BÁRBARA NUIN, JOSEFA REMÍREZ DE LERÍN Y MARÍA SAINZ (1672)

«Anda, puercaça, pijacamas, que te e sacado los gusanos de la cama»: sucia.

Archivo General de Navarra (AGN), núm. 76816, Estella, 1672

Demanda interpuesta por María Fernández, vecina de Pamplona, esposa de Pedro de Gárriz o de Ugárriz, contra Bárbara de Nuin y Josefa Remírez de Lerín, su criada, vecinas de Pamplona, sobre injurias.

En Estella, en casa de Bárbara Nuin, en 1672, riñeron María Sainz, Josefa Remírez de Lerín y Bárbara Nuin, a la que Josefa servía como criada. Josefa trató a María de adúltera y esta la llamó puerca y meona, o, como se dice en Navarra, pijacamas o pixacamas (pisiar las camas), lo que, según algún testigo, corroboró su dueña. Relatan los testimonios que todo venía por la mala voluntad de María hacia Josefa, que la había servido cinco años como criada. La riña continuó en otro momento, cuando María Sainz iba hacia su casa, y, de no haber sido por el marido de esta última, habrían terminado a palos.

El alcalde y juez ordinario de Estella dictan sentencia el 26 de febrero dejando por libres y absueltos a los querellados y querellantes «por falsas y mal dichas las palabras que unos a otros se an dicho, declarando no cauer aquellas en ninguna de las partes». Confirman esta sentencia la Corte, el 1 de abril de 1672, y el Consejo Real, el 11 de mayo de 1672.

En su demanda María Sainz declara que Bárbara Nuin y su criada, Josefa Remírez de Lerín, le habían dicho «que la hauían echado por desbergonzada de las tres calles y que la azotaron en las casas de Pedro de Garde».

Una testigo declara haber visto que, a eso del mediodía, María Sanz y Josefa Remírez de Lerín estaban riñendo. Oyó el siguiente diálogo:

Josefa Remírez, criada- Ande, que por desbergonçada la sacaron de las tres calles y la açotaron en casa de Pedro de Garde.

María Sainz- Anda, puercaça, pijacamas, que te e sacado los gusanos de la cama.

Josefa de Remírez: Ella es la puerca lechona.

No oyó que Bárbara Nuin dijera nada en defensa de su criada, Josefa de Lerín.

Según otra testigo, María Sainz y Bárbara Nuin habían reñido por un gato. Una testigo le dijo a Lerín que «no diera lugar a más pesadumbres» entre ambas, pero Lerín insistió en que «era una desbergonçada, suçia la dicha María Sanz de Baldés, y que por tal la habían sacado de las tres calles y la habían açotado en casa de Pedro de Garde». La testigo declaró también que había oído cómo Bárbara respondía a María: «Más limpia tengo yo mi caualleriça que ella su casa y a mí no me an sacado de las tres calles ni me an açotado en casa de Pedro de Garde por desbergonçada».


En su defensa Bárbara Nuin y Josefa Remírez de Lerín declararon que aquel día, «solo con ánimo de injuriar», María Sanz entró en casa de Pedro de Ugárriz, amo de Josefa, y, con mucha cólera y «boçeando, que lo oyeron los vezinos», dijo «que hera una desbergonçada, mal ablada, deslenguada». Añaden que maltrató a Bárbara y que a Josefa «le tienen muy mala boluntad» porque se había ido a servir a casa de Bárbara Nuin despúes de cinco años en la casa de María Sainz.

Los testigos de la defensa declaran haber visto cómo María Sainz se acercó a Josefa y le dijo «que era una desbergonçada, meona». Y a esto respondió Lerín: «Si soy yo desbergonçada, por eso me sacaron de las tres calles y me açotaron en casa de Pedro de Garde». Y Bárbara volvió a dirigirse a María diciéndole "que qué desberguenço era el haber entrado en su casa a castigar a la dicha Josepha de Lerín, su criada", y Sainz le respondió: «Ande, baya y métase en el arca».

Otro testigo afirma que la riña comenzó cuando María Sainz subía por la calle hacia su casa. Se le acercó Josefa Remírez y le habló de este modo:

Josefa Remírez- ¿Qué ba ablando?

María Sainz- La muy desbergonçada.

Josefa Remírez- Mire v.m. lo que abla.

María Sanz- La muy desbergonçada, puerca, meona.

Josefa Remírez- No me espanto que v.m. me diga desbergonçada, porque por desbergonçada me an sacado de las tres calles y me an açotado en casa de Pedro de Garde y me an dado de palos.

Entonces Sainz la quiso agredir pero su marido, Juan de Ulzurrun, la agarró del brazo y la detuvo. No pudo evitar, sin embargo, que cogiera dos piedras y se las arrojara. Salió entonces a su ventana Bárbara de Nuin gritando:

Bárbara Nuin- Qué desberguenço es este, que bayan a casa a castigar a mi criada.

María Sainz- Calle, que no ablo con ella, que como a loca la dejo.

Bajó entonces Bárbara y le dijo:

Bárbara Nuin- Sean v.ms. testigos del desberguenço que ayan entrado a castigar a mi criada a casa.

Juan de Ulzurrun mayor, suegro de María Sainz, y María Sainz- Báiase ella al caserío de Learça.

Según otro testigo, María Sainz le dijo a Josefa Remírez que era una «desbergonçada, pícara», a lo que Josefa Remírez contestó que por esta razón la había sacado por las tres calles. María Sainz también la llamó «puerca, meona». Entonces, cuando Bárbara bajó y dijo que todo aquello era un «desberguenço», Sainz le replicó «que ella no había estado encerrada en Learça».

© De la ilustración, Concha Pasamar

© De las transcripciones, Jesús M. Usunáriz

© De los textos, Cristina Tabernero

"Universos discursivos e identidad femenina. élites y cultura popular (1600-1850)” (HAR2017-84615-P)