Maslennikovo (Rusia) 1937
La primera mujer cosmonauta Rusa. Primera mujer en ir al espacio.
LA PRIMERA MUJER QUE VIAJÓ AL ESPACIO
Maslennikovo (Rusia) 1937
La primera mujer cosmonauta Rusa. Primera mujer en ir al espacio.
LA PRIMERA MUJER QUE VIAJÓ AL ESPACIO
A mediados del siglo XX, Estados Unidos y la Unión Soviética estaban inmersos en una competición para ver quién era el primero en viajar al espacio. Entonces, la Unión Soviética decidió mandar a la primera mujer al espacio, y de paso, podían comprobar si las mujeres eran capaces de aguantar las mismas condiciones que los hombres.
Como no había mujeres en la Fuerza Aérea Soviética, hicieron un casting entre todas las chicas rusas para saber quién era la persona adecuada para viajar al espacio. La elegida tenía que tener entre 18 y 30 años, tenía que medir menos de 1,70 metros, pesar menos de 70 kilos y tenía que estar familiarizada con el tema de estar en las alturas.
Eso disminuyó mucho las posibilidades. Tuvieron que buscar personas, también, en un club de paracaidismo. Finalmente, la elegida fue Valentina Tereshkova, una chica de 24 años que venía de una familia humilde y se había apuntado a paracaidismo, puesto que su sueño era volar.
Valentina, además de ser la primera mujer en ir al espacio, se convirtió en un símbolo del poderío. El 16 de junio de 1963, con 26 años, cumplió su sueño. Una vez allí, sus primeras palabras fueron: << Aquí Gaviota, aquí Gaviota. Veo en el horizonte una raya azul: es la Tierra. ¡Qué hermosa! Todo marcha espléndidamente >>.
El viaje duró 70 horas y 50 minutos. Valentina escribió un diario con todo lo que vivió en la nave.
Fue tanto el trabajo que ella hizo durante su viaje espacial que, al volver, los soviéticos celebraron por todo lo alto sus logros y Valentina fue nombrada “Heroína de la Unión Soviética”.
Cuando regresó a la Tierra, se graduó en Ingeniería cosmonáutica. Actualmente, ella continúa siendo una de las personas más queridas en toda Rusia, después de llegar al espacio y ganar muchos premios y reconocimientos.
Valentina continuó intentando alcanzar otros sueños que parecían imposibles en la Tierra, como evitar la desigualdad entre hombres y mujeres o promover la labor de los más necesitados apoyando orfanatos y programas de ayuda.
En la actualidad, a pesar de que vive tranquilamente en su casita en el campo, por las noches mira al cielo y sueña con que algún día podrá ir a Marte, aunque sea solo con un billete de ida.
Fuentes:
“Las chicas son guerreras”. De Irene Cívico y Sergio Parra.
“50 veces rebelde”, varios autores/as. Erein.
Escrito por Lola H. y Guratz