FLORENCE NIGHTINGALE

1820-1910

Enfermera, reformadora del sistema sanitario y filántropo. Muy conocida como enfermera y también fue la persona que ideó el diagrama de sectores.

Nació en Florencia (Italia) , el 12 de Mayo de 1820, en el seno de una familia acomodada. Su padre era partidario de que sus hijas recibieran una buena educación, por tal motivo Florence y su hermana aprendieron latín, griego, historia y matemáticas. Sin embargo a su madre, a quien, de acuerdo a las costumbres de la época, le preocupaba encontrar un buen marido para sus hijas, menospreciando los conocimientos adquiridos por Florence, comentaba: “¡Qué utilidad tendrán las matemáticas para una mujer casada!”.

A los 23 años comunica a sus padres su deseo de ser enfermera, los cuales se opusieron, ya que la enfermería se asociaba con mujeres de la clase trabajadora.

Mientras estaba en Crimen analizó de forma estadística la elevada tasa de defunciones que ocurrían, observando que la probabilidad de morir en el hospital era superior a la de morir en una enfermería improvisada en el mismo frent

e. Envió al alto mando sus notas, ayudándose de gráficos y dibujos, con lo que consiguió que una comisión se desplazara hasta el hospital. Gracias a la formación estadística de Florence se tomaron medidas para mejorar la condición higiénica del hospital.

Ella fue una innovadora en la recolección, tabulación, interpretación y presentación gráfica de las estadísticas descriptivas; mostró cómo la estadística proporciona un marco de organización para controlar y aprender, y puede llevar a mejoras en las prácticas jurídicas y médicas. También desarrolló una Fórmula Modelo de Estadística Hospitalaria para que los hospitales recolectaran y generaran datos y estadísticas consistentes.

Es conocida con el apodo de “La dama con la lámpara”, haciendo referencia a sus continuos paseos entre los heridos de la guerra de Crimea.

Florence Nightingale, murió el 13 de agosto de 1910 en Inglaterra a la edad de 90 años, completamente inválida. “Debo decir a todas las damas jóvenes que son llamadas a esta vocación, que deben cualificarse para ello como lo hace un hombre para su trabajo. Que no crean que lo pueden asumir de otra manera”.

(Florence Nightingale)