Miguel Hernández
Octava XIX 

Espantapájaros

Es demasiado poco maniquí,

vivo al viento del más visible trigo,

la caña de la escoba para ti,

a la fuerza del pájaro enemigo.

Donde los picos restan pan, allí

te eriges con tu aire de mendigo,

meseguero incorpóreo, que has dejado

riéndose tu cabeza en el granado.