Músculo estriado
El músculo esquelético es un músculo de contracción voluntaria, que se caracteriza por sus estrías transversales causadas por la estructura de su UMF, la sarcómera.
Posee un sistema de triadas propio a este tipo muscular, que permite la entrada masiva de Ca2+ necesario a la contracción muscular, compuesto por un túbulo T rodeado de dos cisternas terminales.
En el enfocado, se pueden apreciar los núcleos característicos periféricos y aplanados de la fibra muscular y unas células satélite, responsable de la regeneración de este tipo de músculo.
En la superestructura que es el músculo, se pueden diferenciar unas vainas de tejido conectivo que protegen a la fibra muscular. De interno a externo:
Endomisio: TCLA
Perimisio: TCDI y fibras reticulares
Epimisio: TCDI
El músculo cardíaco es el músculo responsable de la contracción cardíaca. Es de control involuntario pero se regula por medio de los centros cardioinhibitorios y cardioexcitadores del bulbo raquídeo.
A diferencia del músculo esquelético, la fibra muscular cardíaca es mono o binucleada, con un núcleo redondo central. No se observan células satélite y aparece una característica morfológica distintiva que es el disco intercalar.
El músculo cardíaco no cuenta con un sistema de triadas, si no que con diadas.
Músculo liso
El músculo liso es de contracción involuntaria y se encuentra en grandes cantidades en órganos que se basan en el peristaltismo (movimiento involuntario de vaivén que permite el avance de algún contenido). Su UMF es el cuerpo denso, la cuál puede observarse mediante una tinción de hematoxilina férrica.
A nivel microscópico, no posee estriaciones, y es más poblado en núcleos de morfología fusiforme que el músculo estriado. A diferencia de este último, el músculo liso conserva su actividad mitótica y puede regenerarse.