Para nadie es una novedad el enorme desafío que tiene el país en pos de mejorar su nivel educativo, acortar las brechas entre el sistema público y privado, y mejorar las oportunidades de millones de niños y niñas que se educan en Chile.Debido a la importancia de este desafío, es que impresiona la incompetencia y soberbia con que la Ministra de Educación ha manejado numerosos temas de su cartera. Un ejemplo contingente es la movilización a la que se ha visto forzado el profesorado a raíz de la actitud del gobierno en orden a no cumplir con el pago de la Deuda Histórica que sostiene nuestro Estado con los profesores y profesoras del país.
La torpe negativa del gobierno y la falta de disposición para buscar cauces reales de solución se fundamentan en débiles argumentos judiciales. La estrategia del MINEDUC parece ser poner a unos contra otros (educadores, municipios y familias), sin importarle demasiado el perjudicar a millones de niños y jóvenes en el término del año escolar, y en la realización de las evaluaciones SIMCE. Mal camino, más aún cuando se posee la llave de la solución.
El pago de la Deuda Histórica fue acordado por la Cámara de Diputados y existe un proyecto de Ley cuya discusión en lo inmediato podría abrir un camino de salida al conflicto. Desconocer el trabajo de diversas Comisiones Parlamentarias ya motivó un primer rechazo del presupuesto 2010 para educación, pues éste carece de un principio de realidad mínima al no reconocer ni dar solución a esta demanda.
Existen muchos otros temas de fondo en educación. Entre ellos la evaluación de los profesionales docentes en ejercicio, y la formación, entrada al sistema, perfeccionamiento permanente y condiciones de trabajo de los mismos. Esos y otros importantes temas requieren de otro clima y de otra actitud.
Tenemos también una deuda histórica con los niños de Chile. No la vamos a pagar si las autoridades y la sociedad ven a los profesores como un obstáculo, y no como lo que son: los formadores de las nuevas generaciones y los protagonistas principales de cualquier reforma profunda a la educación que pretenda ser exitosa.
Álvaro Cabrera Maray
Candidato a diputado por Ñuñoa y Providencia
Lista Concertación y Juntos Podemos por más democracia