Georg Trakl
Grodek
Al anochecer retumban en los bosques otoñales
las armas mortíferas, en las llanuras doradas
y en los lagos azules, por los que un sol
sombrío rueda. La noche envuelve
a los guerreros moribundos, el salvaje lamento
de sus bocas despedazadas.
Pero sigilosamente confluyen hacia el pastizal
rojas nubes en las que mora un Dios colérico,
la sangre derramada y un frío lunar;
todos los caminos llevan a la negra podredumbre.
Bajo el ramaje de oro de la noche y las estrellas
se tambalea la sombra de la hermana por la floresta silenciosa,
para saludar a los espíritus de los héroes, a las cabezas sangrantes;
mientras suenan quedas en los juncos las oscuras flautas del otoño,
¡oh, dolor arrogante! ¡Altares de bronce!
La ardorosa llama del espíritu se alimenta hoy de un dolor más tremendo:
los nietos no nacidos.
Georg Trakl de «Revelación y aniquilación» en Poemas (Die Dichtungen)[2009]
Trad. Aldo Pellegrini