Por: César Coloma Porcari
Presidente del Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo
Casi nadie sabe que en la lejana Europa se celebra, todos los años, una fiesta que recuerda a los Incas del Perú. Nos referimos al famoso Carnaval de Binche, que el año 2008, fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Don Pedro Ugarteche y Tizón fue representante diplomático del Perú en Bélgica, durante el gobierno del Presidente don Manuel A. Odría. Allí desempeñó, muy acertadamente, su función, y al regresar a Lima, publicó un valioso informe titulado “La presencia del Perú en Bélgica”, en “Mercurio Peruano”, Revista Mensual de Ciencias Sociales y Letras (año XXVI, N° 297, Lima, diciembre de 1951, páginas 529-542).
Este ensayo fue publicado además, como separata, y reproducido también en la revista “Semanario Peruano 1951”, volumen V, N° 44, de Lima, 29 de octubre de 1951, páginas 20-22, acompañado de una valiosa fotografía que tiene como leyenda “Danza de los Gilles / presencia de los Incas” [que descubrimos nosotros y reproducimos a continuación:].
Allí se ocupó de diversos temas que unen al Perú y a Bélgica, entre ellos, el Carnaval de Binche, como lo veremos más adelante, y recuerda al Virrey belga que tuvo el Perú, don Teodoro de Croix, Caballero de Croix.
Asimismo, menciona la Capilla de Nuestra Señora del Perú, ubicada en Leuze-Longchamp (páginas 531-532), sobre la que recuerda que “Según la tradición, en el siglo XVI, un habitante de la región fue a buscar fortuna a los países del Nuevo Mundo y la encontró en el Perú. Durante su viaje de regreso, el barco en el que viajaba sufrió una gran tempestad y estuvo a punto de naufragar. Al volver a su patria hizo construir esa capilla en recuerdo del grave peligro del que salvó gracias a la protección de la Virgen María”.
También se ocupa de la devoción, en la Bélgica de 1950, a Santa Rosa de Lima (páginas 532-533), “una de las santas más veneradas y queridas en Bélgica, su culto se encuentra muy difundido en todo el país, especialmente en la región flamenca y su devoción es anterior a su canonización en 1671”.
Pero el principal aporte del Dr. Ugarteche es su estudio sobre el origen peruano del famoso Carnaval de Binche. En su ensayo (páginas 529-531), afirma que “Según los cronistas de la época, las fiestas dadas en Binche, en agosto de 1549, por María de Hungría, en honor de su hermano el Emperador Carlos V y de su hijo el futuro Felipe II, constituyeron un acontecimiento sensacional por su originalidad, fastuosidad y esplendor y su recuerdo domina hasta hoy la vida de la pequeña ciudad, ya que en esas fiestas parece que se encuentra el origen del famoso Carnaval de Binche y de la Danza de los ‘Gilles’”.
Agrega que “Según algunos de esos cronistas, durante esas fiestas que duraron varios días y que tuvieron por principal objeto celebrar la conquista del Perú por los españoles, Carlos V presentó a María de Hungría un grupo de ‘salvajes del Perú’, los que figuraron en el cortejo real, vestidos con sus trajes y adornos típicos y que danzaron y cantaron danzas y cantos de los Incas”.
Dice además que “Cuenta la leyenda que al año siguiente, durante las fiestas del Carnaval, los hijos de Binche se disfrazaron de Incas y danzaron sus danzas”. Pero “Lo cierto es que el Carnaval de Binche constituye hoy uno de los mejores números del programa de atracciones folklóricas que Europa ofrece al turista, y también, que desde hace varios siglos, todos los años, con motivo del carnaval de Binche, se habla en Bélgica de los Incas del Perú, y también que el turista que las presencia y que ha visitado nuestras serranías, encuentra una gran semejanza entre la danza de los ‘Gilles’ y el ‘cachasparis’”.
