Miguel Hernández
Octava XIV 

El barbero

Blanco narciso por obligación.

Frente a su imagen siempre, espumas pinta,

y en el mineral lado del salón

una idea de mar fulge distinta.

Si no esquileo en campo de jabón,

hace rayas, con gracia, mas sin tinta;

y al fin, con el pulgar en ejercicio,

lo que sobra anula del oficio.