Sobre el Bien y el Mal
Sobre el Bien y el Mal
Martin Luther King
Los filósofos griegos desde el siglo VI a.c. en adelante, teorizaron sobre la conducta moral, lo que llevó al desarrollo de la ética como filosofía y han determinado la bondad en la conducta de acuerdo con dos principios fundamentales, buenos en sí mismos o buenos porque se adaptan a un modelo moral concreto. Dependiendo del tipo de sociedad, la autoridad invocada para una buena conducta es la voluntad de un espíritu superior, el modelo de la naturaleza, o el dominio de la razón. Respetando todas las otras mi postura está más cerca de esta última. Cuando la autoridad es la voluntad de una deidad, la obediencia a los mandamientos divinos o a los textos bíblicos supone la conducta aceptada.
Si el modelo de autoridad es la naturaleza, la pauta es la conformidad con las cualidades de la naturaleza humana. Cuando es la razón, se espera que la conducta moral este acorde con el pensamiento racional. La ética como ciencia estudia cuál son las normas, los principios de comportamiento, cuál es su razón de ser, cómo se aplican y cómo se administra el sistema normativo. Las normas éticas son prácticas, sirven para evitar, minimizar o resolver conflictos humanos mediante la legitimación del uso de la fuerza por las leyes.
En términos generales los conceptos de ética y moral significan lo mismo. Pero sise puede establecer alguna diferencia entre ambos conceptos. Moral, es el conjunto de principios, costumbres y normas de conducta, heredados y aprendidos en el medio que se habita. Su aceptación y práctica no depende de una actitud consciente o racional, sino principalmente, es un sentimiento de respeto a la autoridad de la que provienen. Ética, es el conjunto de principios, valores, costumbres y normas de conducta, adquiridos, asimilados y practicados de un modo estrictamente racional o consciente. Así podemos decir que la moral es particular y subjetiva, mientras que la ética es universal y objetiva, porque se basa en principios racionales, que trascienden los hábitos y las costumbres y leyes particulares. Asi, puede haber distintas “morales” o costumbres (la moral de los españoles, de los chinos, etc.), sólo hay una ética, igual que solo una es la humanidad y solo una es la razón humana. La ética o ley natural nada tiene que ver con la teología y la religión. La ética es referente de bondad y maldad en la naturaleza humana, en su esencia y su desarrollo. Por eso lo ético, lo legítimo, lo bueno, es aquello que armoniza con la naturaleza de toda persona, lo que es conveniente, lo que permite su más pleno desarrollo y perfeccionamiento.
Lo no ético, lo malo, es aquello contrario a la naturaleza humana, lo dañino, aquello que impide el perfeccionamiento como ser humano integral. Podemos estar de acuerdo, en que la mayor parte de los problemas que afectan al hombre se deben a nuestra libertad de acción y decisión. El hecho de que no seamos marionetas o autómatas nos da una libertad que nos convierte en los seres más sublimes del universo, al menos eso nos creemos en la medida en que desconocemos otro tipo de vida parecida a la nuestra, capaz de elegir entre perdonar o aniquilar, amar o torturar, aceptar o discriminar, en resumen, a poder elegir libremente entre el bien y el mal.
Las normas éticas sirven para evitar el mal y permitir la consecución del bien de forma universal, pero teniendo en cuenta que lo malo o lo bueno depende de las creencias y valores subjetivos de las personas.
¿Es posible eliminar el Mal? ¿Qué sería del Bien sin el Mal? No sólo los fanáticos religiosos necesitan enemigos para justificar su locura. También necesitan enemigos para justificar su existencia, la industria de armamentos y el gigantesco aparato militar de las súper potencias. Buenos y malos, malos y buenos: los actores cambian de máscara, los héroes pasan a ser villanos y los villanos héroes, según exigen los que escriben el guion. Nuestra Orden, no es una religión, ni discute los principios de ninguna, sino que, respeta todas, siempre y cuando no sean esclavizadoras ni estén guiadas por la ambición, o intenten someter al hombre. Defendemos la legítima libertad de creer o no creer atendiendo únicamente a lo que dicte la conciencia y la razón. Nos tenemos que dar cuenta que en muchas situaciones actuales la delimitación del bien y el mal se están adaptando a los distintos sistemas políticos de la sociedad donde se desenvuelven. Al parecer existe una posición de privilegio de algunos para determinar y definir lo que está bien y lo que está mal. Queridos hermanos, un hombre es bueno en la medida que domina sus pasiones. La fraternidad nos inclina a ser generosos en el sentimiento positivo, hacia los nuestros y a todos los que nos rodean en este mundo. La unión, el afecto, el concierto, el amor y la confianza han de ser el resultado de nuestra fraternidad, que no conozca fronteras, ni vallas, y que se empeñe en la búsqueda del bien, que es la más alta manifestación del amor humano. La Masonería exige a todo aquel que pretenda ingresar en ella, que sea UN HOMBRE LIBRE Y DE BUENAS COSTUMBRES, esto nos lleva, a indagar aspectos morales y éticos acerca del candidato.
En el grado de Ap.·. se nos enseña a caminar rectamente, sin desviarnos, asegurándonos que no caeremos en los errores propios del mundo profano, los símbolos nos transmiten sabiduría y seguridad en nuestra conducta, y desbastando las aristas negativas de nuestra personalidad, esas enseñanzas nos acompañarán durante toda nuestra vida, ya sea en el ámbito masónico, o profano. Entonces nos daremos cuenta, cada vez más conscientes de que el bien y el mal se asientan en una percepción conscientemente escogida por nosotros, y que además juegan un importante papel en nuestra evolución espiritual a fin de ser cada vez mejores.
La Masonería comienza y termina su obra en el hombre, es partidaria del humanismo, sin dogmas de ninguna clase, su único propósito es liberar al hombre de sus enemigos reales, que son, los conceptos e ideas que se oponen al progreso, el fanatismo, la ignorancia y la ambición.
Es necesario que la fraternidad alcance a todos los seres vivos. Una fraternidad activa, es la participación efectiva en la Obra del Sublime Arquitecto de los Mundos. Solo así conseguiremos el ideal, que es la consecución de una sociedad libre justa y fraternal.
V.·.M.·. L. Carlos Morales