Quiero saludar primero a todos los presentes en este pequeño pero significativo salón de honor de la Universidad de Chile. Cada uno de ustedes reconoce la relevancia de esta Universidad, esta Federación.,pero hoy esa relevancia no tiene el mismo peso de antes. La FECH ya no es la FECH, la Universidad de Chile ya no es la Universidad de Chile. Nos hemos encerrado en nosotros mismos. La tradición ha pesado más que la imaginación. Nos encerramos en un pasado que ya no es posible, porque Chile es distinto hoy y el mundo también. Debemos pensar nuevas realidades. Lo dijimos cuando asumimos, no nos gusta la sociedad en que vivimos. Y por lo tanto, para encontrarle un espacio a nuestra Universidad y nuestra FECH, debemos cambiar el rumbo de nuestra sociedad.
No hay mucha vuelta que darle, la Educación Superior está sumergida en el mercantilismo. Las carreras se valen por lo que quieren los intereses económicos, y no la identidad, la cultura o el desarrollo armónico que nuestro país necesita, las mallas se tecnifican y pierden la formación integral. La Universidad debe formar ciudadanos, no técnicos. El país no necesita una maquina que fabrica habilidades, sino un formador de hombres libres que piensen el futuro sin fronteras. Es fundamental que el Estado recupere su responsabilidad con sus Universidades, con la Educación que cualquier país desarrollado tiene con la educación Pública. Solo así se podrá formar el pluralismo y la libertad en la Universidad, especialmente en el desarrollo de las ideas y en los debates, de otro modo los intereses económicos se tomarán el conocimiento, sólo así habrán oportunidades basadas en el mérito y no en la cuna, la capacidad de pago de los padres, la pinta o apellido de un estudiante, sólo así nos sabremos distinguir entre pares y seres humanos iguales y no entre ricos o pobres, solo así se darán pasos para aprender a convivir en sociedad.
Pero así como el Estado debe retomar su responsabilidad con sus instituciones, son éstas mismas y las comunidades que dentro viven, las que deben fortalecer su liderazgo y su compromiso con el país. Nuestro mensaje en la campaña de este año fue que la Chile puede elegir ser Pública hoy en muchas cosas y cambiar esta sociedad que no nos gusta.
Porque no nos gusta la formación parcial y técnica en la Universidad, es que este año representantes estudiantiles de toda la casa de Bello empezaron a trabajar la idea de un perfil de egreso genérico y transversal a todas las carreras que exprese el sello de nuestra Universidad, que levante el rol de la formación básica e integral, y lleve adelante procesos de cambio curricular libre de intereses económicos particulares, procesos que hagan primar el bien común. Junto a esto se avanzó en que se reconociera curricularmente a las actividades llamadas extraprogramáticas como por ejemplo un proyecto social que se desarrolla en Ingeniería. Creemos que estas iniciativas no deben implicar que el estudiante elija entre pasar su ramo o desarrollar su vocación de compromiso con el país, precisamente nuestra Universidad debe desarrollar la idea de que no tiene sentido la excelencia sin compromiso con el país.
No nos gusta el hecho de que los gobiernos consistan en unos pocos que administran recursos y en otros que los reciben, por eso este año hicimos un trabajo intenso por acercar nuevamente a los grupos organizados estudiantiles, apoyarlos y facilitar sus iniciativas. Entendemos que la FECH debe ser una base que fortalezca los esfuerzos estudiantiles ya existentes y no pensar partir de cero. Se avanzó en apoyar diversas iniciativas, pero falta mas, como desarrollar una verdadera idea de presupuestos participativos por ejemplo.
No nos gusta que la capacidad de pago defina el destino de una persona en la Universidad y no su esfuerzo, vocación y talento. Por eso a partir de este año nunca mas un estudiante deberá ir a cobranza judicial por no pago de su arancel. Después de varios años se logró la firma del acuerdo de morosidad de los estudiantes de la Universidad de Chile, que contempla el sistema de protección y ayuda a los estudiantes que caen en morosidad sin importar su quintil socioeconómico y su año de ingreso. Ahora, ningún estudiante caerá en cobranza judicial mientras este matriculado y a su vez, se contemplan intereses diferenciales para aquellos que presenten una situación justificable para su incapacidad de pago.
No nos gusta la educación en silencio, sin cultura de debate. Creemos que aprender y ser crítico van de la mano, por eso este año se llevaron adelante jornadas de discusión en toda la Universidad, donde paramos las actividades académicas coordinadamente para que la comunidad se reuniera a discutir sobre el futuro de la Educación Superior en Chile. Se viene una próxima Ley de Educación Superior y los estudiantes, funcionarios y académicos debemos estar preparados para proponer, hacernos escuchar y ser actores políticos de una posible Reforma a la Educación Superior.
