José Saramago
Laberinto

En mí te pierdo, aparición nocturna,

En este bosque de engaños, en esta ausencia,

En la neblina gris de la distancia,

En el largo pasillo de puertas falsas.


De todo se hace nada, y esa nada

De un cuerpo vivo enseguida se puebla,

Como islas del sueño que entre la bruma

Flotan, en la memoria que regresa.


En mí te pierdo, digo, cuando la noche

Sobre la boca viene a colocar el sello

Del enigma que, dicho, resucita

Y se envuelve en los humos del secreto.


En vueltas y revueltas que me ensombrecen,

En el ciego palpar con los ojos abiertos,

¿Cuál es del laberinto la gran puerta,

Dónde el haz de sol, los pasos justos?


En mí te pierdo, insisto, en mí te huyo,

En mí el cristal se funde, se hace pedazos,

Mas cuando el cuerpo cansado se quiebra

En ti me venzo y salvo, en ti me encuentro.


José Saramago en En esta esquina del tiempo de Los poemas posibles [1966]

Trad. Ángel Campos Pámpano