A la Comunidad Hurtadiana:
A partir de mayo del presente año hemos presenciado como nuestra institucionalidad estudiantil ha sufrido un profundo quiebre desde las bases hasta la más alta representación. Sin pudor fuimos testigos de bajas tasas de representatividad en las propuestas políticas de los diversos “movimientos” existentes, que llevaron a la total desarticulación de las estrategias internas y externas que como estudiantes organizados de la Universidad Alberto Hurtado pudiésemos emprender produciendo una total ausencia de legitimidad estudiantil.
Creemos que éstas acciones han debilitado fuertemente la estructura tradicional que encabezó históricos procesos. Hoy no hemos sido capaces de actuar unidos y en bloque como Universidad ante los propios problemas del círculo de la exclusión social como al de la baja calidad que evidencia nuestro sistema educacional que reproducimos a diario. Atomizados nos guiamos sin horizonte por luchas particulares que no diferencian las herramientas de los fines. No obstante, los procesos actuales nunca los entenderemos como errores, sino como aprendizajes para la construcción de una Universidad más pública, democrática y pluralista. En este contexto, vemos de manera urgente la necesidad de re-fundar el movimiento estudiantil de nuestra casa de estudios y generar repuesta frente a los problemas que hoy formamos parte.
Carreras: De un tiempo a esta parte cada una de escuelas actúa de manera independiente, bajo dinámicas sectoriales que generan una paradoja: aún cuando se produce una acción atomatizada, no se identifican problemáticas internas que permitan generar una observación crítica y vinculante de la realidad de cada una de las carreras. Por el contrario, estas instancias se desvirtúan, sin alcanzar la total coordinación para dar cuerpo a propuestas que apunten a las problemáticas internas y, por otro lado, al fortalecimiento del movimiento estudiantil hurtadiano. Lo que subyace a la acción sectorial es un proceso de repliegue estudiantil que privilegia los medios sobre los fines.
Proponemos: La articulación de las carreras en función de dos frentes. Por un lado, una revisión crítica y reflexiva de su situación interna (malla académica, evaluación docente, prácticas profesionales, procesos y trámites de egreso, convalidación de cursos, etc.) Y, en esta misma línea, la proyección de la acción en función de una generación de discursos que vinculen a la comunidad estudiantil con las problemáticas a nivel universitario y nacional.
Qué problemas nacionales hay que vincular:
Total desarticulación de la FEUAH: coyunturalmente el consejo de federación es la instancia que suple la cabeza orgánica de nuestra institucionalidad estudiantil. Esto genera que 14 representantes deban desarrollar una doble función, por un lado, representar a sus carreras y dirigir a la universidad. Asimismo, se produce un proceso de desgaste de los representantes que conduce a un recambio creciente que obstaculiza la continuidad de las propuestas. Dicho en otras palabras, se produce un estancamiento de la acción estudiantil tanto a nivel sectorial como unitario.
Los miembros de la directiva y parte de los consejeros han sido incapaces de dirigir a la universidad a un debate nacional que nos posicione entre las universidades del país. Esto ha generado un choque entre los intereses sectoriales y unitarios que no permiten el desarrollo de una estrategia integrada desde la diversidad y pluralismo que debe representar una Federación. Asimismo, se produce un proceso de desgaste de los representantes que conduce a un recambio creciente que obstaculiza la continuidad de las propuestas. Dicho en otras palabras, se produce un estancamiento de la acción estudiantil tanto a nivel sectorial como unitario.
Proponemos: Hacernos cargo del desarrollo institucional que ha tenido la Universidad en su organización por Facultades, teniendo así –coyunturalmente – una dirección interina de Federación conformada por representantes de cada Facultad. Esto posibilita la generación de una instancia paralela que, por un lado, no debilita la organización particular de las carreras y, por el otro, establece un mecanismo que vele por los intereses colectivos de toda la comunidad estudiantil en la medida en que es portavoz único de la comunidad estudiantil.
Distribución de la información: Un problema histórico al interior de la organización estudiantil es la transmisión de información tanto interna como externa. Esta situación se ve agravada en el contexto actual, pues incide en la generación de mensajes contradictorios e información que no llega a todos los miembros de la comunidad.
Proponemos: Secretaría abierta de comunicaciones conformada por un equipo de estudiantes comprometidos con desarrollar efectiva y creativamente mecanismo de información autónomos.
Articulación con el Movimiento Social Externo: Concordamos con el diagnóstico histórico que apunta la existencia de tres tipos de estudiantes de educación superior (CRUCH, PRIVADOS Y CFTS e IPS) en sus necesidades y relaciones con el Estado. Coincidimos con que la educación chilena no es de calidad ni de equidad y que sólo es proclive a la diferenciación entre los estudiantes.
Proponemos: Articulación de un movimiento privado que dé cabida a las propuestas que ya se han desarrollado al interior de la UAH y, por otro, la generación de un movimiento que supere las diferencias entre estudiantes. Sólo a través de estos mecanismos será posible desarrollar un frente de acción que avance en la superación de las inequidades que hoy constituyen el emblema del sistema educativo chileno.
Respecto a las movilizaciones estudiantiles nacionales llevadas a cabo éste primer semestre, nos sentimos parte activa y solidaria de las justas aspiraciones y propuestas concretas en aras de poner fin tanto a la creencia de que el mercado puede ser la piedra angular para el aseguramiento de la calidad y la equidad de la educación chilena. Hemos sido testigos de cómo desde el 1990 a la fecha se han continuado reproduciendo estos desequilibrios legitimados por Consejos y Acuerdos distantes del bien nacional. En tal sentido, creemos que los reclamos estudiantiles actuales de la toma de nuestra Universidad tienen fundamento y deben ser escuchados debidamente. Sin embargo, creemos que los mecanismos llevados a cabo no han tenido la dirección y estrategia necesaria. Por el contrario, han carecido la legitimidad necesaria que requiere una herramienta como ésta, lo cual expresa en fragmentación estudiantil.
No somos indiferentes a la importancia nacional que tiene para la democracia en el país que la Universidad Alberto Hurtado consagre la participación real de sus miembros en las definiciones esenciales de su quehacer. Por lo que cualquier mejora o cambio a éstos que se estime pertinente corresponde resolverlo exclusivamente a la propia comunidad universitaria. Sería lúgubre y doloroso que la Universidad entienda los procesos existentes como errores y no como aprendizajes para la construcción de una universidad más publica, democrática y pluralista quedando presa tanto de los temores inexpresables y/o infundados de algunos de sus miembros, como también de la falta de voluntad real para escuchar, recoger argumentos y construir efectivamente de manera comunitaria el futuro de la institución sino somos capaces de incorporar en este movimiento nuestras propias problemáticas.
Por esto creemos fundamental incorporar dentro los pilares de esta movilización, al menos, los siguientes asuntos internos:
Claustro para la construcción de Nuevos Estatutos
Proceso de Admisión
Real Beca Excelencia Académica y Complementaria
Nuevo Plan de Gestión Institucional
Gratuidad de las matrículas
Nueva Izquierda_Hurtadiana
ni.uah@gmail.com