Si bien en la Universidad está el espacio para la formación de los jóvenes, ¿cuales son los jóvenes que hoy están ingresando a la Universidad de Chile? No tiene sentido lo que hoy vivimos, Universidades para ricos y Universidades para pobres. Así un país nunca aprenderá a convivir, por eso es necesario, junto con cambiar la política de financiamiento para que entrar a la Universidad no dependa de cuánto tengan nuestros padres, la política de acceso. Por eso este año se propuso tanto a la Chile como al Gobierno, un plan nacional de acceso a los mejores estudiantes de los colegios municipales y particulares subvencionados. Este plan busca abrir el callejón sin salida de miles de talentos. La selección socioeconómica de la PSU pasa por alto que los talentos y el esfuerzo no están distribuidos en comunas o colegios especiales, sino en toda la población. Si este plan se implementara, los estudiantes que terminen entre los mejores de su colegio tendrán un lugar en la Universidad, independiente del colegio que provengan. Esto implicará que mañana 6.000 estudiantes talentosos, que hoy quedan afuera, entren a la Universidad. La última noticia que tenemos es que conseguimos financiamiento reservado en el presupuesto 2010 para esta iniciativa, lo que quiere decir que sólo falta darle el vamos.
No nos gusta una sociedad que convive sin cultura. Es por esto que este año, asumiendo uno de los roles básicos de una Universidad Pública, llevamos a cabo las Extensiones Populares donde en poblaciones y comunas pobres abrimos la riqueza cultural de nuestra Universidad. Bandas estudiantiles de música, el Ballet Artístico Nacional BANCH, la Orquesta Sinfónica abierta a todos y todas. Esta es una labor que debe continuar y potenciarse y ha sido de tal liderazgo que la Universidad está pensando en institucionalizarlo.
Seminario País de discusión frente a la campaña presidencial, un encuentro con el Presidente depuesto de Honduras Manuel Zelaya, actividades culturales, encuentros estudiantiles, trabajos voluntarios, nuevas comunicaciones e informativos, una revista estudiantil remodelada, una red de dirigentes estudiantiles docentes para llevar reformas curriculares, iniciativas ecológicas para avanzar en la idea de Campus Sustentables son solo algunas de las fuerzas que se echaron a andar este año.
Por último, pero lo mas fundamental, el futuro de la educación en Chile. Lo hemos dicho y lo seguiremos diciendo hasta que se cumpla: el pilar angular de un sistema educativo debe ser la Educación Pública. Fueron los pingüinos en las calles en abril del 2006 los que pusieron el tema en la agenda, recordando al país la silenciada crisis de la educación. El gobierno de Michelle Bachelet —ciudadano y progresista— no tenía programa de educación. Producto de aquellas históricas movilizaciones, convocó a un Consejo Asesor Presidencial, que hizo patente tanto la necesidad del diálogo como su incapacidad resolutiva. Así, salieron del escenario expertos y agentes educativos, para dar paso a la toma de manos y un proyecto de ley cuyo mayor avance residía en cambiar las siglas de LOCE a LGE. Chile ha discutido pocas veces en su historia qué educación quiere. Mientras los pingüinos iniciaron esta discusión, hoy el resultado es una ley que consolida y perfecciona lo que ya teníamos y, lo que es más grave e insólito, posterga una de las demandas centrales del movimiento pingüino para otra ley: no se fortalece la educación pública. No podremos pensar en un verdadero desarrollo si no nos hacemos cargo de esto. En el nuevo escenario que quedó desde el 2006, sabíamos que patalear no cambiaría las condiciones, el parlamento no escucha a las grandes mayorías que fueron enfáticas. El miedo a tratar los temas delicados supera la necesidad de construir un país verdaderamente justo. Es ante esta situación histórica y entendiendo que el debate por la educación pública aún está pendiente es que convocamos a un Congreso Nacional de Educación, el primero de esta naturaleza que se realiza de vuelta a la democracia. Congregando a miles de delegados estudiantiles, profesores, trabajadores, padres y apoderados, se discutió sobre la educación que Chile necesita y se hicieron propuestas para avanzar en esa dirección. Hoy tenemos un documento que refleja un sentir que se debe seguir construyendo. Creemos que este fue un paso fundamental por volver a articular a las organizaciones sociales, avanzar en reconstruir el tejido social chileno. Se critican muchas veces públicamente las manifestaciones en las calles, pero la prensa esconde estos procesos de construcción como el Congreso de Educación y sólo le gusta mostrar los conflictos cuando estallan. Queremos decir que este esfuerzo de reunirnos entre tantos distintos es inédito y que refleja nuestra voluntad como juventud de que Chile recuerde como vivir en sociedad. Con mucha oposición y sin ningún gesto público de valoración por parte del gobierno, que se decía ciudadano, sacamos adelante un proceso político que continuará, seguramente con un Plebiscito Nacional, hasta que la Educación Pública sea lo que Chile necesita para ser un país verdaderamente justo.
