Málaga (España)1908-1940

Una mujer que se hizo pasar como hombre para cumplir su sueño de ser futbolista.

UNA MUJER EN EL CAMPO DE FÚTBOL

Los padres de Anita Carmona no comprendían a su hija. Anita, que había nacido en 1908, no quería entrar en razón, ella quería ser futbolista a toda costa, pero en esos años se consideraba peligroso y perjudicial para la salud de las mujeres.

En su barrio de Málaga, los marineros y los chicos jugaban con un balón, e incluso en las Escuelas Salesianas el padre Francisco Míguez Fernández organizaba partidos. Este sacerdote, un entusiasta que luego fundó el Sporting de Málaga, fue uno de sus principiantes apoyos. El otro lo encontró en su abuela Ana, que no entendía porque la niña no podía jugar a lo que quisiera.

Anita que se cortó el pelo, se vendó el pecho y comenzó a mezclarse con los jugadores masculinos. Entró en el equipo de fútbol de su barrio como ayudante del masajista, y se encargaba también de lavar la equipación. Bajo la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) se prohibió expresamente a las mujeres jugar y Nita empezó a correr peligro.

Tras las denuncias, la jugadora recibió varios castigos por “alteración del orden público”: le raparon el pelo y fue encarcelada, lo que suponía una violencia recurrente (que se repite) contra las mujeres que llevaban al cabo determinadas acciones en la época.También sufrió arresto domiciliario. Su familia quedó marcada y la trasladaron a Vélez donde también tenía familiares.

Sus padres la mandaron allí por consejo de un médico. Creían, de verdad, que jugar a fútbol mataría a Carmen. Pero ella logró entrar en el Vélez Fútbol Club con el nombre de Veleta.

Solo jugaba en los partidos fuera de su barrio, para no ser descubierta. Como tiempo después se prohibió por completo que las mujeres jugaran a cualquier deporte masculino, tenía que evitar en cada ocasión a los guardias urbanos que vigilaban que la norma se cumpliera, y muchas veces acabó expulsada y abucheada.

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Esta situación acabó con la Segunda República, en el año 1931; las mujeres pudieron practicar deportes, y organizarse en ocasiones deportivas, aunque esa libertad duró poco tiempo. Para entonces, ella ya había dejado de jugar. Se conservaban un par de fotos de ella vestida con la equipación del Sporting, posiblemente sacadas en carnavales, para disimular. Carmen falleció muy joven, a los 32 años, de fiebres, cuando de nuevo se había prohibido el fútbol a las mujeres. La enterraron con la camiseta del Sporting de Málaga, rodeada de sus compañeros, los jugadores que habían protegido su secreto y a los que les gustaba tenerla en su equipo o como rival, sin preocuparse de que fuera una mujer.

La historia de Nita nos habla de cómo puede cambiar tu vida según quiénes gobiernan y de que, incluso cuando existen las restricciones más injustas, la complicidad aparece en el camino. Su veleta era tan rápida como su creatividad y astucia para conseguir lo que anhelaba. Así, para hacerse su foto de futbolista con la equipación del Sporting esperó hasta carnaval para poder tenerla y no ser nuevamente castigada. Donde habita la censura, habita también el ingenio.



FUENTES:

RECOPILADA POR GAEL, ALAIN Y JUNE