MOLLENDO 1871-2017



Hitos

en la Historia

de Mollendo

146 aniversario de la fundación del puerto

Por: César Coloma Porcari

Presidente del Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo

En estas fiestas nos ocuparemos de cuatro de los acontecimientos

o hechos que han marcado la historia del que fuera

segundo puerto de la República,

recordando que desde su fundación, el 6 de enero de 1871,

Mollendo debió luchar contra problemas muy graves,

por encontrarse ubicado en un punto de la costa carente de agua potable,

y con la añadidura de ser un puerto marítimo,

que, por las continuas bravezas, se hacía difícil la navegación y el desembarco.



LA TUBERÍA MÁS LARGA DEL MUNDO

En la obra titulada “El desarrollo urbano de Mollendo a principios del siglo XX”, se reproduce documentación original que perteneciera a don Guillermo Elías y Rivera, entre ésta, una interesante visión de Mollendo en los primeros años del siglo XX, publicada por Mary Robinson Wright en “The Old and New Peru” (Philadelphia, George Barrie and Sons, 1908, p. 379).

Se registra en ella que “Mollendo, la estación terminal del ferrocarril, es una de las ciudades más importantes de la costa meridional. Como está situada en la región árida, se abastece de agua de la sierra, a ochenta y cinco millas de distancia, por medio de un acueducto hecho con tubos de hierro, por el cual se descargan diariamente medio millón de galones. Se dice que este es el acueducto de hierro más largo del mundo”.

Por lo tanto, Mollendo poseía la tubería de agua potable más larga del mundo, que era esa tubería de hierro que conducía el agua desde Uchumayo hasta el puerto. Estuvo en uso desde la construcción del ferrocarril hasta hace algunos lustros, y ha debido conservarse para siempre como un patrimonio histórico.

EL CONTRATO UGARTECHE

Existe en nuestro país un memorable ejemplo de voluntad, valor y civismo, ocurrido el año 1926, en Mollendo, cuando un reducido núcleo de ciudadanos pertenecientes a la clase señorial tomó la decisión de solucionar, con los medios que tenían a su alcance, los problemas más urgentes e inaplazables del puerto, con obras que el Gobierno central no tenía ninguna intención de realizar. Este hecho histórico se encuentra descrito en el libro “Documentos del Contrato Ugarteche y el saneamiento urbano de Mollendo”, de don Guillermo W. Coloma Elías.

El puerto, en ese tiempo, sufría un gravísimo problema por la falta de agua potable. La tubería de hierro que acabamos de mencionar, destinada para la línea férrea y sus servicios, y que, como ya lo hemos visto, era la más larga del mundo, en 1926, ya no cubría las necesidades básicas de los miles de habitantes del puerto. En Mollendo escaseaba el agua, con las graves consecuencias que ello producía en la salud y el bienestar de la población.

Por dicha razón es que el 18 de junio de 1926, el Concejo Provincial de Islay, de acuerdo con las normas legales vigentes, aprobó el Contrato Ugarteche para la realización de las obras de saneamiento de Mollendo. El Contrato original se encuentra en el libro mencionado, con todos los demás documentos referentes a ese recordado hecho histórico.

Subscribieron el contrato el señor Adán E. Bayro Sánchez, Alcalde del Concejo Provincial de Islay, con los concejales, señores Marcelino J. Nieves y Pino, Enrique T. Rodríguez y Bernal, Federico Beltrán, Manuel Eduardo Chávez, Guillermo W. Coloma Elías, Sixto M. Gutiérrez Galloso, Carlos A. Riglos y Juan B. Arenas (párroco de Mollendo). Julio Francisco Vizcarra Febres era Secretario del Concejo. Fueron apoyados por otros distinguidos personajes como el señor Cayetano Coloma y Valencia y otros caballeros.

Cabe recordar que el mencionado padre Juan B. Arenas fue uno de los más destacados defensores del Contrato Ugarteche, contrariamente a lo contado hace unos años por algunos elementos pertenecientes al lumpen, que sin ninguna prueba y calumniándolo, aprovechando que está muerto, mienten diciendo que fue enemigo del Contrato.

Los beneficios para Mollendo fueron muy grandes, con este Contrato, debido a que no solamente se construyeron los grandes depósitos de agua, de concreto armado, sino también la planta de tratamiento, en La Curva, y la fábrica de tubos de concreto, llegándose a tender las tuberías de agua en una parte de la población.

