¿La Gente Cambia?

Hace varios años estaba dictando un mini-taller de medio día sobre algunos aspectos de comunicación basados en PNL. En algún momento mencioné algo acerca de las opciones (de la PNL) para lograr cambios en las personas. En el grupo había dos biólogos (profesores universitarios) que de inmediato comentaron "nosotros no creemos en eso, ya que somos biólogos". En su comentario estaba implícito el mensaje de que por razones biológicas no era posible lograr cambios en las personas. Me sorprendió aquello, ya que era la primera vez que lo escuchaba, y solo respondí "esa será la opinión de ustedes" (curiosamente ellos manifestaron su conformidad con mi respuesta).

Bien, voy a analizar el tema. Lo primero es que ciertamente hay aspectos de los seres humanos que desde un punto de vista biológico no pueden ser cambiados (intencionalmente, por medio de alguna técnica) -o pudiéramos decir- hasta la fecha no se ha descubierto la manera de hacerlo. Por ejemplo, el color de los ojos, la contextura del cuerpo o la estatura. Sin embargo, y nota qué interesante, Milton Erickson logró que un paciente suyo de veinte años aumentara su estatura 25 centímetros (en un período de un año). El caso fue tan atípico que aunque sus alumnos le insistieron, él se negó a publicarlo en la revista de la Sociedad Norteamericana de Hipnosis (de la que él mismo era el editor) ya que consideraba que nadie lo iba a creer.

Yo no le pregunté a los biólogos qué era lo que ellos llamaban "cambiar", aunque hubiera sido interesante hacerlo. En todo caso se pueden considerar algunos aspectos. Por ejemplo, una persona sufre de miedo escénico desde muy corta edad. Uno se podría hacer la pregunta ¿Es algo biológico? Por un momento vamos a suponer que si (más adelante se comentará algo sobre esto). Entonces habría que determinar si ese miedo es solo para hablar en público o si es general, para hablar con cualquier cantidad de personas, incluyendo una sola y en cualquier contexto. Vamos a asumir que si. Entonces por alguna circunstancia esta persona se ve involucrada en una actividad que la lleva a hacer con frecuencia presentaciones ante audiencias. Con la práctica, sesiones de entrenamiento y asesoría termina por convertirse en una muy buena expositora. ¿Cambió? Ciertamente que si. Pero probablemente cambió solo en ese contexto. Quizás sigue sintiendo miedo cuando le toca hablar con su jefe, en una reunión social o con extraños en la calle.

Ahora, volviendo al punto de si hay aspectos que desde el punto de vista biológico pueden o no ser cambiados. Hasta hace poco tiempo se afirmaba que los aspectos genéticos eran inmodificables. Hoy en día hay evidencias de lo contrario. No voy a profundizar en este punto por no ser mi especialidad, pero se pueden consultar los trabajos, de entre otros, de Bruce Lipton, Candace Pert, Ernest Rossi y muchos más.

Un caso interesante:

La señora Rosetta (no es su verdadero nombre) sufría de alopecia total (es decir, había perdido el 100% del cabello en su cabeza). Usaba una peluca y se había tratado con varios dermatólogos sin obtener ningún resultado. Prácticamente los especialistas le había indicado que pasaría el resto de su vida usando la peluca. De alguna manera fue a consulta con mi ex-alumno, buen amigo y mejor médico, el Dr. Ángel García (angelcuantico.com) que esa época vivía y trabajaba en Caracas. Él comenzó a tratarla con terapia neural y otras técnicas no convencionales. Conversando con ella llegó a la conclusión de que el origen de esa situación era emocional.

Yo lo visitaba con frecuencia y era usual que me comentara los casos especiales. Cuando me habló de este caso, él había logrado que a la señora le saliera lo que en lenguaje corriente podríamos llamar una "pelusita". Entonces le sugerí que le propusiera una inducción hipnótica como parte de su tratamiento. Ella estuvo de acuerdo. Le diseñé la inducción, con el apoyo médico de Ángel y, por supuesto, con el enfoque Erickson de que no es necesario conocer la causa del problema para resolverlo. Hicimos la sesión y en aproximadamente un mes la señora tenía abundante cabellera en alrededor del 60% del cuero cabelludo. Al poco tiempo de esto, Ángel decidió regresar a su ciudad natal para establecerse allí y se perdió el contacto con Rosetta, por lo que no se pudo saber como continuó su evolución. Pero definitivamente hubo un cambio.

Otro caso de cambio:

La señora había enviudado después de 53 años de matrimonio. Llegó a consulta con un estado de ánimo de tristeza, pesar, llorando. Expresó que su esposo había sido durante toda su vida “su único compañero, su papá, su hermano…” ya que no tenía más familiares. Desde el fallecimiento del esposo, ella se había mantenido en esa actitud. Entonces (y gracias Steve Andreas por enseñarme esto) le pregunté “¿Durante cuántos años disfrutó usted a su esposo?”. Ella respondió “Tres años de novios y 53 de matrimonio”. Entonces le dije que la desaparición de su esposo era algo inevitable y que era un hecho, que nada se podía hacer respecto al fallecimiento, que el tiempo no se podía regresar y agregué que ella había disfrutado de la compañía de su esposo durante 56 años. Le dije “Desconéctese de la pérdida y conéctese con todas esas experiencias positivas de todo el tiempo que usted disfrutó de la compañía de su esposo y hasta hable con él a diario, eso si, hágalo en privado para que no la vayan a ver como algo extraño”. Apenas escuchó esto, el cambio fue impresionante: se relajó, apareció un gran sonrisa en su rostro. A partir de ese momento su estado de ánimo fue mucho más positivo y se mantuvo así en el tiempo. Esto me recuerda una definición de John Grinder: “La PNL es el arte de usar el lenguaje para lograr que la gente cambie”.

Autor: Pedro Henríquez