Miguel Hernández
Octava XXX

Retrete

Aquella de la cuenca luna monda,

sólo habéis de eclipsarla por completo,

donde vuestra existencia más se ahonda,

desde el lugar preciso y recoleto.

¡Pero bajad los ojos con respeto

cuando la descubráis quieta y redonda!

Pareja, para instar serpientes, luna,

al fin, tal vez la Virgen tiene una.