También se construyó el Mercado de Mollendo, el cual, por su calidad arquitectónica y valor histórico, ha sido declarado Monumento Nacional. Y el nuevo Camal, cuyas obras quedaron inconclusas a la caída del Presidente Leguía, en 1930, debido a que el Contrato Ugarteche fue anulado por la presión de elementos que actuaron únicamente por razones políticas y por venganza.

Por dicha razón, el 18 de junio debía ser declarado fiesta cívica en Mollendo, en recuerdo de los valientes ciudadanos que, al comprobar que el Gobierno central no tenía ningún interés en solucionar los problemas de Mollendo, decidieron llevar a cabo, ellos mismos, las obras de saneamiento que requería su ciudad, sin contar, para ello, con los fondos del Estado.

LA JORNADA DE LAS OCHO HORAS

Se debe tener presente, siempre, que la jornada de las ocho horas, dispuesta por la Organización Internacional del Trabajo, entró en vigencia, en todos los países miembros de la mencionada institución, el 13 de junio de 1921, dos años y medio después de que el Perú la estableciera mediante el Decreto Supremo del 15 de enero de 1919, suscrito por el Presidente José Pardo.

Una de las razones por las cuales se estableció la jornada de las ocho horas en el Perú, fue un hecho histórico ocurrido en el segundo puerto de la República, registrado en el libro de don Guillermo Elías y Rivera titulado “La huelga de Mollendo de 1918: un antecedente del establecimiento de la jornada de las ocho horas en el Perú”.

Esta huelga concluyó a los quince días de declarada, el sábado 30 de marzo de 1918, cuando se subscribió un acuerdo entre la Cámara de Comercio de Mollendo, presidida por don Guillermo Elías y Rivera (apoyado por la Cámara Comercio de Arequipa), con la empresa de los Ferrocarriles del Sur, los representantes de las empresas navieras en el puerto, y los líderes de los gremios obreros de Mollendo.

Allí se estableció el horario de trabajo, incluyéndose una hora para el almuerzo y los pagos por sobretiempo. La solución de la huelga de Mollendo de 1918 representa es un ejemplo de cómo la clase dirigente porteña aceptó todas las demandas de la clase trabajadora, logrando un acuerdo satisfactorio para todos.

LA ENSENADA, MEJÍA Y MOLLENDO

Esta es la novena irrigación, en orden cronológico, que fuera realizada por el Estado peruano. Fue obra del Presidente don Manuel Prado y Ugarteche, quien aprobó el proyecto de irrigación, siendo don Guillermo W. Coloma Elías Subprefecto de la provincia de Islay. En su Mensaje al Congreso de 1942, el Presidente Prado informó que “Se ha dispuesto la ejecución del proyecto mixto, destinado a irrigar hasta 2,300 hectáreas en las pampas de Mollendo y a dotar de agua potable a las poblaciones de Matarani, Mollendo, Mejía y Cocachacra”.

La carencia de cemento y de obreros especializados constituyó un problema permanente, retrasándose la culminación de las obras. El gobierno también demoró los pagos a los contratistas. Pero las obras continuaron y en el año 1945 se llevaron a cabo los trabajos finales en la construcción del canal de irrigación.

Para Mollendo y toda la provincia de Islay, el 28 de enero de 1946 debe ser una fecha de grata recordación, debido a que en esa fecha llegó al puerto el agua conducida por el canal, desde el río Tambo. Era Subprefecto don Guillermo W. Coloma Elías.

La prensa mollendina informó que “Ha sido culminada, aunque en forma por el momento provisional, la obra de Agua Potable para Mollendo, que fue iniciada en el régimen del Gobierno anterior, y que ha venido, desde el lunes 28 del mes pasado [enero de 1946], a solucionar el problema básico y quizás de mayor trascendencia para el progreso material de nuestro puerto. El canal ha llegado a Mollendo y ya se encuentra proveyendo agua para el consumo de la población, a razón de cincuenta litros por segundo”.

* Conferencia ofrecida en el Club Mollendo de Lima, el 6 de enero de 2017, con motivo del aniversario de la fundación del puerto.

(Publicado en el diario “El Pueblo”, Arequipa, viernes 6 de enero de 2017, p. 7).