Lunes 25 de junio de 2012, a las 8,45h ya hacía 24º.
Hoy al Bar Bariloche sólo hemos acudido tres "legionarios" a la convocatoria de la AVENTURA semanal, Goyita, Adolfo y Pedro Lázaro. Un café servido con poca simpatía pero con mucha eficacia nos ha puesto las "pilas".
La Ruta prevista para este lunes ha sido El Valle del Cambrones, sobrepasar el Cordal del Atalaya y llegar a Torrecaballeros.
La "logística" para esta marcha nos obligó a dejar un coche en Torrecaballeros y otro en la Granja, donde comenzamos. El paso por la Finca de la Sauca a las 9,30h un día de verano no resulta duro, hay mucha sombra. Recorriendo un bello camino, rodeado de Gamones en flor y verdísimos helechos, nos presentamos en el Río Cambrones que cruzamos por un puente de madera recientemente restarurado.
Siguiendo una marcada senda por su margen derecha, en quince minutos llegamos a la Primera Caldera, preciosa, el agua cristalina, las orillas pobladas de fresnos
No nos quedamos a darnos un "chapuzón", lo dejamos para más tarde. Continuamos río arriba, el trazado está muy marcado y es muy entretenido. Llegamos a la Caldera llamada del Guindo, hubo un tiempo que le hubo, quizás sea la poza con mayor superficie y las orillas son cómodas para para estar tumbados en su fina hierba a la sombra de la mucha vegetación que la rodea.
Muy próxima está la llamada La Negra, espectacular, con una superficie de unos 30 metros cuadrados, rodeada de rocas graníticas de una altura de más de cuatro metros, buena parte de ellas totalmente lisas y con una entrada de agua a través de un estruendoso torrente. Aquí si que nos bañamos. Adolfo y yo, con la misma vestimenta que nuestras madres nos trajeron al mundo, conseguimos hacer un "metesaca" en las gélidas aguas del Cambrones .
Seguimos la marcha, había que intuir el camino, la referencia en todo momento es el río, a partir de ahora hay muchas pequeñas calderas, que por la diferencia de desnivel las podemos observar escalonadas. Me recordaban, salvando las distancias, Las Gradas del Soaso de Ordesa.
Hay que alejarse del cauce que es "una selva", continuamos a media ladera con tendencia de subida, no hay senda ni siquiera "trocha" de ganado, hace muchísimo calor, la "avena loca" nos llega hasta la cara, sólo reconforta que parando y mirando lo recorrido contemplamos un esplendoroso y coquetón valle como pocos hay en el Guadarrama.
Al fondo del valle se vislumbra una especie de "pista". Nuestra intuición montañera hace que volvamos al cauce del río. Ahora pasamos por un pequeño bosque de fresnos que nos invita a descansar un rato, e incluso Adolfo se refresca de cuerpo entero a pesar de la poca profundidad del agua, que le llega algo más arriba de los tobillos.
Ya llevamos más de dos horas y media de marcha y hay que pensar en traspasar el Cordal del Atalaya. "Manos a la obra", una empinada pista muy descarnada, una loma llena de cambroños y rosales silvestres todos ellos en plena floración, y sudando a raudales, hacen que a las 13,30h consigamos llegar al collado desde el que ya se ve nuestra meta
Ahora ya es sólo bajar, ¡pero que bajada!, la pendiente es fuerte, el sol "escupe fuego", estamos secos. Atravesamos la finca del Rancho de la Marquesa, en la que saludamos al poco simpático dueño Sr. Peñalosa. Siguiendo un kilómetro la Cañada de la Vera de la Sierra, colindante a la anterior finca, llegamos al Cordel de Torrecaballeros. ¡Por fin tenemos la cerveza al alcance de la mano!, y en algo más de media hora estábamos en el Mesón de Camilo, en el pueblo.
Parecíamos "esponjas", nos entraba todo, cerveza, agua, vino con gaseosa, más agua. ¡Ah!, también comimos y muy bien. Conocemos el establecimiento, hemos terminado en él varias de nuestras marchas de los lunes y sabemos que Camilo nos trata muy bien
Esta ha sido una aventura más, dura por el calor; pero el Valle, el Río y sobre todo Las calderas, quedarán para siempre en nuestras retinas. Han faltado muchos, es periodo de playas, también a habido obligaciones ineludibles. Pero siempre habrá alguno de nosotros andando los lunes, para que estas reuniones montañeras perduren.