Miguel Hernández
Octava XX 

Surco

Párrafos de la más hiriente punta,

si la menos esbelta, como voces

de emoción, ya se rizan, de la yunta:

verdes sierpes, ya trémulas de roces

y rocíos. La mano que las junta,

afila las tajadas, sí, las hoces,

con el deseo ya, la luz en torno;

y enarca bríos, era, masas, horno.