Oryctes nasicornis: aspecto de los adultos

El aspecto del macho (fotos 1 y 2) es inconfundible, con sus élitros muy convexos, el pronoto con un amplio relieve transversal superior, a modo de quilla, rematado por pequeñas protuberancias. Y, sobre todo, un gran cuerno curvado y elevado desde la parte clipeal de la cabeza. El color es marrón con tonos rojizos burdeos. Las antenas son pequeñas, tienen 10 artejos y los tres últimos están dispuestos en forma de láminas que cuando están agrupadas parecen una pequeña maza. Los bordes de élitros y pronoto aparecen casi negros y engrosados, y entre ambos élitros acompañados de sendas hileras punteadas. Los fémures de las patas y rebordes  ventrales presentan una pilosidad marcadamente pelirroja, que con el tiempo se puede ir perdiendo.

Fotos 1 y  2, ejemplares macho:

  Las hembras (fotos 3 y 4) tienen un tamaño algo inferior que los machos en promedio, y se diferencian de éstos, en que el reborde pronotal y cuerno clipeal, especialmente este último, están muy atenuados. Es una especie de gran tamaño, que en nuestras latitudes oscila entre 30 y 40 mm, siendo raros los ejemplares de más de 40 mm. La variación intraespecífica en el tamaño de los insectos es frecuente, pero en algunas especies como ésta estas diferencias de tamaño pueden ir ligadas a su vez a una variación aún de mayor proporción en el tamaño de algunos atributos. Este en el caso de los machos de Oryctes nasicornis, en el que existen ejemplares major y ejemplares minor, de forma que tanto el relieve pronotal como el cuerno clipeal de los machos están reducidos en los ejemplares de pequeño tamaño mientras que los ejemplares mayores presentan formas espectaculares. En cambio las hembras exhiben una morfología bastante uniforme, ya que su cuerno clipeal  es  siempre poco pronunciado.

Fotos 3 y 4, ejemplares hembra: