La movilidad articular es la amplitud de movimiento posible de una articulación o de un complejo articular. Es diferente de una persona a otra en función de varias características como: el sexo, la edad, el tipo de actividad cotidiana.
La movilidad articular consiste, como su propio nombre indica, en la capacidad de movimiento que tienen nuestras articulaciones.
Las actividades que ejercitan la movilidad articular son muy comúnmente dejadas de lado, sea esto por desconocimiento o por desinterés. Si a ti te pasa lo mismo, no te preocupes porque en este post vas a comprobar la importancia de los ejercicios de movilidad articular.
Estos ejercicios se realizan en la fase previa de entrenamiento, más conocida como la fase de calentamiento. Se trata de ejercicios de preparación muscular para que las articulaciones sufran lo menos posible durante el entrenamiento.
Las zonas que se ejercitan en esta práctica son el cuello, rodillas, tobillos, tronco e incluso la cadera. Se ejercitan éstas porque son las articulaciones del cuerpo humano más propensas a sufrir lesiones.
En los entrenamientos se puede llegar a pensar que lo más importante es ejercitar los músculos para ganar fuerza o resistencia, pero no es así. Si ejercitamos nuestros músculos con cualquier rutina de ejercicio sin tener en cuenta el resto de elementos que componen nuestro cuerpo, podemos acabar muy doloridos.
Algunos de estos elementos que hay que tener en cuenta en nuestros entrenamientos son los tendones, los ligamentos y las propias articulaciones. Son muy importantes porque junto con nuestros músculos, influirán en todos los movimientos que haremos durante el entrenamiento, y si no le damos la importancia que se merecen, pueden acabar incluso desgarrados. El cuerpo es un conjunto de piezas que deben ir coordinadas para su correcto funcionamiento.
Ejercitar la movilidad articular es fundamental para evitar estos desgarros de los que hablamos, pero no debemos olvidar sus otros beneficios. Algunos son el aumento de la frecuencia cardíaca y la dilatación de las vías respiratorias, que nos van a ayudar a que la sangre se distribuya mejor por el cuerpo y con más oxígeno, la mejora de los procesos neuromusculares, etc.
Cómo entrenar la movilidad articular
A continuación te vamos a proponer algunos ejercicios para calentar un entrenamiento de éstas características:
Posicionamos las piernas en forma de V invertida y flexionamos una rodilla cada vez, bajando nuestro cuerpo hacia ese lado. Podemos colocar las manos sobre nuestra cabeza o en nuestra cadera.
Este ejercicio consiste en rodar sobre el suelo como un tronco, dando vueltas sobre uno mismo con el cuerpo completamente estirado de pies a manos.
Colgándote de una barra alta horizontal, consiste es hacer fuerza y dejar de hacerla, a la vez que movemos nuestros omóplatos hacia delante y hacia detrás.
Consecuencias de no realizar estos ejercicios
Como hemos dicho anteriormente, si no realizamos ejercicios de esta índole podemos acabar con una lesión en las articulaciones. Para recuperarnos de estas lesiones necesitaremos usar órtesis textiles, que inmovilicen el área afectada para que esta pueda reponerse.