En el prefacio del Libro "El Arte de Tocar en todas sus Diversidades" del Profesor Tobias Matthay de la Real Academia de Música de Londres (1903) señala que la habilidad para entender y sentir la música y la habilidad para comunicar esas percepciones son cosas muy distintas y que a menudo se confunden. Es imposible -continúa- obtener una ejecución satisfactoria sin una adecuada y feliz combinación de ambas habilidades. Para tornarse en un buen ejecutante de piano es preciso y necesario aprender música y también aprender a saborear ese conocimiento; se trata de un proceso inevitable. En otras palabras, no basta con el acto físico de tocar las teclas de modo adecuado. Son los distintos grados de flexibilidad, la calidad de los estaccatos y legatos, los contrastes tonales, etc. lo que va generando una ejecución que se destaque. Esto es lo que el profesor Matthay define como el proceso de "comandar los medios de expresión".
Sin embargo, la destreza técnica es un requisito trascendental. Esta destreza se refiere específicamente a las habilidades mecánicas tales como la potencia e independencia de los dedos, la flexibilidad de dedos y de articulación de las muñecas, rapidez de dedos y de movimiento de las manos, exactitud en el golpe de las teclas, una coordinación idónea entre el cerebro y los músculos. En suma, el entrenamiento de todos estos miembros del cuerpo se traduce en una ejecución adecuada. Por lo tanto, el aprendizaje del piano implica aspectos emocionales, aspectos intelectuales y entrenamiento físico que posibilita la ejecución del instrumento de buena forma.
Para tocar piano deben entrenarse tanto los aspectos emocionales, que nos llevan a sentir la música, como los aspectos intelectuales, que posibilitan ver las formas musicales a través de las cuales se expresará el feeling. Por eso es que la enseñanza del piano plantea serios desafíos. Muchos profesores plantean obras para el aprendizaje que más o menos puedan ser ejecutadas medianamente por el alumno, y luego quedan expuestos a fallas notables producto de no haber estudiado seriamente las propiedades que gobiernan el movimiento muscular de brazos, manos, dedos y muñeca, como tampoco haber estudiado en profundidad la obra y su espíritu. En un enfoque más racional de la enseñanza-aprendizaje se pueden prever una serie de deficiencias que sobrevendrán tarde o temprano, especialmente cuando el docente posee experiencia y ha observado con rigor casi científico el progreso medio de los estudiantes y a lo que llegan. En la enseñanza de piano, la experiencia es un activo inapreciable, que el buen docente debe imponer a pesar de la ansiedad de muchos estudiantes que presionan a sus profesores a "aprender piezas" para lucirse en sociedad.
Es cierto que hay que permitir que el estudiante descubra movimientos propios cuando se está estudiando un segmento de una obra, pero también es cierto que el profesor debe estar atento a si dichos movimientos no generarán deformaciones estructurales en los métodos ya aprendidos y convertidos en hábitos, y discernir si los descubrimientos del estudiante favorecen una profundización de mejores prácticas o simplemente se trata de procesos de paso. La música no requiere menos estudio que la medicina si alguien quiere dedicarse realmente a ello para llegar a dominar la disciplina. Incluso si un estudiante desea sólo aprender algunos principios para ejecutar piezas simples y de poca dificultad, igual requerirá atención y algo de dedicación. Claro que, cuando se trata de niños o jóvenes, y ellos desean dedicarse a la música, la actividad será muy intensa, dedicando entre dos a tres horas diarias por aproximadamente seis años. Esto no es trivial ni se trata sólo de sentarse al piano; se deben desarrollar los músculos de la mano y de los brazos para adquirir suficiente flexibilidad y capacidad de elongación para posteriormente enfrentar obras de envergadura y alta complejidad.
Pero para los adultos no está todo perdido. Incluso me refiero a adultos mayores y a personas sobre 55 años. Si se asume que el aprendizaje del piano tiene que encarar múltiples desafíos y tales desafíos implicarán un esfuerzo serio, y existe la voluntad y disponibilidad para hacerlo, es perfectamente posible que estudien y realicen los ejercicios que les permita desarrollar musculatura, elongación y fuerza en brazos, manos y dedos. Existe muchísimo material para trabajar y hacer de esto algo interesante y obtener logros serios, que generan muchísimos beneficios adicionales en el nivel intelectual, mental, autoestima y otros aspectos positivos para el adulto.
