Hasta ahora no habíamos tenido oportunidad de darnos un festín de eski de fondo, y es que este 2012 venía algo seco, así que nos fuimos a Finlandia.Allí, cerca del círculo polar ártico no podía faltar la deseada nieve. Nos pusimos en marcha , y desde Barajas ya comenzamos con retrasos, esta vez por huelga de controladores en Francia.El caso es que cuando aterrizamos en Helsinki habíamos perdido la conexión con el vuelo a Kuusamo, un poco contrariados pensando que perderíamos un día de ski, nos informaron las eficaces azafatas de Finnair, que nos habían encontrado un vuelo aRovaniemi, capital de Laponia, ciudad famosa en todo el mundo por ser la residencia de Papá Nöel. No pudimos visitarle , pues nada más poner el pié en el aeropuerto de Rovaniemi nos esperaba una amable taxista dispuesta a recorrer de noche durante unas tres horas, las nevadas carreteras y los 203 km que nos separaban de Ruka, lugar elegido por nosotros para alquilar una cabaña que sería nuestro "centro de operaciones" para estas vacaciones de Semana Santa.