Miguel Hernández
Octava XXII

Panadero

Aunque púgil combato, domo trigo:

ya cisne de agua en rolde, a navajazos,

yo que sostengo estíos con mis brazos,

si su blancura enarco, en oro espigo.

De un seguro naufragio, negro digo,

lo librarán mis largos aletazos

de remador, por la que no se apaga

boca y torna las eras que se traga.