Después de un buen madrugón, nos espera un viaje con destino: Milán.

Llegamos al aeropuerto, vamos a recoger el coche que nos llevará a adentrarnos en una ciudad llena de historia, cultura y arte.

Empezamos el día y nos desplazamos en metro hacia la plaza del Duomo, y saliendo de la boca del metro, alzamos la mirada y podemos ver una catedral espectacular de mármol blanco que nos deja boquiabiertos. Al lado de la catedral admiramos la Galería Vittorio Emanuel II, donde podemos ver el suelo lleno de bonitos mosaicos, tiendas, restaurantes y cafeterías históricas. Muy cerca de la Piazza del Duomo nos encontramos con la Piazza della Scala donde está el Teatro, el Ayuntamiento de Milán y un monumento conmemorativo a Leonardo da Vinci.

Seguimos nuestra visita por la ciudad hasta llegar a la fortaleza de la familia Sforza, lugar lleno de naturaleza donde podemos disfrutar de un paseo entre árboles y un precioso paisaje muy característico del otoño.

Es el momento de recuperar energías y que mejor manera que probar una deliciosa pizza milanesa.

Es hora de buscar nuestro siguiente destino: Mulino del Lentino, un lugar muy bonito donde nos hospedamos estos días.

Día 1 - Milano