El atragantamiento sucede cuando a alguien se le bloquean de repente las vías donde debe pasar el aire y no puede respirar. Puede estar causado debido a una mala deglución de los alimentos o por atascamiento de objetos. La diferencia entre un buen susto y la muerte puede estar en que alguien a nuestro alrededor, o nosotros mismos, conozcamos las técnicas básicas de primeros auxilios, como la maniobra de Heimlich, para actuar a tiempo.
Obstrucción de la vía aérea incompleta: si la persona que se ha atragantado puede hablar, toser y respirar, aunque sea con dificultad.
en este caso, anímale a que tosa con fuerza, pero sin darle palmadas en la espalda y sin intentar sacar el objeto con nuestros dedos. En ambos casos, si lo haces, podrías introducir el cuerpo extraño más profundamente en las vías aéreas.
Obstrucción de la vía aérea completa: si la persona no puede hablar, toser ni respirar.
en este caso, primero alguien debe llamar al 112 explicando lo que ocurre y posteriormente se le realizaría la maniobra de Heimlich
Como se puede ver en las imágenes, la madre del niño entró a la comisaría de esa localidad pidiendo auxilio y uno de los policías, que estaba en el servicio de seguridad, salió rápidamente en su ayuda. Al percatarse de que el menor no respiraba, el agente aplicó la maniobra de Heimlich hasta expulsar el trozo de comida que se había quedado encajado en la garganta del niño.
Un forense salvó la vida a un hombre que se atragantaba en una cafetería, es el médico forense de los juzgados de Tudela.
"Me encontraba trabajando en el juzgado y me llamó de urgencia una compañera psicóloga. Yo tenía mucha faena aquí, pero la compañera estaba muy apurada y me dijo que esa persona se estaba atragantando. Les pedí a las personas que esperaran y salí corriendo a la cafetería Tres Delicias, que está cerca del juzgado, a unos 300 metros. Llegué al bar, no tenía material adecuado para situaciones así, y el hombre se encontraba ya sin respiración, había entrada en parada cardiorrespiratoria".
Una vez que observó el estado del paciente, el médico le colocó en posición decúbito lateral. Le retiró la dentadura y manualmente trató de alcanzar el origen de la oclusión. Llegó con los dedos a tocar unos restos alimenticios atascados en la epiglotis. Se lo saqué con la punta de los dedos, seguro que le hice daño en la faringe y, al segundo golpe, ya volvió a respirar