dicha villa, pero no por ánimo ni intención de la injuriar; antes las tales palabras las abía dicho por le honrrar y dezir cómo la demandante a seydo y es muger solícita y de recado».

La recardera era la “revendedora con puesto en la plaza del mercado” (J.M. Iribarren, Vocabulario navarro).

© De la ilustración, Concha Pasamar

© De las transcripciones, Jesús M. Usunáriz

© De los textos, Cristina Tabernero

"Universos discursivos e identidad femenina. élites y cultura popular (1600-1850)” (HAR2017-84615-P)