Concluye su valiosa información señalando que “En agosto de 1949, Binche celebró el cuarto centenario de las famosas fiestas de María de Hungría, con una magnífica reconstrucción histórica de esas fiestas y con la inauguración de un monumento al ‘Gille’, que fue descubierto por el Ministro de Instrucción Pública [de Bélgica], señor Mundalaer, en presencia de los representantes diplomáticos de España y el Perú”.
Nosotros agregamos que en la ciudad de Binche se encuentra el Museo Internacional del Carnaval y de la Máscara (llamado en flamenco “Binche Internationaal Museum van het Carnaval en het Masker”), y está dedicado a preservar y documentar la memoria de su fastuosa fiesta.
Esa ciudad de está ubicada al Sur de Bruselas, en la provincia de Hainaut. Cada año, durante los tres días que anteceden a la Cuaresma, se realizan las fiestas del carnaval, que atraen una gran cantidad de visitantes. Las raíces de esta fiesta se remontan a la Edad Media y además constituye esta celebración uno de los más antiguos carnavales sobrevivientes en la actualidad.
Desde inicios de enero, un ambiente de alegre movimiento se aprecia en la ciudad, ya que muchos artesanos se dedican a elaborar los vistosos trajes y tocados que se lucirán en la fiesta.
El domingo de carnaval se inicia la fiesta y la ciudad se llena con personajes con máscaras y disfraces. Las llamadas “Mam’selles”, que son hombres disfrazados con extravagantes trajes femeninos, constituyen el atractivo de ese día. Este carnaval, como debe ocurrir en todas las fiestas similares en el mundo, culmina el martes, “Mardi Gras”, que es la víspera del Miércoles de Ceniza.
Ese día martes aparecen los célebres “Gilles”, que portan elaboradísimos trajes de telas multicolores y tienen enormes tocados de plumas de avestruz. Además, portan máscaras y llevan campanillas u otros elementos que producen ruido.
Como lo afirma el Dr. Ugarteche, estos danzantes, ataviados con multicolores trajes y tocados con plumas, reproducen lo que hicieron los vecinos de la ciudad en 1550, cuando “se disfrazaron de Incas y danzaron sus danzas”.
Por esta razón es que “desde hace varios siglos, todos los años, con motivo del carnaval de Binche, se habla en Bélgica de los Incas del Perú”, tal como lo señalara ese autor, quien recordó también que cualquier persona presente en la fiesta “y que ha visitado nuestras serranías, encuentra una gran semejanza entre la danza de los ‘Gilles’ y el ‘cachasparis’”.
Estos “Gilles”, como muchos danzantes andinos del Perú, se desplazan por las principales calles de la ciudad, al toque de tambores. Los siguen una serie de personajes con disfraces diversos que danzan al acorde de las tonadas interpretadas por bandas de música y clarinetistas. El momento más importante, es decir el clímax de la fiesta de Binche, es cuando los “Gilles” danzan en la Plaza Mayor de la ciudad, en un espectáculo acompañado por vistosos fuegos artificiales.
Todo parece indicar que, si bien, los “Gilles” se originaron en los atuendos y danzas que los indígenas del Perú ejecutaron ante la augusta presencia del Emperador Don Carlos V, y del futuro rey Don Felipe II, en 1549, su desarrollo, en los años posteriores, llamó la atención de muchos en todas las tierras españolas, y fueron reproducidos, con diversas variantes, en los reinos del Perú y de la Nueva España.
En ambos países, México y el Perú, hay grupos de danzantes que portan atuendos que recuerdan a los “Gilles” del Carnaval de Binche, lo cual podría representar un importantísimo ejemplo del intercambio cultural que se puede haber producido entre la América Española y la vieja Europa, desde hace siglos.
Qué importante sería el que el Perú apoyara al Museo de Binche entregándole imágenes de las fiestas de nuestra serranía, con los vistosos trajes y tocados que recuerdan a esos “Gilles”, incluyendo atuendos completos, para que sean exhibidos en el mencionado museo.
(Publicado en “VOCES”, Revista Cultural de Lima, año 15, N° 55, Lima, 2014, pp. 52-54).
Fotografías a color: Ville de Binche.