Esta actividad es parecida a la anterior, pero ahora vamos a ser nosotros los que escondamos los geocachés. En primer lugar, consultando la aplicación de Geocaching, estudiaremos los lugares donde queremos dejar nuestros tesoros, que serán tantos como grupos de trabajo disponibles. Deberemos tener en cuenta las indicaciones de esta página web relativas a cómo esconder geocachés. Prepararemos también los contenedores y los objetos que vamos a introducir en ellos, sobre todo una tarjeta o cuaderno para el registro de los visitantes (imagen 5). Reuniremos el material que nos vaya a hacer falta en la visita de campo: cuaderno, cámara fotográfica, móvil o GPS para grabar las coordenadas de ubicación de nuestros cachés y utensilios para esconder, fijar o enterrar los cachés (pala de jardinero, cinta americana, etc).
Ejemplo de caché
Fuente: www.geocaching.com
En campo, procederemos a la colocación de los geocachés siguiendo todas las indicaciones ya citadas, que habremos traído impresas para poder revisarlas. Tomaremos fotografías del lugar donde ocultamos los tesoros, porque debemos aportar una de ellas a modo de spoiler en la página web. Grabaremos la ubicación de cada geocaché en el GPS y/o escribiremos las coordenadas que refleje el GPS del móvil. En este punto debemos recordar que el concepto coordenadas no es un contenido de tercer curso; por tanto, simplemente le diremos a los alumnos que son unos números que indican la posición de un punto en La Tierra para poder situarlo en los mapas.
En el aula procederemos a escribir mediante el PC los datos necesarios para registrar los geocachés en la aplicación. Igualmente, propondremos a los alumnos que mantengan esos grupos de trabajo para futuras revisiones y mantenimiento de aquéllos. Finalmente, analizaremos la actividad: dificultades, anécdotas y dudas que hayan surgido. En el caso de que al acabar la misma queden pendientes cuestiones relativas al registro de los cachés, el docente se encargará de concluir el trabajo.