Se trata de unos grandes anillos entre 15 y 30 metros de diámetro, compuestos por piedras de pequeño tamaño a su alrededor, pero a diferencia de los cromlechs no poseen piedras singulares. Por lo general, tienen una anchura de unos 2-4 metros y siempre con la parte central vacía. Sin embargo, una de sus principales características es que no están compuestos por una cámara central de sepultura. Además, el anillo levanta unos 30-50 centímetros de la cota cero.
Lo más interesante resulta que ultimamente en Navarra, sobre todo y de forma casi exclusiva en las sierras de Urbasa, Andía y Saldise, se están hallando gran cantidad de estas manifestaciones. Todavía hoy en día son un misterio porque no se encuentran en otros territorios y ni tampoco conocemos su origen o funcionalidad. En este sentido, todavía no se ha publicado nada sobre estas manifestaciones, aunque todo apunta a que son prehistóricas.
En esta situación, es preciso señalar distintas hipótesis acerca de la funcionalidad de estas manifestaciones. En primer lugar, hay fuentes que apuntan a la posibilidad de que los túmulos de anillo sean restos de catas o prácticas mineras, tal y como ocurre en el yacimiento neolítico de Grime's Graves en Norfolk, Inglaterra. En este último caso, se pueden observar más de 430 pozos mineros de sílex que también poseen forma de cráteres. Para defender dicha hipótesis, sumado a la similitud estética señala la importancia del sílex de Urbasa-Andia, que se ha llegado a encontrar en Asturias o en el Pirineo Central Francés y que, además, ha sido utilizada hasta décadas del XX en nuestra zona de estudio.
En segundo lugar, resulta interesante mencionar que , generalmente, estos túmulos de anillo se encuentran en lugares con gran dominio visual y a gran altitud, por lo que podrían tener cierta relación con funciones astronómicas como observatorio de estrellas. Por último mencionar la posible relación con los seles, terrenos acotados de los montes comunales de zonas con tradición ganadera, o, en general, con funciones ganaderas. Sin embargo, la única manera posible de entender estas manifestaciones tan abundantes en nuestra zona de estudio es la realización de prospecciones arqueológicas. De todas maneras, hasta que eso no ocurra todo son especulaciones y nuestro deber es cuidar y respetar dicho patrimonio.
El siguiente mapa recoge los túmulos de anillo que, hasta este momento, han sido identificados en los términos del Valle de Goñi, por lo que la recopilación podría variar en el futuro.
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