Los Falsos Dilemas respecto a los Métodos de Enseñanza - Aprendizaje
Cuando usted ingresa a Youtube o busca en las páginas de Internet información sobre métodos para aprendizaje de piano hallará cientos de sitios y otros cientos de "enfoques" que prometen mejores resultados que los métodos tradicionales. Existe una tendencia a "ver" al docente tradicional como un ser extraordinariamente rígido, severo, arrogante, egocéntrico, que no traspasa todo su conocimiento y experiencia salvo en contados casos. Incluso hay textos de autores que critican con mucha fuerza las formas de enseñar tradicionales y proponen nuevas formas de hacer esta actividad. Algunos docentes clásicos argumentan que han visto excelentes resultados derivados de métodos basados en una visión más científica y muy malos resultados derivados de sistemas de enseñanza-aprendizaje que aparentan ser de excelencia. Al respecto es bueno señalar algunas cosas importantes.
1. En el mundo de los docentes del piano hay de todo. Los hay del tipo rígido y severo y egocéntrico, pero hay muchos más que realmente sienten una profunda vocación por la enseñanza. También es bueno señalar que muchos de los comentarios muchas veces provienen de alumnos que no trabajan de acuerdo a las exigencias y desafíos que plantea este aprendizaje y simplemente culpan al docente de sus malos resultados. Lamentablemente, y en especial en el ámbito de las clases privadas, no existe un sistema que permita una interacción más permanente entre profesor y alumno que vaya asegurando y fortaleciendo la práctica día a día. La mayoría de las veces, las clases son una vez a la semana con una duración de 60 a 90 minutos en promedio, y el resto de la práctica y tareas queda realmente al arbitrio del estudiante y sin supervisión. El buen docente, consciente de que hay aprendizajes que no pueden evitarse, no transará en el desarrollo de estos aspectos, lo que en estos días de resultados inmediatos por parte de casi todo el mundo no gusta o incomoda bastante.
2. Lo que uno sí puede afirmar con seguridad es que el mejor sistema de enseñanza-aprendizaje será aquel que sea capaz de obtener los mejores resultados de ejecución, es decir, que el estudiante logre ejecutar sus obras con las cualidades mecánicas operando a voluntad, gran facilidad, exactitud y sin efectos nocivos, además de un desempeño intelectual y emocional exitoso. Si existe algún sistema que demuestre o evidencie lo anterior, significa que se utilizaron los principios correctos. Si ese método demuestra que se requiere menos esfuerzo, o utiliza otros caminos que acortan el tiempo y esfuerzo desde el punto de vista de lo que se requiere en la física mecánica del estudiante, entonces fantástico. De todos modos, es muy bueno averiguar si la gran mayoría de los docentes posee consenso sobre ciertos principios claves; y sobre eso sí existe un gran consenso: la destreza mecánica es un requisito trascendental que no puede evitarse, así le guste o no al estudiante, como tampoco el aprendizaje de la música en sus aspectos medulares (escalas, acordes, lectura musical, etc.).
3. Así que ¿qué metodo es mejor? No sabemos con claridad porque esto es de largo plazo. Tampoco sabemos mucho sobre cuáles áreas resultan ser mejor gestionadas en estos métodos en relación con la gestión tradicional. Y no se trata de obstaculizar la creatividad. Hay momentos en que uno se da cuenta que es necesario relajar algunos aspectos en pro de otros y luego volver a retomar el grado de rigidez que exige un proceso (especialmente en el plano de la técnica). Lo que sí sabemos es que el método tradicional hasta aquí produce en promedio el más alto número de ejecutantes de excelencia con el menor promedio de gasto en tiempo, esfuerzo y trabajo. Se pueden establecer ciertas variaciones y en especial adaptaciones menores de acuerdo con cada estudiante, pero en lo fundamental, conservar los principios esenciales del método tradicional. Hace poco tiempo leí el libro de Chuan C. Chang sobre los Fundamentos del Estudio del Piano. Claramente es fuertemente crítico en muchos aspectos, y en el fondo, uno puede ver que hay críticas reales y veraces. También hay reflexiones que vale la pena considerar y denuncias respecto a profesores que adolecen de métodos efectivos. Y, en mi opinión, es cierto que hay instantes del aprendizaje donde el estudiante puede hacer mucho más que lo que el (buen) profesor dicte. Lo que más interesante me parece es que se trata de cuestionamientos que a los buenos docentes les convendría leer y analizar para mirarse en forma autocrítica y operar con criterios más constructivistas en la forma de enseñar. Pero eso no invalida al buen docente. Lo que Chang en definitiva aporta (con más o menos efectividad) es método, que se observa poco en verdad en las clases de piano privadas y casi exclusivamente en los conservatorios.
