El Puzzle

- Me asombro nuevamente al colocar una nueva pieza del puzzle.

- Nunca me hubiera imaginado que esto pudiera estar en el dibujo, llevo miles de piezas y sigo asombrandome cada vez que monto un trozo nuevo.

- A veces creo que el nuevo trozo de dibujo es imposible y repaso todas las piezas, pero están bien encajadas, puede haber un error con 2 piezas parecidas pero al colocar otras se detecta y cuantas más piezas tengamos enlazadas menos probable es que contengan una equivocación.

- Hace tiempo que me he quedado solo con el puzzle, empecé hace años con él, se entusiasmaron varias personas y participaron con mucha ilusión, pero todas abandonaron más pronto o más tarde.

- A algunas no les interesaba, otras se cansaban y las que tenian verdadero interés, llegaba un momento en que no podían soportar ver el dibujo y se empeñaban en que estaba mal y cambiaban las piezas que estaban colocadas correctamente, buscando la supuesta combinación correcta, la cual evidentemente no encontraban nunca pués la rehuían buscando una diferente.

- Yo al puzzle le dedico más o menos tiempo, pero desde que empecé con él nunca lo he abandonado.

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- Recuerdo los primeros puzzles que hice, me cansaba enseguida y si tenian bastantes piezas no los acababa nunca.

Pensaba que hacer un puzzle era una perdida de tiempo. ¿ Por qué no coger directamente la fotografia o el dibujo entero en vez de perder el tiempo con las piececitas?.

- ¡Cuán equivocado estaba!

- Hace mucho tiempo me gustaba la compañia de una persona y me convenció para hacer un puzzle de 10.000 piezas sin tener el modelo de lo que tenía que salir. Me pareció una soberana tontería pero me gustaba la compañia de aquella persona y que importaba hacer un puzzle u otra cosa si estaba con ella y si se acababa su compañia, podría dejar el puzzle en cualquier momento

- Completamos el puzzle (bueno relamente lo acabé yo pués a medio camino perdí la compañia de la persona que me había incitado a hacerlo) para lo que tardamos 9 años y al ver el dibujo final me asombré. Realmente el dibujo era una suma de los trozos pero sugerian vivencias diferentes. Viendo el dibujo entero no se podía comprender lo mismo que montandolo por partes.

- Recuerdo que lo primero que montamos fue un bello ratoncito descansando placidamente.

- Por otro lado salia una cosa redonda en el aire, que me sugeria un balón a punto de conseguir un gol para mi equipo favorito, el supuesto balón brillaba en medio de un hermoso color azul del cielo formando un hermoso conjunto.

- Por otra parte salía un simpatico gato con los ojos brillantes y en posición aparente de ir a buscar una pelotita con la que yo suponía que iba a jugar, aunque no la veía en el dibujo.

- Que sorpresa tuve cuando ví que el dibujo del gato y el ratón se juntaban entre sí y el primero no iba a jugar con la supuesta pelotita sino que iba a cazar el ratón para comerselo.

- Había cogido cariño a los dos animales y deseaba encontrar la pelotita buscandola bastante tiempo y no la encontré nunca, evidentemente ya que no existita, también buscaba un error en las piezas, que me obligara a cambiarlas de sitio, pero no lo había. Realmente, el gato se iba a comer al ratón y en un puzzle, el dibujo es el que es realmente.

- Pasé de amar al gato a odiarlo fuertemente. Más adelante me salió un perro brutal esperando para destrozar al gato. Volví a cambiar mis sentimientos, comencé a odiar al perro y pensaba que el gato era un pobre desgraciado que debía defenderse de la fiera del perro y que lo único que pretendía era comer para tener fuerzas.

- Posteriormente, montamos un trozo en el que salía un muñeco en forma de gato con un montón de dinamita dispuesta para estallar. Me recordó a los dibujos animados, el gato iba a hacer volar al perro por los aires, no solo quería defenderse sino que queria destrozar al perro con saña. Pobre perro, ¡qué malvado era el gato!

- Me entró una sensación curiosa y es que sin necesidad de engaño, a medida que vemos un poco más del dibujo, vamos cambiando la interpretación de los hechos y podemos rechazar algo que antes veíamos evidente y admitir algo que habíamos rechazado con anterioridad.

- Lo que nunca se podía es estar seguro de nada mientras no se terminara el puzzle.

- Al acabar e puzzle, resulta que lo que yo creía un balón a punto de meter un gol, era un meteorito que iba a chocar con la tierra y acabar con la vida en ella.

- Ante la visión del próximo final de la existencia, todos los detalles y situaciones que había vivido previamente, dejaban de tener importancia y prácticamente pasaban desapercibidos. Si hubiera tenido el dibujo entero desde el principio, no habría podido observar los detalles ni considerar los aspectos parciales.

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- Me entusiasmé tanto, que empecé a hacer el puzzle actual con el que me he quedado solo, preferiría hacerlo en compañia, pero no encuentro a nadie que le interese y esté dispuesto a admitir siempre el dibujo que sale.

- Por cierto, se me olvidaba, falta decir que puzzle estoy haciendo.

- Es un puzzle que no tiene piezas físicas, sino que éstas son observaciones y datos. Estoy haciendo el puzzle de la vida, juntando toda la información que voy recogiendo sobre la vida real. Como he dicho antes, empezamos varias personas y me he quedado solo, a la gente le cuesta mucho admitir que el significado que damos a un trozo de dibujo puede cambiar si completamos un trozo mayor y no estar nunca seguro de nada mientras no se acabe el puzzle entero.

- Y el puzzle de la vida tiene infinitas piezas, podemos hacerlo más grande cuanto más tiempo le dediquemos pero no podemos completarlo nunca.

- ¡ Ostras ! he encontrado una nueva pieza y observo una nueva imagen diferente de la anterior. ¿ Cual será la próxima ?.

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EL PUZZLE

Escrito por Pablo Sainz en el Siglo XX