TRABAJAR POR BILBAO

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Foto: BMF TOROS

Porque esa es la palabra correcta: trabajo. Podríamos tirar de una menos sedosa e hiriente, pero no menos real: ruina. Ambas son concebibles e inevitables cuando hablamos de la situación que atraviesa Bilbao, una plaza que languidece en sus problemas sin que nadie se ponga el mono de trabajo y coja el pico y la pala para sacarla del hoyo en el que está sumida. El peligro más letal y citado en crónicas, artículos y entrevistas es cristalino: falta de asistencia. A partir de ahí, como las cuentas de un rosario, el descuido de otras situaciones de menor importancia respecto a la citada pero nunca baladíes.

Aquí toca olvidar tópicos tuiteros sobre carteles, ganaderías, gustos y demás demandas y redichos que no salen de esa red social. Aquí toca abrir los ojos ante un problema que nos afecta a todos. Porque espero que estén de acuerdo conmigo: no estamos como para perder feudos. Mirar al pasado para ver lo que fue y ser realista con la actualidad por muy dolorosa que sea. Ese equilibrio perfecto bilbaíno que rozaba casi la veneración entre muchos aficionados sigue diluyéndose como un azucarillo: toro de una seriedad notable pero con unas hechuras magníficas, diestros del gusto del aficionado y del público y elencos ganaderos plenos en variedad de encastes e interés. Pues vayan despidiéndose porque no queda otra.

Para buscar un 'no hay billetes' en Bilbao hay que ahondar bien en la hemeroteca y los tres cuartos de plazas se rozan en contadísimas ocasiones (este año, una sóla vez). Vamos a ser directos: si tú no cuidas una planta y la riegas sólo cuando hundes la semilla en la tierra, se muere. Y esto de ser un hecho impepinable pasa a trasladarse a la realidad taurina vasca. ¿Pasa la solución por hacer de Vista Alegre una plaza de temporada e ir cultivando un público que rompa sus ganas de toros al llegar la Aste Nagusia? ¿Pasa la solución por utilizar la palabra sacrificio y apechugar todos (empresarios, ganaderos y toreros)? ¿Pasa por una bajada de precios a todos los niveles y empezar de cero? Pueden ser las tres, porque es surrealista que Dolores Aguirre y Miura en sus respectivos festejos no alcancen ni media plaza en una tierra donde reinó siempre el toro.

Virando hacia el rey de la fiesta, tampoco luce una realidad halagüeña en cuanto a presentación. Entrando ya en balance, en este 2022 ha bajado el toro de Bilbao a unos niveles paupérrimos. Sólo Santiago Domecq y Dolores Aguirre han lidiado corridas con el lustre y la seriedad siempre demandada sobre la arena ceniza de Vista Alegre. ¿Las figuras? ¿El dinero? Preguntas sin responder (o no). El nivel de la corrida de la primera citada fue más que notable, con cuatro toros de muchas posibilidades, entre los que destaca el extraordinario cuarto, “Cotorrito”, que se ha llevado todos los premios de la feria. Interesantes también un dulce “Anzuelo” de Domingo Hernández, así como un encastado “Estirado” de Victoriano del Río, que lidió una corrida con nervio y temperamento. También destacar la casta de “Emperador”, el cuarto utrero en la de José Cruz.

La juventud tampoco ha gozado del apoyo del público, que con un cartel magnífico de tres novilleros de primer orden no acudió a la plaza. En lo artístico, el peso de los trofeos de Ginés Marín al quinto de Garcigrande y los de Roca Rey al áspero lote de Victoriano del Río. Triunfador absoluto por arrojo, valor y querer… y porque cortó tres 'pelúas' de una importancia mayúscula. Se hubiera hablado más del calado de un único trofeo que del doble trofeo otorgado a Talavante con el segundo en la de Domingo Hernández. Puntuaron con menor consideración Ureña, de nuevo Talavante, en su segunda tarde express y en sustitución de Roca Rey, y Leo Valadez.

En 2023, ¿qué? Pues a mí no me extrañaría que el nombre del peruano revientataquillas estuviera puesto en tres ocasiones, por ejemplo, porque la situación es tan crítica que hay que agarrarse a lo poco positivo extraído de las Corridas Generales 2022. Trabajo. Siéntense y trabajen por Bilbao, el buque insignia del norte, antes de que pase a ser un simple velero mercantil.