Miguel Hernández
Octava II
Palmero y Domingo de Ramos

Luz comba, y no, creada por el mozo,

talludo espulgador de los racimos:

no a fuerza, y sí, de bronces en rebozo,

sí a fuerza, y no, de esparto y tiempo opimos.

Por el domingo más brillante fuimos

con la luz, enarcada de alborozo,

en ristre, bajo un claustro de mañanas,

hasta el eterno abril de la persianas.