El dolor es un mecanismo de alerta. Es una señal que le manda a usted su cuerpo, de que ha sido lastimado o podría serlo. Si por ejemplo, usted toca algo que está muy caliente, su sistema nervioso mandará de manera instantánea una señal al cerebro y sin que usted necesite pensar, un movimiento automático alejará sus dedo de la fuente de calor.
Ahora, desafortunadamente para muchas personas, el dolor puede convertirse en una condición crónica.
Una persona que tenga:
Puede estar sufriendo de dolor crónico.
Esto afecta a la persona en su trabajo, su vida familiar, sus finanzas, su descanso, al punto de que puede tener consecuencias no deseables.
Desde hace más un siglo, la hipnosis ha sido utilizada como recurso de gran efectividad, para controlar el dolor crónico.
Un punto muy importante que debe ser señalado, es que siendo el dolor un mecanismo de alerta, la hipnosis no debe ser utilizada a menos que el origen del dolor haya sido diagnosticado por un médico. Un dolor de cabeza persistente podría ser, por ejemplo, señal de un tumor en el cerebro. En caso de que este dolor fuera controlado con hipnosis, la causa podría no ser identificada, con las serias consecuencias que esto podría traer.
Ahora, una vez que el médico ha hecho el diagnóstico, la hipnosis puede ser muy efectiva para controlar el dolor.
Investigaciones han demostrado que la hipnosis logra resultados muy superiores a otras opciones, por encima de la acupuntura, la morfina y otras opciones.
Y otra gran ventaja de la hipnosis es que no tiene efectos secundarios.