L. Carlos Morales, escultor, radicado en Baleares, trabaja en madera, bronce y resina, formas biológicas, combinadas con la figura femenina, la presencia de torsos masculinos, en los que lo importante es el culto al cuerpo, a las proporciones y a la estructura del mismo. Pero su concepto va más allá de la biología, dado que parte de la forma externa para recrearse en el símbolo, en el ser humano, que es omnipresente, pero también está compuesto por estructuras que son geométricas, que recuerdan a organicidades que son las que nos permiten ir más allá de lo cotidiano. Su obra escultórica representa una descarga simbólico-alegórica de energía que transforma la materia dentro de una clara contención.

Joan Lluís Montané

De la Asociación Internacional de Críticos de Arte