Son muchos los que buscaron impedir que avanzáramos, pero eso pasará siempre que se logran cosas, nosotros nos quedamos con los que colaboraron a construir nuevas bases para la FECH y a retomar la voz. Quiero agradecer primero al equipo de estudiantes que estuvieron todo el año dedicándoselo a la FECH, la Universidad y el país. A Antonia, Gabriel, Marcelo, Daniela, Natalia, Matias, Joel, Jonathan, Camila, Benjamín, Julio, José Manuel, José, Fabiola, Fernanda, Gabriela, Cristóbal, Felix, Martin, Mathieu, Diego y a Arheli y Evelyn, dos jóvenes que se sumaron a estos esfuerzos, un grupo cohesionado con que tuve el honor de trabajar; a los estudiantes artistas de la U y del CEAC que se la jugaron por ayudarnos en abrir la cultura de la chile al país, a los profesores y funcionarios que colaboraron en nuestras causas y vieron en nosotros esperanzas para la U, a sectores de la U como al departamento de música y sonología de la Universidad, la Orquesta de la Facultad de Artes y la Facultad completa, a los municipios que se la jugaron por recibirnos, a algunos miembros de Pregrado, especialmente la parte académica, al Centro de Estudios Pedagógicos, al OPECH, a las organizaciones sociales que nos escucharon y quisieron trabajar con nosotros, y a los funcionarios Sandra, Lily, Hector y Vladi, que finalmente hacen que la FECH funcione todos los días. A todos los que silenciosamente trabajaron, sin que supieramos, por hacer de esta FECH una mejor. Sin duda que entregamos la FECH en mejores condiciones que las que recibimos. Quiero hacer una mención especial a mi familia, que finalmente aguantó todo este intenso proceso y fueron un apoyo esencial para mi y esta FECH.
He nombrado algunas cosas, no me ha gustado nunca pensar la política como el acto de convencer con promesas o justificaciones porque la vuelve clientelista, aquí solo describo procesos que se han puesto en marcha. Logramos mucho y así tenemos una gran responsabilidad por lo que se viene. Dijimos al comienzo que esta es una labor que no dura un año y por lo mismo falta mucho camino por delante. Trabajar mucho mas arduamente por convocar a los estudiantes, el movimiento estudiantil tiene pendiente construir nuevas ideas fuerzas y propuestas sobre las que levante procesos que cambien la privatización que hoy vive la educación superior, consolidar las reformas académicas para la Facultad de Derecho y de Arquitectura, los avances de la primera son pobres y lentos, y fracasar en esto sellaría nuestra incapacidad de modernizarnos como Universidad Estatal, y especialmente al Rector, continuar con el discurso del Nuevo Trato sin hablar de la política de acceso o de la política de financiamiento estudiantil nos parece incoherente. La mejor manera de ser consistente con la política del Nuevo Trato hoy es no subiendo los aranceles y mejorando las condiciones de financiamiento de los estudiantes mas pobres junto con una nueva política de acceso inclusiva. La futura FECH tendrá que estar alerta.
Es por eso que le entrego al futuro nuevo presidente los contactos de los grupos estudiantiles, las bandas musicales, las comunas donde trabajamos, el proyecto de las Extensiones Populares, la propuesta de nuevo acceso a la U junto con su respaldo para el financiamiento, el proyecto que termina por recuperar la memoria histórica de nuestra FECH para construir el futuro, y por sobre todo las conclusiones del Congreso Nacional de Educación, papel que representa algo que simplemente hombres y mujeres comprometidos han echado a andar. La senda continúa y los estudiantes han elegido que nuestro trabajo siga profundizándose, han elegido seguir construyendo. Julio, sabemos que tendrás la responsabilidad y la conciencia de ser leal a este mandato y continuar esta labor.
