José Saramago
Dos piedras de sal...

Dos piedras de sal en la pupila:

Los puños bien cerrados, apretando

Las agudas aristas del cristal;

Me viene sangre en el agua, mancha blanda,

Navegando en los ojos, mientras el grito

Golpea fuerte en los dientes que lo degüellan:

Al tiempo que la sonrisa me disfraza

El gruñido, la amenaza, el perro malo.

José Saramago de Probablemente alegría [1970]

Trad. Ángel Campos Pámpano