Los Enormes Beneficios del Aprendizaje de la Música y del Piano en Preadolescentes y Adolescentes
Más de dos mil científicos pertinentes opinan que la música posee efectos psicoterapéuticos y neuropsicológicos relevantes. El profesor del Instituto Tecnológico de Zurich, Lutz Jancke señala que está suficientemente probado que la música mejora las habilidades del lenguaje, la memoria, el comportamiento, la inteligencia espacial a través de la generación de cambios anatómicos en el cerebro que favorecen un desarrollo global. A partir de cuatro meses de enseñanza ya pueden observarse los cambios en quienes aprenden música. El neurólogo de la Universidad de Helsinki, Teppo Sarkamo descubrió que tanto escuchando música diariamente como aprender a ejecutar un instrumento como terapia neurocognitiva mejoras las posibilidades de recuperar funciones neurocognitivas y del estado de ánimo tras sufrir accidentes cerebrovasculares. La formación musical también tiene efectos extraordinarios sobre la lectura y la escritura, especialmente si se aplica en niños disléxicos.
En el plano individual, tocar un instrumento genera capacidad metódica, habilidad de planificación de metas y tareas y mayor capacidad de atención. Esto beneficia sustancialmente la labor del estudiante, mejorando la calidad de su aprendizaje y resultados. Por otra parte, la música como medio de expresión trae como consecuencia de ello una excelente autoestima, aparte de enseñar a vencer el miedo y asumir riesgos, aporta seguridad y autoconfianza. En el caso de que se integre una orquesta, la práctica se traduce en un mejor trabajo en equipo y disciplina.
En mis propias observaciones he descubierto que es posible incrementar la capacidad de enfrentar desafíos, superar dificultades y de plantearse metas propias. También va mejorando la capacidad de compromiso, las habilidades matemáticas (puesto que el aprendizaje de música exige ese desarrollo), expresar emociones y empoderarse. Claro está que el docente debe considerar estas metas dentro de su programa formativo para que se puedan ir evidenciando y poder evaluar estos aspectos como parte de la formación del estudiante. La gimnasia de los brazos, dedos y manos también estimula el ánimo y dispone mejor al estudiante que va observando por sí mismo cómo sus capacidades de ejecución se modifican producto de estos ejercicios y va ganando velocidad, coordinación y exactitud en la práctica.
Consejos Básicos
1. La importancia de sentarse bien
Siéntese de forma que su espalda quede vertical y examine si sus codos quedan a la altura de las teclas blancas. Si los codos quedan por sobre las teclas blancas, debe reducir la altura del asiento y, a la inversa aumentar la altura del asiento. La columna debe mantenerse erguida para poder mantener control sobre el peso. No se debe olvidar que cuando se requiere un desplazamiento hacia la izquierda o la derecha del teclado es preciso acompañar las manos con todo el cuerpo para controlar el peso. Por otra parte, es muy importante sentarse sobre los huesos que se encuentran en la parte inferior de los glúteos. Para ello se requiere estar situado en la parte delantera del asiento y no ocupar todo el asiento. Esta posición, que deja más de la mitad del asiento libre es relevante para que las piernas queden libres para moverse a libertad y no queden en su parte superior "descansando" sobre el asiento y se inmovilicen. De esta manera podemos balancearnos con mucha eficacia y deslizarnos de forma eficiente. Por último, también es importante que los pies se encuentren bien apoyados y el peso distribuyéndose en ellos. Los pies no se mueven ni hacia adelante ni hacia los lados y, dado que la derecha accede al pedal del piano se necesita poner más peso sobre la pierna izquierda para que quede sujeta al suelo con razonable firmeza.
2. Ejercicios sin Piano
Existen una serie de ejercicios sin piano que fortalecerán la musculatura. Recomiendo en extremo revisar el sitio siguiente que plantea cuáles son las posiciones correctas como asímismo qué ejercicios deben realizarse para fortalecer músculos, dedos, brazos, columna, etc. http://www.efisioterapia.net/articulos/fisioterapia-del-arte-ejercicios-condicion-fisica-piano
También recomiendo el siguiente video de una fisioterapeuta con ejercicios especiales para calentamiento para actividad musical.
