Haroldo Miranda es economista de profesión original. Posteriormente realizó estudios de psicología y es postgraduado en ciencias con especialización en psicología de la percepción y de la cognición. A partir de diferentes observaciones y de su propia experiencia a través de su aficción y estudios de música y piano por un gran número de años, ha decidido investigar las metodologías de aprendizaje tradicionales y a proponer mejoras que hagan más eficaz el logro, especialmente en estudiantes preadolescente, adolescentes y adultos. Realiza clases formales en una escuela de música de Valparaíso, Chile y posee un grupo de estudiantes particulares cuyo perfil es especialmente relevante para experimentar nuevas formas de enseñar la teoría y las técnicas de piano. Entre sus estudiantes se encuentran obreros de la construcción, auxiliares paramédicos y estudiantes adolescentes, quienes muestran extraordinarios progresos en muy poco tiempo a la vez que incrementan su motivación por profundizar en el estudio de la música y el piano.
Cabe señalar que Haroldo Miranda ha asesorado a cientos de escuelas públicas en Chile en materia de liderazgo, gestión directiva y mejoramiento, a la vez que ha creado metodologías para la elaboración de proyectos educativos institucionales y metodos para el mejoramiento continuo. Ha dictado un sinnúmero de talleres asociados a estrategias metacognitivas, uso de taxonomías y establecimiento de bases para métodos de enseñanza-aprendizaje cooperativos y aprendizaje colaborativo.
El método de enseñanza de sus alumnos consiste en el ejercicio de aprendizaje cooperativo para la primera etapa. Aplicando los principios y tipos lógicos de Gregory Bateson, aprovecha los conocimientos previos de cualquier tipo que permitan al estudiante apalancarse en el nuevo conocimiento de la teoría musical y de las técnicas del piano. Utilizando el principio de que el aprendizaje denota cambio se plantea al estudiante una modificación del modo de producir una respuesta a través de un método ensayo-error operando la corrección de errores en la elección de alternativas. De este modo se genera un aprendizaje inicial real. Por ejemplo, cuando el alumno enfrenta una partitura, en vez de leer simplemente las notas y acordes que allí se encuentran, se le pide que identifique incrementos o decrementos del sonido, con lo cual comienza a desplegar el conocimiento sobre escalas en un ámbito aplicado. Así, el estudiante va recorriendo la partitura y reconociendo aquellos segmentos que resultan más simples de ejecutar por tratarse de escalas abreviadas en las cuales sus dedos se deslizarán ligeramente. Poco a poco se le va indicando que la partitura es realmente un paisaje, una panorámica que contiene ideas, un enfoque, una expresión rítmica, un espíritu, y se va adentrando en la obra, en su entendimiento y en la manera que se "debería" interpretar y en el modo que él escoge para interpretar en un estilo propio. Posteriormente irá reconociendo aquellos segmentos que le parecen más difíciles de ejecutar, sobre los cuales tendrá que descubrir métodos idóneos para ejecutar correctamente teniendo en cuenta varios factores, tales como el tamaño de sus manos, la capacidad elongatoria, la técnica de posición de las manos, etc. Esto implica incluir en la formación todo un proceso de trabajo físico asociado a la fisiología requerida en dedos, muñecas, brazos, columna a fin de poder aprender los métodos correctos para la ejecución instrumental. La destreza mecánica es un proceso clave para el buen desarrollo de la ejecución.
De este modo el estudiante se va apropiando de la física mecánica de los movimientos como asímismo de la partitura, entendiéndola como una pintura en la que él va escogiendo opciones de su paleta y se convierte en su propio cuadro. Esto no obsta que una vez dominada la obra la pueda ejecutar del modo trradicional y respetando todos los elementos técnicos que el autor propone. Lo interesante es que el estudiante ha incorporado un nuevo conocimiento a través de un cambio de hábitos y un cambio a nivel neuronal. Se aprovecha el efecto adictivo que provoca la repetición de conexiones celulares producto de la química mensajera asociada a diferentes comportamientos. Y así, a lo largo del proceso se va transitando desde un aprendizaje cooperativo dirigido por el profesor hacia un aprendizaje colaborativo donde el estudiante comienza a hacerse cargo de su propio aprendizaje, cuestiona ideas y métodos y descubre otros métodos propios que le dan mayor calidad al aprendizaje e incrementan sus opciones de ejecución y de interpretación.
Es interesante advertir que en un par de semanas el estudiante domina perfectamente el mundo de los acordes y es capaz de construir cualquier acorde "al vuelo" en medio de la ejecución de una obra. También aprenden rápidamente a descubrir la multitud de acordes abiertos e invertidos que plantea una obra pudiendo acelerar su aprendizaje en los aspectos que ofrecen mayores desafíos sin complicarse con la construcción y enfatizando el aprendizaje de técnica más depurada de ejecución. No obstante existir aprendizajes que son posibles de obtener de un modo más rápido, esto no implica liberación de tiempo global, sino una disponibilidad adicional de tiempo para la práctica de la mecánica y la ganancia en destreza relevante y pertinente del estudiante.