MARÍA TERESA DE AZCÁRATE (1748-1753)

«Si está de Dios que he de ser casada…»: una indiana y el «crédito de doncellas honradas»

Archivo Diocesano de Pamplona (ADP), c. 1640, núm. 14

María Teresa de Azcárate, huérfana de padre, residía con su madre y hermanos en Macuto, en la provincia de Caracas, en donde «corrían en compras y ventas». Allí, por ser un «paraje en el que solían hacer aguada los marineros», conoció a Juan Bautista de Arrieta. Este, residente en San Sebastián, había viajado a Venezuela en 1745, en el navío San Joaquín, con 19 años, para trabajar como maestro tonelero para la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, provincia en la que residió al menos durante veintidós meses. Fue allí, y en ese tiempo, cuando ambos trabaron amistad y se dieron fe y palabra de matrimonio.

En 1748 Arrieta volvió a la península en el navío “El Coro”. Desde Cádiz el mismo Juan Bautista envió al padrino y tío de María Teresa, vecino de San Sebastián, José de Azcárate, una carta de su sobrina fechada el 14 de noviembre de 1748. En ella, la muchacha comunicaba a su tío una buena nueva: “Noticiole cómo tengo tratado contracto matrimonial con Juan Bauptista de Arrieta, tonelero mayor que va en ese navío, quien me ha dado palabra de casarse conmigo luego que vuelva a esta costa”, y le pedía su anuencia: “Le estimaré me avise si su merced ha gusto, porque habiéndoseme muerto mi padre no me queda otro que es mi señor tío y padrino”.

Sin embargo, cuando Arrieta arribó a San Sebastián, en 1752, había olvidado su palabra, e intentaba casarse con una vecina de aquella ciudad. Por esta razón, José de Azcárate, como «encargado» de su sobrina, inició los trámites judiciales ante el tribunal eclesiástico de Pamplona para impedir el casamiento de Arrieta. Arrieta, en todo momento, y a través de una declaración jurada, negó tener cualquier obligación con María Teresa. Finalmente, el tribunal, por sentencia de 19 de febrero de 1753, dio entera libertad a Arrieta para contraer estado.

Tras conocer que Juan Bautista de Arrieta, de vuelta en San Sebastián, pretendía casarse con otra, el tío de María Teresa, José de Azcárate, inició un pleito ante el tribunal eclesiástico de Pamplona para impedirlo. Pero María Teresa, despechada y orgullosa de su dignidad, en octubre de 1752, envió desde La Guaira una expresiva carta a su tío, en la que le pedía que se apartase del pleito, de forma que Juan Bautista pudiera casarse con quien quisiera.

Tinta a partir de “Joven escribiendo una carta de amor” de Pietro Antonio Rotari (c. 1755)

Carta de María Teresa de Azcárate para su tío y padrino José de Azcárate (fol. 65r-66v) (1752, octubre, 24, La Guaira)

«Señor Don Joseph de Azcárate.

Mi muy venerado padrino, tío y favorecedor:

Recibí la de v. m venida en San Juan, y que la he estimado como cosa propia de v. m. Y enterada de su contexto digo a v. m. que siento muchísimo el que v. m. se haya molestado tanto a fin de impedir el casamiento a Juan Bauptista de Arrieta. Y así, suplico a v. m. no se moleste más, sino déjele v. m. casar cuando quisiere, porque yo nunca le he citado, sino él a mí, que es tan poco crédito de doncellas honradas. Es verdad que cuando él me propuso que se quería casar conmigo le otorgué que sí, y entonces él me encargó mucho le avisase a v. m. cómo nos casábamos, aunque ahora se ha mudado de voluntad. Pero a mí de eso se me da poco cuidado, porque si está de Dios que he de ser casada no faltará un mozo; como que, si hubiera querido, podía estar casada, pero por no ser ingrato como Juan Bautista no he querido. Que, si yo hubiera hecho como él, hubieran dicho ahí en Vizcaya que, por fin, era hecho de indiana. Y así, Dios le ayude y le dé muchos aumentos de gracia.

Yo quedo muy agradecida de las diligencias que v. m. ha practicado, porque considero la ha hecho a fin de verme acomodada, porque siempre he experimentado no más que favores de v. m. y en adelante espero lo mismo de su gran benignidad. Y todas mis hermanas se encomiendan a v. m. muy de veras y particularmente mi madre y hermanos. Yo, con mucha más obligación, ruego a Dios le guarde a v. m. en la mayor felicidad los muchos años que puede y he menester.

Guaira y 24 de octubre de 1752.

B. l. m. de v. m. su más obligada sobrina y criada,

María Teresa de Azcárate».

© De la ilustración, Concha Pasamar

© De los textos y transcripciones, Jesús M. Usunáriz

"Universos discursivos e identidad femenina. élites y cultura popular (1600-1850)” (HAR2017-84615-P)