Igualmente recomiendo el siguiente video para ejercitar y fortalecer dedos y músculos:
Finalmente este video un tanto "freak" pero también muy útil para fortalecer dedos para el piano:
Estos ejercicios deberían efectuarse normalmente, a diario y especialmente antes de sentarse al piano, de modo que los músculos estén preparados para el trabajo que plantean los ejercicios propios del piano.
3. Escuchar mucha música
No hay que perder la oportunidad de escuchar música. Y puede ser instrumental o vocal. Hay varios beneficios para quien estudia piano, entre los cuales se puede citar una mejor percepción musical pero por sobretodo se va produciendo una generación de recursos a partir de las emociones que se experimentan con cada obra escuchada, algo que no acontece normalmente cuando se está ejecutando en términos mecánicos. Un ejercicio interesante consiste en sentarse al piano y a la vez sólo escuchar una obra ejecutada en este instrumento. Al agudizar el oído irá ocurriendo que se comenzará a reconocer notas, acordes, patrones. Hacer de esto un hábito generará enormes beneficios a la práctica propia.
4. Organizar el estudio
El orden y la organización son importantes en toda actividad, y el aprendizaje del piano no es la excepción. Tanto si se estudia con un profesor como si se estudia en forma autodidacta es clave plantearse metas u objetivos a alcanzar. Si estudia con un profesor, pídale que le establezca metas o logros a alcanzar y en función de sus capacidades también ciertos plazos. Esto es especialmente importante cuando no hay progresos en aspectos que resultan de mayor dificultad.
5. Incrementar la Concentración
Estar y mantenerse concentrado un tiempo razonable puede ser mucho más beneficioso que intentar dominar un segmento durante horas sin progresos significativos. No olvidar que es la mente, el cerebro quien está dirigiendo los dedos, las articulaciones, el brazo, etc. Por lo tanto, si estamos ejecutando algún pasaje con la mente distraída no habrá progreso y aparecerá la frustración. Desde la perspectiva de la cognición, una repetición efectuada en estado de alta concentración hará que las neuronas realicen su trabajo y modifiquen los hábitos para alcanzar los logros deseados, fijándolos para el largo plazo cada vez que se refuercen.
6. Menos es Más
Cuando enfrentamos una dificultad, es mejor dividir la tarea en segmentos más pequeños para resolver el problema. No intente dominar pasajes o segmentos extensos. Si combinamos alta concentración con segmentos pequeños, incluso de muy pocas notas se podrá resolver una cantidad mayor de problemas y de forma eficaz. Si usted ya se encuentra estudiando con partitura, es mucho más eficiente gastar un poco de tiempo al inicio y descubrir varios mensajes que emite la obra. Revisarla, descubrir dónde hay escalas, la facilidad o dificultad que parecen ofrecer, los silencios, la rítmica, lo que el autor quiere transmitir, etc. dará una visión que no se olvidará y permitirá atacar la obra por donde sea más conveniente. Por ejemplo, si hay varias partes difíciles, pueden ser las primeras en tratarse y en las cuales concentrar esfuerzos. El tiempo utilizado se verá compensado poderosamente al avanzar en la obra. Por otra parte, una práctica efectiva de sólo 15 minutos diarios puede ser mucho más eficaz que la práctica de tres horas una vez por semana. Esto ya está extensamente demostrado, así que es muy importante tomarlo en consideración.
7. Escuchar la crítica con espíritu abierto
Un buen docente debe criticar aquello que le parece criticable a la luz de un aprendizaje serio y profundo. Por supuesto estamos hablando de la sana crítica, de aquella que busca que el alumno progrese y crezca en su desarrollo técnico y musical. Esto no obsta una crítica firme y basada en lo que se ha aportado. Escuche al profesor y considere sus observaciones. Las críticas de un buen profesor nunca generarán heridas emocionales y serán tomadas en cuenta. Si usted estudia con un profesor arrogante, que critica sin base o no entiende el error como parte del aprendizaje, simplemente no continue con él. Los buenos docentes siempren trabajan y aprovechan los errores como oportunidades para mejorar. En el aprendizaje del piano, en mi opinión, el error es siempre bienvenido porque expresa hábitos, conductas y otros aspectos emocionales que deben aprender a ser corregidos y manejados por el estudiante. Uno de los mayores desafíos que enfrento permanentemente en los estudiantes novatos es su ansiedad y pánico escénico, algo que me esmero en modificar lo más rápido posible porque es uno de los enemigos más temidos por los estudiantes. La relajación en la ejecución es una cuestión clave y no puede ser horadada por este tipo de problemáticas.