Prinobius myardi: concentración de perforaciones

La característica más llamativa de las poblaciones de Prinobius myardi es la alta concentración de perforaciones que, casi sin excepción, he podido observar en todos los hallazgos de esta especie. Esto significa que normalmente antes de observar un ejemplar o sus restos, habremos apreciado la existencia de troncos de árboles, vivos o muertos, adornados con numerosas perforaciones a través de las cuales emergen los adultos o imagos. Además, lo normal es que encontremos varios árboles con dichos agujeros, y no uno sólo.

La causa que explica explica dichas concentraciones es una baja tasa dispersiva. Los estudios publicados sobre la capacidad de dispersión de Lucanus cervus y de Osmoderma eremita, especies comparables en tamaño y peso a Prinobius myardi, indican una limitada capacidad de vuelo y de desplazamiento sobre el suelo [1] [2] [3]. En el caso de Prinobius myardi, estudios centrados en esta especie indican que son las hembras las que presentan una mayor movilidad frente al sedentarismo de los machos [4], [5], lo que podría suponer que la doble función reproductiva/dispersiva de los ejemplares hembra constituye una carga que perjudica en alguna medida el alcance de los desplazamientos de las mismas. En el caso de Prinobius myardi, tras observar en más de una ocasión viejos troncos de encinas con decenas o centenares de perforaciones, las cuales aparentan ser sincrónicas (no coetáneas), se revela un duradero poblamiento del mismo fuste, de forma que esta especie presenta tendencia a permanecer en el mismo árbol durante muchos años mientras no sea necesario emigrar a otro tronco.

Esto a su vez tiene como consecuencia una gran vulnerabilidad al manejo humano y alteración de las formaciones forestales en que habita Prinobius myardi. En aquellos casos en que la población de esta especie esté muy concentrada en un área pequeña de una formación forestal, la alteración o destrucción de dicha pequeña área significará la extinción de la especie en toda la mancha forestal. A su vez el hallazgo de una población de esta especie puede dar lugar a una apariencia de abundancia de la misma cuando podría ser que se tratara de una población aislada y localizada pero que perdura en el tiempo mientras permanezcan los viejos árboles sin prácticas silvoculturales.

También la prolongada persistencia sobre el terreno de la dura madera de las especies del género Quercus (las más frecuentemente ocupadas por Prinobius myardi) puede contribuir a la falsa sensación de abundancia. En la provincia de Málaga las encinas, cuya madera es de gran dureza y prolongada persistencia sobre el terreno [8],   son el hospedante más frecuente de esta especie [6] [7]], habiendo localizado en muchas ocasiones troncos resecos y endurecidos, probablemente ya no ocupados por Prinobius myardi, que siguen presentando el aspecto de “colador”, ofreciendo a primera vista la falsa sensación de presencia nutrida de la especie.

En mis recorridos por la provincia de Málaga, Prinobius myardi ha demostrado una presencia bastante localizada. Sólo en las manchas forestales de la parte centro-occidental de la Serranía de Ronda (Valles del Genal y del Guadiaro) se puede considerar que la especie está presente de manera extendida. Poblaciones menos extensas se encuentran en las cabeceras de los ríos Corbones y Guadalteba, y en los encinares de Archidona. Por último, dos poblaciones muy reducidas y localizadas se han hallado entre los términos de Álora y Almogía y en un encinar-isla de la Llanura antequerana. Esta última población, por lo reducido y aislada de la misma, merece una página aparte.

Tan revelador es la presencia de esta especie como su ausencia. El muestreo de la provincia de Málaga ha sido intenso, y se puede asegurar que Prinobius myardi falta en varias de las manchas forestales significativas de este territorio. En concreto falta en los alcornocales que orlan por el sur y el este el macizo ultrabásico de Sierra Bermeja, en los encinares de las Sierras del Arco calizo central y asimismo está ausente de las manchas de encinas con alcornoques de los montes de Málaga y de la Axarquía, salvo la reducida población que a duras penas persiste en la zona de Almogía. La causa de estas ausencias podría residir en el intenso manejo humano de estas manchas forestales, en la menor extensión de las mismas respecto a las de otras zonas de la Serranía de Ronda y al fraccionamiento y aislamiento de estas reducidas arboledas, rasgos especialmente patentes en la comarca de Montes de Málaga y Axarquía.

Por todo lo anterior Prinobius myardi se podría caracterizar como especie muy vulnerable a la alteración de su hábitat, ya que he podido constatar cómo viejas encinas, alcornoques y quejigos de las últimas comarcas mencionadas pueden estar habitados por parientes cercanos de esta especie como son los capricornios Cerambyx sp. o por otros perforadores como Dorcus parallelipipedus mientras que Prinobius myardi está manifiestamente ausente ante la inexistencia no sólo de ejemplares vivos o restos de los mismos sino sobre todo de sus conspicuas perforaciones.