Prinobius myardi

En esta especie los machos y las hembras tienen casi la misma longitud antenal, en los primeros supera por poco la mitad de los élitros y en las segundas apenas llega a dicha mitad. La estructura pronotal es un mejor criterio diagnóstico. En los machos el pronoto tiene los lados subparalelos, poco convergentes, y presenta dos placas triangulares un poco hundidas en la mitad delantera de éste; en las hembras los bordes externos del pronoto son claramente convergentes hacia la cabeza y el pronoto sólo presenta un área central irregular con escasa rugosidad (Fotos 1, 4 y 6, machos; fotos 2, 3 y 5, hembras y fotos 7 y 14, cópula).  Más detalles y fotos en  P. myardi, aspecto y hábitos.

La especie es polífaga, alimentándose las larvas de la madera no sólo de las especies de fagáceas autóctonas sino también de otras especies (árboles de ribera, y especies alóctonas siempre que no estén cuidadas por la mano del hombre), repudiando sólo las coníferas (Martínez, 2014). En la Península Ibérica es una especie termófila que ocupa los bosques autóctonos templados y cálidos de frondosas incluyendo las formaciones de ribera, siendo escaso y localizado en su área de distribución excepto en las envejecidas y sobreexplotadas dehesas del oeste y suroeste ibérico.  

Las fases larvarias tardan varios años en crecer, alimentándose de la madera de sus fitohuéspedes para lo que van excavando galerías alargadas cada vez más gruesas hasta que metamorfosean en los escarabajos adultos.

Los imagos o adultos aparecen habitualmente en el mes de julio, en menor medida a finales de junio y agosto. Son muy sedentarios y de corta vida, durante la cual no se alimentan, viviendo de sus reservas acumuladas en las fases larvarias. Son estrictamente nocturnos, refugiándose durante el día en las grietas, oquedades y refugios que les brindan los árboles viejos o decrépitos.

Es una especie sedentaria con escasa tendencia dispersiva, formado  poblaciones muy aparentes debido a la concentración y densidad de sus perforaciones en los mismos árboles que son explotados por varias generaciones de estos escarabajos. Esto le confiere una especial vulnerabilidad al manejo humano de las masas forestales,  ya que las podas y aclareos para leña y carboneo se ceban con los árboles y ramas que P. myardi ocupa a la menor señal de su presencia (orificios de emergencia), y por este motivo Prinobius myardi es escaso en buena parte de su área de distribución e incluso en el Levante ibérico se la ha dado por desaparecido  hasta finales del siglo XX, si bien en las últimas décadas se ha podido constatar su persistencia mediante varias citas de la misma desde Valencia a Cataluña. 

La distribución de P. myardi dista mucho de ser uniforme, tanto en la Península Ibérica, a tenor de los datos conocidos, como en la provincia de Málaga, que es el entorno de mi experiencia, de forma que a diferencia de sus primos los Cerambyx sp, no está presente en todas las áreas forestales ni comarcas, al ser más vulnerable al manejo humano de las manchas forestales que los Cerambyx sp. En la Península es abundante sólo en las envejecidas y sobreexplotadas dehesas andaluzas y extremeñas (Sánchez-Osorio, et al., 2010; Sánchez Osorio, 2005; López-Pantoja et al., 2005). Además la especie está presente de forma más localizada en áreas de Andalucía Oriental, Albacete, Castilla La Mancha, Cataluña, y Comunidad Valenciana (Vives, 2001; González et al. 2007; Pérez et al., 2015; Ventura & Llurba, 2010), estando ausente del extremo sudeste peninsular y de casi toda la mitad norte excepto los escasos registros en Valencia, Castellón y Cataluña.