SE LLAMA MANUEL ESCRIBANO

Ya sufre poniéndose uno en la piel del torero que estando en el banquillo se arrastra ante los mandamases pidiendo oportunidades. Ahora bien, no me quiero imaginar el padecimiento de aquel que va reventando ferias con lo más duro del escalafón ganadero y que ahora que se reparte el parné de la temporada se encuentra fuera de las quinielas de las ferias que se suceden y se suceden entre indignidades propias del taurineo actual. Ha tenido que venir Paco Ojeda en un programa de radio para cantarle las cuarentas a los comisionistas que gobiernan esta tauromaquia tan elitista como tremendamente injusta.

¿Cómo se paga actualmente en los despachos a un hombre que ha cortado tres orejas a Victorinos y Miuras en Sevilla? Con la mirada afilada que puso Herodes cuando despreció a Jesús. Con la soberbia de quien no reconoce no sólo la heroicidad, si no el temple mayúsculo de un torero que está en la pole para estoquear las llamadas corridas “duras”. ¿Se podría decir que Manuel Escribano paga su esfuerzo con su independencia? Podría ser. Mientras unos se juegan la femoral y calan en los aficionados, otros siguen pisando ferias por la capacidad tremenda de sus casas de apoderamiento y sin ningún tipo de mérito cosechado en la cara del toro. Todos, absolutamente todos, sabemos a quienes me refiero. Lo que más me llama la atención del asunto es que no aparece ni en el mercado en el que todos estos años ha demostrado su incontestable capacidad torera, su innegable profesionalidad. Incluso en esa Francia que respeta a los triunfadores tampoco se vislumbra el nombre del torero de Gerena.

Después, a los que clamamos al cielo por este triunfalismo manifiesto que late en las principales plazas del mundo nos dejan por equivocados y negativistas y de ahí, para arriba. Todo está unido. La devaluación lleva a la confusión y es que al regalar una Puerta del Príncipe o una Puerta Grande en Las Ventas estás quitándole peso a lo verdadero, a lo que queda en el recuerdo de quien ha pasado por taquilla. ¿Consecuencia? Que tres pelúas en conjunto en un plaza como Sevilla no valgan absolutamente para nada. Habiendo leído un extra sobre la Feria de Abril de 1998, cifran el número de orejas concedidas en ocho. En 2023 se han cortado treinta y una. Que seguro que influyen muchos factores, pero que el buenismo y el triunfalismo repercuten, seguro. Saquen conclusiones.

Plaza 1 engrosó su lista de disparates y escándalos cometidos en 2023 con un hecho que a todos sorprendió por lo vil y lo cruel del mismo: ni levantó el teléfono para llamar a Manuel. Ahora que tiene un ferión de abril en su esportón, ¿estará incluido en Otoño? A ver cómo gestiona esto el señor Garrido. Por otra parte, te tiembla el pulso al pensar si de Bilbao le habrán llamado. Ojalá poder contar que lo repiten en El Puerto de Santa María.

Señores empresarios, se llama Manuel Escribano. Apúntenlo de una vez.