Por: Pedro Henríquez
Esta ha sido una pregunta muy común, desde que comencé a dictar entrenamientos de PNL en Venezuela.
El origen de la pregunta se debe a razones históricas y culturales: Tradicionalmente en nuestro país (como en muchos otros) la información, la tecnología, venía de “afuera”, es decir, empresas que habían desarrollado nuevos conocimientos, nuevos enfoques, venían al país a “venderlos”, o alguien se entrenaba y obtenía los “derechos” para dictar algo que generalmente tenía una patente. Entonces el curso era dictado por instructores locales y “avalado” por la empresa propietaria de ese modelo de enseñanza.
En el mundo de la PNL, el enfoque es TOTALMENTE DIFERENTE: NO EXISTEN ORGANIZACIONES NI INSTITUCIONES QUE “AVALEN” ENTRENAMIENTOS, salvo que sea por una relación de tipo comercial o quizás gremial, pero que en ningún caso podría ofrecer una verdadera garantía sobre la calidad del entrenamiento.
Vamos a ampliar este punto: En los inicios de la PNL se intentó crear algunas asociaciones, al estilo de por ejemplo “Asociación de ingenieros mecánicos”, “Sociedad Venezolana de Traumatólogos”, o “Asociación de Profesores de Matemáticas”. La intención de tales asociaciones, dentro de la PNL, tenía como fin agrupar a los profesionales de la especialidad, compartir experiencias y establecer de mutuo acuerdo algunos lineamientos para establecer los mínim0s de lo que se consideraba un entrenamiento de calidad.
Vale la pena señalar que estas asociaciones no tenían ningún basamento de tipo legal, al estilo de los colegios de profesionales en Venezuela, que se rigen por una ley específica para el ejercicio de la profesión.
Tales asociaciones, dentro de la PNL, no prosperaron y más tarde o más temprano dejaron de existir. Tiempo después, han aparecido nuevas asociaciones, algunas locales (en un país determinado) otras internacionales, que están actualmente funcionamiento, pero que hasta donde he podido ver, no representan ni remotamente la “máxima autoridad” en cuanto a la calidad de los entrenamientos. Tampoco son la referencia obligada a la hora de evaluar un curso (sin que esto signifique en absoluto que se les está ignorando ni negando sus méritos).
Una conclusión, entonces, es que usted puede tener la tranquilidad de que no existe una entidad a nivel mundial que “avale” los entrenamientos de PNL.
Por otro lado, y muy, pero muy importante: Los institutos más reconocidos del mundo (a manera de ejemplo: NLP Comprehensive, de Colorado, USA; IDEA-Seminars, de Wisconsin, USA; NLP University, de California, USA; etc.) entregan sus certificados basándose exclusivamente en su prestigio y la calidad de su instrucción. Esta es precisamente mi filosofía.
Al mismo tiempo, hay instructores e institutos de PNL que prefieren inscribirse en alguna asociación o hacer algún tipo de convenio con instructores o institutos de otros países. En algunos casos, deben pagar unos royalties bastante altos, por cierto (que sin la menor duda se los cobrarán a usted, el cliente). Entonces, quien utiliza esta opción se apoya, para poder vender, en que su certificado “lleva el sello o la firma” de alguien.
La pregunta que dejo en el aire es ¿Un diploma o un certificado que lleve la firma o el sello o el logotipo de algún instituto o alguna asociación le garantizan a usted que va a recibir un entrenamiento en PNL, de la mejor calidad posible?…
De manera que les recomiendo muy enfáticamente que no se dejen impresionar por publicidad que enfatiza un certificado avalado por terceros.
Mi recomendación es que usted se asegure de investigar bien y de recibir testimonios válidos de quienes estén realmente capacitado para opinar sobre como fue la calidad del entrenamiento que recibieron.
Le sugiero leer el artículo “Guía para contratar una buena instrucción en PNL” donde encontrará más información sobre este importante tema.
Para concluir: Yo ofrezco un aval muy valioso, ampliamente y satisfactoriamente comprobado por mis alumnos: La calidad de mis entrenamientos. Usted puede tener la plena seguridad de que si se entrena conmigo, usted aprenderá PNL pura y de verdad, auténtica PNL.