¿Dios me lo quitará todo?


Lo hemos dejado todo y te hemos seguido

Tiempo de lectura: 3 min

#Jesucristo  #Generosidad  #Entrega  #Desprendimiento  #Luz  #Fuerza  #Vocación  #Llamada  #Respuesta

Mt 19, 27-29

Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo:

—Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿qué recompensa tendremos?

Jesús les respondió:

—En verdad os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en su trono de gloria, vosotros, los que me habéis seguido, también os sentaréis sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo el que haya dejado casa, hermanos o hermanas, padre o madre, o hijos, o campos, por causa de mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna. Porque muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros.

—Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿qué recompensa tendremos?

Jesús, lo primero que he pensado sobre esta pregunta de Pedro es que me parece un poco “cutre”. Pero quizá, si te paras… en realidad es una pregunta seria. Yo también me la hago. Porque cuando dejo algo, “salgo perdiendo”. Experimento el vacío, la carencia, la precariedad. Esto es inevitable.

Siendo sincero, Jesús, muchas veces baso mi vida en lo que tengo, y cuando renuncio a algo del verbo “tener”, no te voy a engañar… duele. Cuesta bastante.

Con otras palabras, Pedro pregunta: 

—¿Qué vamos a hacer con la "carencia" que se ha creado en nosotros al renunciar a muchas cosas?

Jesús, Tú respondes que la contrapartida es algo que vale la pena, sin duda alguna. ¿Por qué? Porque el “negocio” es recuperar esas mismas cosas multiplicadas por cien:

Y todo el que haya dejado casa, hermanos o hermanas, padre o madre, o hijos, o campos, por causa de mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna.

Jesús, Tú que me conoces bien, lo sabes. En mi vida cuando poseo algo de forma enfermiza, entonces no lo disfruto realmente. Pero si decido liberarme de esa posesión enferma y dártela, entregártela, entonces esa misma cosa, persona o situación, finalmente la recupero de una manera que puedo disfrutarla 100%, plenamente. Jesús, Tú no quitas nada. Tú lo das todo y más.

Tú, Jesús, me hablas también a través de mis experiencias. Me pides que trabaje sobre la "posesión" para que pueda experimentar una vida libre, que no dependa de las seguridades que puede darme el “tener”. Tú quieres para mí lo mejor: la experiencia de paladear y saborear de verdad el sabroso fruto de la entrega que lleva a la verdadera libertad. Necesito un corazón libre. En este sentido, esta libertad de corazón centuplica la vida.




© 2023  SER CRISTO DÍA A DÍA    + + +    sercristodiaadia@gmail.com