La nueva casa de los estudiantes, la nueva sede de la FECH, que después de deambular en 7 lugares distintos desde 1990 logramos consolidar este año es un símbolo de nuestra convicción, que los estudiantes tengamos un espacio firme en la construcción de Universidad. ¿Pero estamos los estudiantes presentes? Aún no lo suficiente. Debemos entender que el límite de la Universidad lo ponemos nosotros, siendo protagonistas.
Quiero terminar con una sola idea fruto del trabajo realizado. Creo que Chile ha olvidado como vivir en sociedad. El modelo de desarrollo que tenemos que prioriza la competencia, la propiedad privada, el individualismo y el voluntarismo por sobre todas las cosas ha levantado muros entre nosotros. Y dentro de estos muros solo algunos tienen derechos, oportunidades, un lugar en nuestro país. El resto solo manos que masivamente trabajan para unos pocos. La violencia de estas desigualdades de poder hace parecer ridícula la crítica a las movilizaciones sociales que se hace en la prensa.
Hemos olvidado como vivir en sociedad y lo vemos en el debate público. Reinan este debate los tecnócratas que hacen política pública, aquellos gasfiters que arreglan cañerías, pero no ven las fundaciones de la casa donde viven. Es mas fácil, sin duda, hacer edificios y poner cañerías, que convencer y sumar almas para la acción. (Casi no vale la pena mencionar, porque no es relevante al pensamiento, que tenemos un nuevo edificio, renovado para esta nueva etapa. De que sirven los edificios sin hombres libres que los ocupen?) Es por ello que la política y las políticas públicas han optado por lo primero antes que lo segundo. Y claro, en este escenario, solo algunos pueden debatir. ¿Cual es el espacio público donde nos reunimos y debatimos como sociedad? ¿La Televisión? Irónico, creen que hay poder con un control remoto, cuando la historia ya está escrita e incluso grabada. La cultura propia y la identidad de nuestro país se ha perdido en el intento desesperado por ingresar al grupo selecto de países denominados desarrollados, se cree que la mejor política es la que sale mas en la tele, la que vive de la farándula y la chacota, las organizaciones sociales no tienen voz excepto cuando salen a la calle, los parlamentarios y personeros de gobierno escuchan solo lo que les conviene y el resto son un mar de explicaciones. Se hace una campaña masiva desde la derecha y la concertación, para que los jóvenes nos inscribamos en los registros electorales. Se habla de la crisis de la política, de los partidos políticos, la falta de participación de los jóvenes, y se pretende resolver esto con millonarias campañas publicitarias, de nuevo la ilusión de la televisión. Los que hacen esto, creen que una enfermedad se puede curar diciéndole al enfermo: “Sanate!” La cura de la política de hoy no está en el marketing, los jóvenes somos mas que votos. Es ésta la crisis de la buena política, su retiro de la juventud.
La política es el lenguaje del ser humano en sociedad y es inseparable de lo colectivo, es lo que se hace en cada discusión, en la junta de vecinos, en la plaza pública, alrededor de la cultura, es lo que nos permite construir juntos. Una sociedad sin juventud y sin política es una sociedad sin futuro. La tensión entre los esclavos libres, prisioneros de la competencia, y los tecnócratas, borra cualquier camino de futuro para los jóvenes. Para ser un país feliz y justo, se necesita llamar masivamente al ejercicio responsable del poder.
No nos gusta la sociedad en que vivimos por eso hemos elegido dignificar la política, no vociferando, sino interactuando y dialogando con nuestros pares para reflexionar sobre nuestro futuro. Hay nuevas mayorías que ya encontraran el camino. No se engañen en creer que porque no quieren escuchar, no sucede nada. No queremos una sociedad basada en el individualismo Creemos que el lenguaje y las transformaciones se hacen con la política. Hemos hecho política, aunando voluntades en torno a ideas y construyendo sobre lo positivo a diferencia de otros, es el camino largo, pero el único camino.
La educación definirá el destino de nuestro país, no por el lugar en el ranking ni por indicadores o el acceso al mercado laboral, sino por su capacidad de ser un lugar donde nos encontremos los distintos independiente de donde vengamos, y convivamos sin prejuicio el uno hacia el otro. Hemos partido por la Universidad, haciendo comunidad, preparándonos por llevar el conocimiento a su nivel mas alto y profundo, recordando que lo público es lo que le pertenece a todos y todas. Hemos pensado y trabajado para por volver a encontrarle el sentido a las cosas. Así retomando la palabra la juventud volverá a ser arcilla fundamental y la organización estudiantil un lugar para construir nuevas utopías.
Federico Huneeus
Presidente Fech 2008-2009
Santiago, 9 de Noviembre 2009